Trato con la hija del diablo

Por largos segundos ninguno dijo nada, por lo que Kader se dispuso a irse, pero apenas le había dado tiempo de darse la vuelta cuando una fina mano lo detuvo del brazo con fuerza. Se giró solo con la intención de zafarse pero al hacerlo se encontró con una mujer totalmente distinta a la que había visto hace unos segundos. El rostro de Maia estaba rojo de rabia, sus ojos se veían tan profundos como el océano, respiraba con fuerza y los nudillos de su mano estaban blancos por la presión que hacía en su brazo, aunque en realidad no lo lastimaba.

- Escúchame bien lo que te voy a decir idiota - se acercó a su rostro hasta quedar a pocos centímetros de distancia - a mi nadie me niega nada, si quiero algo lo consigo sin importarme las consecuencias y esta vez no será la exepsion. Métete en la cabeza que con solo una llamada y un cheque puedo arruinarte junto con todo ese grupo de malvivientes a los que llamas familia. Podrás ocultarlos de la policía, pero no de mi y sabes que apenas los encuentre puedo acabar con ellos -

- No te atrevas a tocarlos - le advirtió lleno de rabia, pero también con impotencia

- Su bienestar está en tus manos Kader. Ayer decías que no querías que la muerte de dos desconocidos lastimaran tu conciencia ¿Podrás vivir con la muerte de todos a quienes amas, sabiendo que pudiste evitarlo? - aunque su tono de voz era bajo, su sonrisa y la forma en la que hablaba resultaba aterradora - sabes que tengo el poder de llevarte al cielo o al infierno. Haz lo que te ordeno y te daré lo que desees, desobedeceme y arruino a toda tu familia -

Sin agregar nada más volvió a sentarse a la mesa para continuar con su almuerzo como si no acabará de amenazarlo con dañar a su familia. Y es que sabía que no sería necesario llegar a ese punto, y tampoco de agregara nada más. Estaba segura de que Kader aceptaría, ya había visto cuánto valoraba la vida al no haberla matado y eso que no la conocía. Con mayor razón si esas vidas eran las de los suyos, ganaría esta batalla, de eso no había duda, ella siempre ganaba. Incluso Kader estaba consciente de eso, no era estupido, sabía que tenía todas las de perder si intentaba negarse y aunque le provocaba arcadas el solo pensar lo que tenía que hacer, estaba seguro de que por su familia haría lo que fuera.

- ¿Qué quieres que haga? - le pregunto de malas mientras se volvía sentar

Maia sonrió ampliamente al verse victoriosa, las cosas habían resultado más difíciles de lo que creyó, pero estaba feliz de saber que ningún reto era capaz de someterla. Kader por su parte evitó mirarla, detestaba que su alegría se debiera a algo tan repugnante, aunque estaba seguro que si las circunstancias fueran otras su sonrisa le parecería una de las más hermosas que había visto en su vida. 

- Que bueno que ya nos estamos entendiendo, sabía que no eras tan idiota como pareces - se río con malicia - el trabajo es muy simple, lo que debes hacer es fingir ser mi novio ante todo el mundo -

- Espera, ¡¿Qué?! - ahora si estaba oficialmente confundido - ¿Y eso para que, no se supone que quieres quitarle el novio a tu hermana? ¿Cómo se supone que vas a hacer eso teniendome a mi como novio? -

- No tengo ningún interés en conquistarte, si es lo que te preocupa. No estas a mi nivel - le aclaró

"Por fin estamos de acuerdo en algo"_ pensó Kader.

- Lo que realmente quiero es que fastidies a Bastian tanto como puedas, debes hacerle creer que lo único que quieres es mi dinero, que yo no te importó ni un poco - empezó a explicarle - yo por mi parte fingiré estar muy enamorada, eso hará que Bastian se acerque a mi en un intento de hacerme reaccionar. Estará más al pendiente mio, lo que hará que se aleje de a poco de mi hermana y yo me aprovecharé de eso para irlo conquistando sin que lo note -

- Dudo que tu hermana permita algo así, por lo que veo ambos están enamorados. Y por si no lo sabes no se traiciona a quien se ama - comentó Kader con la única intención de hacerla rabiar

- Ellos no se aman, solo se casan por conveniencia. Bastian solo sabrá lo que es amar estando a mi lado - aseguró con los celos a flor de piel - y en cuanto a mi hermanita, tú te encargarás de conquistarla. A ella le gustan los chicos malos como tú, solo tienes que coquetearle cada tanto, mostrarte salvaje y posesivo. Nada de floresitas y caritas de amor, debes mostrarle deseo y lujuria. Hazlo y en menos de un mes la tendrás comiendo de tu mano -

- Bueno, ¿Y eso como porque debería hacerlo? - cuestiono irritado

- ¿En serio tengo que explicarte todo? No puedes ser tan animal - lo insultó sin pena - si tú la enamoras Elisa no querrá casarse, romperá su compromiso a petición tuya y luego se irán a disfrutar de su amor a alguna playa privada. Te quedarás con ella unos meses, solo para aparentar, ya lo que hagas con ella la verdad me tiene sin cuidado, si te parece te la puedes coger todo lo que quieras. Yo mientras tanto estaré sufriendo junto a Bastian por su abandono, eso nos unirá aún más y terminaremos juntos. Por su parte mis padres estarán tan decepcionados por la humillación que mi hermana les hará pasar que no dudarán en desheredarla. Le quitarán todo lo que hasta ahora le han dado en bandeja de plata y me lo darán a mi, como su única y fiel hija, incluso terminarán exigiendo el matrimonio entre Bastian y yo por el beneficio de ambas familias -

- Cuando todo eso haya pasado, y yo tenga todo lo que en verdad merezco, tú abandonarás a mi hermana. Elisa volverá a casa con el corazón roto, pero será muy tarde para ella. Seré yo quien tendrá todo lo que una vez le perteneció a ella, el amor de un buen hombre, el orgullo de mis padres y todo el poder del que la familia goza. Y su peor castigo será tener que vivir como la rezagada, sabiendo que al final su hermana menor logró vencerla - finaliza con la mirada llena de orgullo por la creación de su malévolo plan

- Veo que lo tienes todo bien planeado - razonó en voz alta - ¿Pero qué te asegura que todo saldrá tal cual lo planeaste? Cualquier cosa podría fallar -