Pronto el Clan se encontraba a pocos metros del lugar donde se encontraba Kader. A lo lejos habían visto las motos de él y de June, por lo que hicieron grupos de tres y se dirigieron a diferentes direcciones, donde podrían rodearlos sin llamar la atención. Maia, Felicie y León iban juntos, con pistola en mano y atentos a todo lo que pasaba a su alrededor. Pronto escucharon las detonaciones de un arma, y se aterraron pensando que habían llegado demasiado tarde. Con mayor rapidez corrieron en dirección a los disparos y se ocultaron tras unos arbustos. Al espiar vieron a June, Jouna, y para su sorpresa, también Damien. A lo que notaron, este último fue quien le disparó a Kader, quien se encontraba de rodillas en el suelo. Los tres estaban ansiosos por atacar, pero sabían que debían ser pacientes y esperar a que los demás miembros del Clan estuvieran en posición o las cosas podrían salirseles de las manos.
Para su desgracia su paciencia fue probada a cada segundo, mientras veían a Jouna enterrando una navaja en el cuerpo de Kader. Maia contó 8 cortes, y en su mente juró que sería la misma cantidad de balas que le haría tragar por lastimar al hombre que amaba.
- Cobra agachate, o podrían verte - le ordenó León que la hizo esconderse a la fuerza
- Lo sé pero no puedo evitarlo - se quejó con rabia - ese maldito lo está torturando y yo aquí sin hacer nada -
- Tú misma nos dijiste que teníamos que esperar - le recordó Felicíe
- Ya sé, pero no puedo quedarme de brazos cruzados esperando a que lo maten - alzó la voz
- No hables tan fuerte que te pueden oír - la reprendió León - y aunque no lo creas Jouna no va a matarlo, al menos no por ahora -
- ¿Cómo puedes estar tan seguro de eso, no ves lo que le está haciendo? - cuestionó alterada
- Jouna puede llegar a ser muy cruel y sádico cuando se trata de torturar a sus enemigos - le aclaró - no se conformará con solo dispararle. Lo torturará tanto como quiera hasta que le supliqué que lo mate -
- Vaya desgraciado - murmuró al saber la clase de bastardo que era
- ¡¡MALDITO!! - escucharon el grito de Kader
Al mirar se encontraron con un cambio de escena que no se esperaban. El Caramelo amargo ya no estaba de rodillas a merced de su verdugo, ahora ambos se encontraban rodando en el suelo entre golpes, gritos y forcejeos. No sabían que lo había hecho estallar, pero no dejaba de sorprenderles la fuerza y el coraje con el que peleaba.
- Suficiente, no puedo quedarme sin hacer nada - habló empezando a moverse
- Maia, detente - la tomó del brazo
- No te atrevas a tocarme, que no se te olvide quien está al mando - lo miró con advertencia - voy a distraerlo hasta que todos estén en posición. Todos creen que ustedes me odian y pensarán que vengo sola. Eso deberá ser suficiente para que ustedes puedan intervenir y dejen de herir a Kader -
Ninguno de los dos se atrevió a detenerla. Maia se arrastró con sigilo para no ser vista y tomó posición justo frente al enemigo. Y buscó el ángulo correcto para atacar. Esperó unos segundos hasta que Jouna empezó a vencer a Kader, claro, él no estaba herido. Al ver su posición no dudó en apuntarle con el arma y disparar, dando justo en el blanco.
Jouna cayó al suelo dejando salir un grito de dolor, de su cadera corría sangre sin parar, llamando la atención de sus colegas que estaban escondidos vigilando. Todos buscaban al causante de la detonación dándoles la espalda a los miembros del Clan que ya se habían acercado. Incluso Kader se había quedado paralizado en el suelo, pensando que su familia había ido a su rescate.
- ¡¡Maldita sea, atrapen al imbécil que me disparó y matenlo!! - ordenó Jouna entre jadeos de dolor
- ¡Ya lo escucharon, busquenlo! - demandó June, quien ya se había acercado a auxiliar a su hermano
A su vez, Maia escuchó por medio de su audífono la confirmación de que todos estaban en sus posiciones, listos para atacar. Por lo que supo que era momento de empezar el show.
- No hace falta que me busquen - habló saliendo de su escondite y llamando la atención de todos - aquí me tienen -
Todos se quedaron asombrados al verla frente a ellos con un arma de oro a su costado y una sonrisa cínica en su rostro. Cualquiera esperaba que ella ya estaría en esos momentos en un avión en dirección al Occidente junto a su anciano esposo, y no frente a ellos atacandolos como si pudieran vencerlos. Y claramente el más sorprendido era Kader, quien tenía un montón de sentimientos encontrados. Su corazón estaba eufórico por volver a verla, pero su mente no lo dejaba olvidar que un par de horas antes estaba casándose con otro.
- Veo que no se esperaban verme - volvió a hablar, mientras en su mente delineaba un plan - me sorprende que creyeran que una simple boda iba a ser suficiente para deshacerse de mí. Como se nota que no me conocen lo suficiente, ¿Tantos meses perteneciendo a la misma familia June, y no aprendiste nada sobre mi? Que decepción -
- No te metas en esto Cobra - le habló June - tú nunca perteneciste al Clan y por lo que sé tampoco perteneces a los Paris. Así como lo veo te hicimos un favor casándote con el musulman -
- ¿Qué no pertenezco al Clan? - cuestionó molesta - ¿Acaso crees que tienes más valor que yo con los FireFriend? Le fallaste a quienes te apoyaron, vendiste a los tuyos por un par de monedas. Eres un maldito traidor June -
June no pudo sostenerle la mirada, en el fondo sabía que tenía razón.
- Te recomiendo que te vaya por donde viniste si no quieres que te matemos antes que a tu amante - le advirtió Damien con odio
- ¿Tanto miedo me tienes que prefieres que me vaya antes de intentar atacarme? - se burla de él - siempre supe que eras un cobarde -
- ¡¿Cobarde?! Creo que necesitas que te recuerde lo que te pasó cuando te metiste conmigo - intentó infundirle miedo
- Claro, porque sólo eres hombre cuando se trata de golpear a una mujer o una niña - espetó - pero cuando un hombre de verdad te hace frente se te quita lo macho. Dime algo ¿Qué sentiste cuando Kader casi te mata? Te salvé la vida, por cierto, deberías estar agradecido -