Llamada de la Cobra…
- ¿Qué quieres mujer? - Kader no tardó en responder
- Sabes deberías intentar ser más amable a la hora de contestarme - le reclamó
- Cuando te ganes mi respeto quizás lo haga - respondió con burla
- ¿Después de todo lo que he hecho por el Clan aún no eres capaz de respetarme? - se quejó - no puedo creer que seas tan malagradecido -
- Deja de hacerte la mártir y mejor dime qué quieres - le pidió
- Si claro, como no se tratan de tus quejas no te importa - le daba largas - ya quisiera ver qué le hables así a Felicie. Esa chica parece más tu mamá, debería darte vergüenza -
- Cobra - habló con tono amenazante
- Bueno bueno, te llamo porque necesito de tus servicios - le comentó nerviosa
- ¿De qué se trata está vez? - preguntó incómodo
- Lo que pasa es que, Bastian me invitó a salir - empezó a hablar rápido - bueno no exactamente, es solo que me marcó y me dijo que hacía mucho que no hablábamos y me pregunto que si quería ir a comer con él y luego ir a no sé dónde, la verdad es que me perdí en el momento en el que dijo salir -
Eso no le agradó a Kader, es cierto que aún fingían ser novios, pero era más que nada para seguir con las apariencias. Después de todo no podían un día decir que eran novios y al otro no volverse a ver. Pero la verdad es que desde hacía tiempo que su trato ya estaba fuera del plan, ya ni siquiera hablaban de eso. Ahora cada que se veían era porque tenían algún arreglo con el Clan. A él aún le parecía extraño pero la verdad es que habían congeniado bien entre ellos. Incluso llegó a creer que ella ya se había olvidado de ese estúpido plan suyo. Pero con lo que le estaba diciendo ya se había dado cuenta de que no era así.
- Entonces ¿Me ayudaras? - insistió
- ¿Qué quieres que haga? - intentó ocultar su molestia - ¿Quieres que me acueste con tu hermana mientras tú haces lo mismo con él? -
- ¡¿Qué? No, claro que no! - la escucho suspirar - Quiero que intervengas en la cita -
- ¿Me estás pidiendo que arruine tu tan ansiada cita? - que rayos planeaba
- No, bueno algo así - se oía confundida - es complicado -
- Maia, tendrás una cita con el hombre al que dices amor ¿Que no era eso lo que querías? - podía jurar que le escuchó susurrar un "quería" pero no estaba muy seguro de ello
Del otro lado de la ciudad Maia no sabía ni qué sentir, no estaba segura de si lo que tenía era emoción, nervios, incomodidad, o desagrado. Y es que todo había pasado tan rápido, Bastian había logrado sorprenderla con su invitación que ni siquiera se percató cuando aceptó. Ahora que las emociones se habían drenado ya podía pensar mejor y se daba cuenta de lo que pasaba. Su cuñado la había invitado a salir. Pero por extraño que pareciera no estaba muy de acuerdo con la idea. La verdad es que ya llevaba tiempo pensando en terminar con esa absurda idea de robarse el corazón de Bastian. Pero no lo hacía porque sabía que eso le arrebataría la única razón que tenía para ver a Kader y al resto del Clan. Había aprendido a acoplarse a cada uno de ellos y no quería que eso se terminara. Por eso prefería seguir con ese trato mientras pensaba en una excusa para seguirlos frecuentando.
- ¿Sigues ahí? - la voz irritada de Kader la hizo reaccionar
- Lo único que te pido es que pases por mi en cierto punto de la cita, algo casual - intentó explicarse
- ¿Y eso para que? - ese hombre sí que era difícil
- Porque no es normal que un hombre comprometido salga con su cuñada que tiene novio - pensó en una excusa creíble - además tenemos que hacer que te odie más a ti y me desee más a mi -
- Así que quieres que te robe en tu propia cita y lo haga enojar - le había creído
- Exactamente - respiró tranquila al ver que no preguntaba nada más
- Bien, mándame la dirección del lugar y la hora en la que quieres que aparezca - dijo para luego colgar
Le pareció un poco extraño que aceptara la idea así sin más. Normalmente acostumbraba a tomar el lugar de su conciencia y decirle todas las razones por las que estaba mal y de cuántas formas posibles podría salir mal. Pero tal vez era que ya se había acostumbrado a sus locas ideas, o que de plano ya la había dado por perdida. Cualquiera que fuere la razón, como nunca antes rogaba por qué cumpliera con su parte del trato y la librara de esa pesadilla en la que ella misma se había metido.
Mientras ellos se concentraban en cumplir con un trato que ninguno quería continuar, algunos miembros del Clan planeaban su próximo ataque. Ya Kader les había dado la autorización para planearlo y llevarlo a cabo. June era quien estaría a cargo, y al menos por esa ocasión los demás le obedecerian, algo que llevaba tiempo deseando.
Pasaron las horas y llegó el momento de la tan ansiada cita, Bastian se había esmerado en planear todo lo que ese día harían, Elisa estaba de viaje con su padre por cuestiones de negocios por lo que eso no será un problema. Aunque tampoco era como si la estuviera engañando, solo saldrían en plan de amigos. Sí, eso era lo que él mismo se hacía creer. Pero muy en su interior sabía que ellos ya no eran amigos, apenas si conocidos y eso era lo que más le fastidiaba. No entendía qué pasaba con él, pero desde hacía tiempo no sabía hacer otra cosa más que tratar de llamar la atención de Maia, quería que volviera a tratarlo con la misma atención de antes, que lo mirara a él como ahora miraba a su dichoso novio.
Como detestaba a ese tal Kader, no soportaba verlos juntos regalandose miraditas, o caricias y todo era peor si se besaban. A veces le parecía que se exhibían frente a sus ojos solo para hacerlo enojar. Estaba consciente de todo eso y de lo que esa situación le provocaba en su interior, pero le gustaba pensar que se debía al descaro que Kader mostraba frente a él. Siempre haciéndose el amoroso y dedicado con Maia, pero cuando estaba con él le hacía entender con sus comentarios que solo buscaba el prestigio y el dinero de la familia Paris, y mientras lo conseguía podía darse la gran vida disfrutando del cuerpo de la hermosa rubia que tenía por novia.