Sí tiene corazón

Ya había anochecido, y después de haber pasado todo el día junto a la familia que ahora Kader sabía que tenía, él y Maia decidieron volver a casa. Esta vez fue Kader quien tomó el volante, para que Maia pudiera descansar. Mientras recorrían su camino de vuelta ambos se entretenían escuchando un poco de música y conversando de todo lo que habían vivido en ese día. Cabe decir que el más emocionado era Kader, a pesar que nunca se volvió a sentir solo después de haber conocido a Gillian y Felicie, ahora que conocía a su verdadera familia y quiénes fueron realmente sus padres, se sentía mucho mejor. 

Para él fue como si le quitarán un peso de encima que lo dejaba ser libre, una bocanada de aire que le permitía respirar. Y todo eso gracias a la Cobra que tenía a su lado. Si alguien le hubiera dicho meses atrás que esa malvada mujer a la que asaltaría una madrugada lo libraría de esa agonía que durante años lo había atormentado, se convertiría en la protectora de los suyos y lograría atravesar cada fibra de su ser hasta convertirse en parte de él… Bueno, probablemente le hubiera disparado.

Pero por muy extraño e ilógico que pareciera, eso mismo había ocurrido.

La euforia se mantuvo en el aire hasta que fue abruptamente por un mensaje inesperado que llegó al teléfono de Kader. Apenas lo leyó su rostro se mostró tenso, inquieto y preocupado. Maia lo notó de inmediato, y no dudó en preguntarle.

- ¿Qué sucede Caramelo? De pronto te pusiste serio - le preguntó intentando no atosigarlo

- No es nada - mintió - solo estoy cansado -

- Si te atreves a mentirme siendo tú tan sincero, significa que es más malo de lo que parece - sentencia - así que será mejor que me lo digas ahora antes de que te lo saque a mi manera -

- ¿Ah sí, y cómo planeas hacerlo? - quiso distraerla

- Tengo mis métodos, creo que no debo recordártelo - bromeó coqueta - pero no me cambies de tema. Dime que te tiene tan estresado -

- Felicíe me mandó un mensaje - le era difícil hablar del tema - encontraron la casa donde vivía tu madre y el resto de tu familia -

Esas palabras dejaron helada a Maia, después de tanto tiempo por fin conocería al menos una parte de sus orígenes. La idea la emocionaba, pero la aterraba por igual.

- ¿Tienes la ubicación? - le preguntó pasmosa

- Cobra, no creo que sea buena idea… -

- Tengo que hacerlo Kader, no sé qué vaya a encontrarme haya pero al igual que tú debo cerrar este capítulo de mi vida o no podré seguir adelante - le explicó sus motivos - quiero olvidar, necesito hacerlo, solo así podré ser feliz sin que las dudas del pasado me atormenten -

Kader se lo pensó un momento. Si alguien sabía el dolor que probarán las dudas de un pasado incierto y el sentirse estancado al no saber quien eres, quien fuiste o quien pudiste ser. Ese era él, y de no haber sido por Maia seguiría en ese mismo estado, era lógico que ella quisiera acabar con todas esas incertidumbres que a él lo aquejaron durante tanto tiempo. Pero no estaba seguro de que los resultados serían tan buenos como lo fueron con él.

- Está bien, tú ganas - accedió no muy convencido - te llevaré allá -

Pasaron largas horas en las que ambos se llenaron de nervios e incomodidad. Sobre todo Maia, quien no estaba segura de lo que le esperaba al llegar allá. Cuando el auto por fin llegaron, ella miró a su alrededor y vio que estaba en un lugar bastante solitario y que se notaba que era de clase baja. El auto estaba estacionado afuera de una casa humilde que se notaba llevaba mucho tiempo abandonada.

- ¿Es aquí? - preguntó nerviosa

- Así es - respondió dejando salir un suspiro - ¿Estás segura de querer hacer esto? -

- ¿Alguna vez me he retratado de lo que quiero? - respondió con otra pregunta

No necesitó más respuestas, era obvio que Maia no era de las que cambiaba de opinión con facilidad y esa no sería la excepción. Ambos bajaron del auto y con las manos entrelazadas caminaron juntos hasta la puerta, la cual Kader tuvo que forzar para poder entrar. Dentro de la casa todo estaba oscuro, la única luz que alumbraba era la de la luna que entraba por la ventana que estaba sin cortinas y la que brindaba la lámpara en el celular de Kader.

- ¿Cómo lograron encontrar este lugar? - preguntó mientras caminaba por el lugar - creía que mi padre había borrado todo rastro de mi origen -

- Y así fue, borró todo sobre ti y tu madre, pero no de la familia de ella, al menos no de toda - comentó acercándose a ella - al parecer tu mamá tenía medios hermanos, y ya que casi no tenían relación los contactos de tu padre no eliminaron su parentesco, por lo que al saber de ellos pudimos encontrar algo de tu madre, esta era su casa. Hasta donde Felicíe me contó aquí vivía con sus padres, algunos de sus hermanos con sus parejas y sus hijos -

Los ojos deaia volvieron a recorrer el lugar, sin poder creer aún lo que pasaba. Estaba en el mismo lugar donde su madre había crecido y dónde ella había nacido. Todo le parecía increíble y se sentía entusiasmada, hasta que recordó que era en ese mismo lugar donde durante una madrugada habían asesinado a su familia por órdenes de su propio padre. Esa idea la llenó de nostalgia. Era una extraña combinación de sentimientos, pero eso era lo que sentía. Por un lado tenía en su piel la sensación de estar en casa, el tener a su familia materna a su lado, con solo estar en ese lugar, pero le dolía saber que su nacimiento les trajo tantas desgracias a quienes no la merecían.

Kader la miraba preocupado, en verdad que no quería llevarla ahí. Pero el que ella haya tomado la iniciativa, lo hizo decidirse a tomar las cosas de frente y no tratar de adornar la realidad con explicaciones innecesarias. Sabía que si Maia le hubiera dicho la verdad de su pasado se hubiera molestado con ella y tal vez jamás se habría atrevido a volver a su ciudad natal para conocer a su familia. Y conociéndola como la conocía, sabía que con ella habría pasado lo mismo. Esos mismos sentimientos que estaba teniendo ahora la habrían detenido a pisar ese lugar. Tal vez así era más difícil de procesar, pero era más fácil de superar. Ya lo había comprobado unas horas atrás y esperaba que con Maia fuera lo mismo.