Kader aceleraba por diferentes calles intentando rebasar a sus compañeros, los chicos se escabullian en dirección al estacionamiento de un centro comercial y la policía está cerca de rodearlos. Todo eso pasaba al mismo tiempo. El deportivo de Maia llegó al estacionamiento justo a tiempo, segundos después los chicos también arribaron al lugar con la policía detrás. Apenas la pareja los tuvo a la vista salieron del auto como si nada estuviera pasando y se dirigieron al establecimiento a paso lento y tomados de las manos. Esa era la señal que los prófugos esperaban, al verla no dudaron en acelerar para lograr interceptarlos.
Frenaron de golpe deteniéndoles el paso. Al ser uno de los más altos y fuertes Maël fue el que salió del auto con pistola en mano, en un movimiento rápido golpeó a Kader con increíble fuerza haciéndolo caer al suelo y en un movimiento rápido jalo a Maia usándola como escudo frente a él, presionando con fuerza su cuello y apuntando a su cabeza con el arma. Para cuando la policía logró alcanzarlos los asaltantes ya tenían a su rehén a quien llevaban lentamente hacia el auto.
- ¡No se atrevan a acercarse o la mato! - les gritó con rabia a los oficiales
Como la buena actriz que es Maia empezó a llorar mientras rogaba por su vida. Mientras tanto Kader se ponía de pie intentando socorrer a su amada, o aparentando que lo hacía, pero fue detenido ante la amenaza de Jeremie, que de pie en la puerta del auto lo apuntaba con el arma.
- ¡Por favor no me mate! - Rogó Maia lo suficientemente alto para que los de alrededor también escucharán
Sí, su intención era llamar la atención de todo el que para por ahí, y al mismo tiempo despistarlos. Ella sabía que entre más civiles en riesgo hubiera, los policías estarían menos dispuestos a iniciar una balacera. Y en eso tuvo razón, fue cuestión de minutos para que aquellos curiosos se arriesgaran a quedarse a ver la escena, mientras que algunos de ellos empezaban a grabar con sus celulares al reconocer a la modelo.
- ¡Sueltala o abriremos fuego! - el oficial al mando intentó infundir miedo
- No lo creo - se burló Maël - ¿O es que tan poco valen para ustedes la vidas de todos estos civiles? -
- Dejenla ir - exigió Kader - les daremos todo el dinero que pidan -
- Es una buena oferta pero por ahora no la requerimos, lo que robamos hace un momento será suficiente por ahora - continuó burlándose Jeremie - aunque tal vez te tomemos la palabra para otra ocasión -
- ¡No hagan esto más difícil! - volvió a llamar su atención el oficial - dejen ir a la muchacha y las represalias serán menores, haremos un trato con ustedes si así lo prefieren -
No estaba muy de acuerdo con la idea, si fuera por él ya les hubiera disparado. Pero sabía que si algo le pasaba a la hija menor de uno de los hombres más poderosos de toda Francia sería el fin de su carrera o incluso de su vida. Era la ventaja de ser rica y famosa. De eso estaban conscientes los chicos, por eso es que Alain, aún dentro del auto, disparó al cielo en respuesta negativa a la propuesta del policía, provocando un gran alboroto en todo el lugar y confirmando que estaban hablando en serio.
- Al parecer no se han dado cuenta de quienes tienen el control de esta situación - espetó sin dejar de apuntar ahora a los policías - lo que haremos será irnos de una vez de aquí y como garantía de que no nos seguirán nos llevaremos a la muñeca. Apenas se les ocurra hacer una estupidez la mataremos -
Maia volvió a gritar con fuerza ante esas palabras, sabía que no le harían nada pero debía actuar. Y le salió muy bien, ya para ese momento los oficiales ya no sabían como controlar la situación. Todo el mundo estaba corriendo y gritando tratando de salvar sus vidas, otros se quedaban expectantes ante la situación y dos de las personas más importantes de su país estaban siendo amenazadas de muerte.
- ¡Ya estuvo bien de charlas! - grito Ilhan - larguémonos de aquí -
Esa era la señal de retirada, en ese instante los 6 hombres dispararon al mismo tiempo. June hacía un par de patrullas que estaban vacías, Elliot a una de las vitrinas del lugar, Alain a un transbordador, Ilhan a las llantas de varios autos estacionados, Maël al cielo y Jeremie al auto de Maia. El ruido de los disparos, los vidrios rotos, las explosiones de las llantas, los gritos de las personas y las chispas del transbordador provocó un enorme alboroto. Más de uno se tiraron al suelo temiendo que les diera una bala perdida o los vidrios los cortarán, incluso Kader tuvo que tirarse aunque en su caso era para llamar la atención hacia él, ya que las balas de Jeremie fueron en su dirección y a la distancia parecía que le habían disparado.
Los chicos aprovecharon la confusión y el caos para retomar el camino, esta vez con su rehén, a quien metieron a empujones al auto. Avanzaron a toda velocidad dejando a la policía atrás, quienes estaban distraídos tratando de calmar a los civiles, buscando heridos, solicitando apoyo tardío y atendiendo a Kader creyendo que tenía una herida. Fue cuestión de segundos para que perdieran el auto de vista y entre tanto desastre ni tiempo tuvieron de seguirlos. Increíble pero cierto, el plan de Maia había funcionado usándose a ella misma como carnada, a Kader como trampa y cada una de las balas como distracción.
Las horas pasaron y la noticia del secuestro de la enjil daanav ya había llegado a los oídos de todo París. Para ese momento Kader se encontraba en la comisaría dando su declaración, lo que en realidad no era tan difícil, solo tenía que decir todo lo que pasó en el centro comercial, omitiendo la parte en que él es el líder de la banda delictiva que tanto dolor de cabeza les estaba causando a la policía y que su extraviada novia en realidad había sido la mente maestra del plan.
En realidad el que decir era algo que lo tenía sin cuidado, gracias a la Cobra se había convertido en un experto en fingir y decir mentiras. Lo que en realidad le preocupaba era lo que pasará con Maia, sabía que los chicos no le harían nada, el problema es que según ella el plan tenía una segunda fase la cual no había querido compartir con nadie, ni siquiera con él. Era testigo de que lo que fuera lo que planeara le salía a la perfección, pero temía que esta vez no fuera así o que su plan fuera por más descabellado. Solo esperaba que no terminará cometiendo una locura.