Asalto de Cartago

4.1 Después de la batalla: las sombras de los muertos, el sufrimiento de los vivos

En el horizonte, el sol se alzaba lentamente, iluminando las ruinas de Cartago, que alguna vez simbolizaron grandeza y poder. La ciudad, que antes deslumbraba con su belleza, ahora era solo un espectro de sí misma, destruida por el fuego y la crueldad de la guerra. Las calles, antes llenas de risas infantiles y del bullicio de los mercaderes, permanecían vacías, resonando únicamente con los ecos de gritos lejanos y lamentos. Alicia, madre de tres hijos, intentaba abrirse paso entre el caos; su corazón latía al ritmo del pánico mientras llamaba a sus niños, esperando escuchar sus voces como respuesta.

Cada paso era pesado, pues bajo sus pies yacían los restos de la antigua grandeza: piedras que hablaban de la ruina y recuerdos de una vida que alguna vez prosperó allí. Sentía cómo el miedo le comprimía el pecho, pero su instinto maternal la impulsaba hacia adelante. «¿Dónde están?» —susurraba, desesperada por encontrar alguna señal de sus hijos entre el caos infinito. Incluso el aire parecía cargado de dolor, cada respiro recordándole las pérdidas irreparables.

Al mismo tiempo, Marco, un joven guerrero romano, se encontraba en lo alto de uno de los últimos vestigios de las murallas de Cartago, observando la devastación causada por sus legiones. Su corazón estaba lleno de emociones contradictorias: orgullo por la victoria y un profundo pesar por los amigos que habían muerto en aquella cruenta batalla. Cada uno de ellos no era solo un compañero de armas, sino parte de su vida, parte de su alma. Las sombras de los caídos, evocadas en su memoria, lo perseguían como fantasmas que recordaban el precio pagado por la victoria.

«¿Es realmente esto lo que quería?» —pensaba, recordando sus rostros, sonrisas y bromas compartidas antes del combate. Ahora esos recuerdos se habían convertido en un peso que no podía soltar. La guerra había arrebatado no solo vidas, sino también una parte de su propia alma. Sus ambiciones, antes claras y firmes, comenzaban a desvanecerse en un mar de dudas y preguntas. ¿Cuál era el precio de la gloria? ¿Valía la pena luchar por un imperio si significaba perder todo lo que amaba?

Alicia, continuando su búsqueda desesperada, encontró un grupo de mujeres que también buscaban a sus hijos. Sus ojos estaban llenos de lágrimas, y sus corazones, de dolor. Juntas, unieron fuerzas intentando hallar algún rastro de sus pequeños. En esa comunidad de dolor hallaron apoyo, pero también nuevos miedos. Cada sonido, cada movimiento podía ser señal de un peligro inminente, y el miedo se convirtió en su compañero constante.

—Debemos permanecer juntas —dijo una de ellas, con voz firme a pesar del temor que sentía por dentro. Alicia asintió, comprendiendo que la fuerza de la comunidad podía ayudarla a enfrentar lo desconocido. Comenzaron a buscar entre las casas destruidas, esperando encontrar algún rastro de sus hijos. Cada esquina vacía, cada sombra emergente en la oscuridad les recordaba las pérdidas sufridas.

Marco, observando el caos, comprendió que su papel en la guerra no se limitaba a la acción militar. Se había convertido en testigo de la destrucción, una destrucción que ninguna victoria podía justificar. Cada soldado muerto, cada casa derruida, se grababa en su memoria, persiguiéndolo hasta el final de sus días. Entendió que la guerra no solo da forma a los imperios, sino que también rompe destinos humanos, dejando tras de sí solo recuerdos de lo que fue y lo que nunca volverá.

En esta nueva realidad, donde la grandeza de Cartago se había transformado en ruinas, Alicia y Marco comenzaron a comprender que sus caminos, aunque distintos, podían cruzarse. Ambos eran víctimas de la guerra, y sus recuerdos de los caídos, de las pérdidas, se convirtieron en parte de su lucha por sobrevivir. Esta lucha, iniciada entre los escombros, podría convertirse en la base de un nuevo comienzo, si hallaban fuerza en sí mismos y en el uno al otro.



#1754 en Otros
#323 en Novela histórica

En el texto hay: roma, cartago

Editado: 17.12.2025

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.