Asalto: Lupus

Vigésimo octavo Expediente: Silencio

Durante el resto del velorio todo fue normal. Parecía que la gente ya estaba satisfecha con haberse despedido en persona de Linda, mas la madre de ésta dijo unas últimas palabras, traducidas para todos por Alba, la madre del detective de Angraterra.

Thank you so much for coming. I do not know you all. But what I know is that you all love my sweet Linda.

–Gracias a todos por venir. No los conozco, pero lo que sí sé de ustedes es que todos amaron a mi dulce Linda.

Since she was a pup, I saw in her eyes the determination to do things that nobody can. I saw the fire of the emotion burning, ready to be a strong, independent and royal woman.

–Desde que era una cachorra, vi en sus ojos la determinación de hacer lo que nadie puede. Vi el fuego de la emoción ardiendo, lista para ser una fuerte, independiente mujer de la realeza.

Today, we cried for our lost. Tomorrow, we shall smile for her. Is what she will wanted. Good night, and thanks again.

–Hoy, lloramos por nuestra perdida. Mañana, debemos sonreír por ella. Es lo que hubiera querido. Buenas noches y gracias de nuevo. –Una vez dicho eso, todos pasaron a darle el pésame a la mujer, mientras que, al final, la teniente Hellkite y su esposo, el comandante Hellsong, se acercaron a la triada de manera formal, cuando todos se habían ido, excepto la manada de Albus.

Lady Alba, Lady Lavanda, Lord Aaron. Thank you so much for coming. Welcome to Mozhikon. I’m so sorry for your lost. I will take all the responsibility for this unfortunate event –dijo con seguridad el león, a lo que fue detenido por Alba con una sonrisa.

–No se preocupe, comandante. Sabemos qué sucedió. No es necesario que se culpe por este horrido incidente.

–Agradecemos también su amabilidad en ofrecerse en llevar a Linda personalmente de regreso a nuestra patria, pero esos asuntos familiares son mejor tratados por la misma familia. Además, Linda era, sin dudas, la persona más querida en nuestros hogares, como en la manada de Albus –explicó Aaron al ver el ataúd de la joven.

–Nos encargaremos de quedarnos aquí a cuidar de Linda hasta que sea tiempo de llevársela mañana temprano. No se preocupen por ello.

No, please. I have someone in mind to do that job. –Al decir eso, Lavanda mira a Janeth, quien se sorprende un poco de esto, aunque no había entendido del todo lo dicho.

Janeth? She is just a rookie in the department. She has no great experience and is still in training to be a truly officer and detective –explicó Hellsong, a lo que Lavanda respondió.

Linda told me so much about you, my dear –confesó la zorro al acercarse a Janeth, acariciada la mejilla de aquella por la suave mano de Lavanda–. She said all to me. I can remember it like it was yesterday: «Janeth is timid, naïve and unexpert. But I can see in her eyes the same fire you saw on me. I know she will be a great detective once she got the enough experience. She is smart, brave and has a golden pure heart like no other. And is horny every time Albus is near». –Eso provocó risillas de todos, pero porque era normal que eso pasara, no de burla hacia la chica. –She trusts you, more than anyone in this group. No offense boys, but we girls have a special connection, isn’t it, Alba?

Of course we do. Cuídala bien, Janeth –mencionó la madre de Albus, para luego hablar Janeth entre lágrimas.

–Linda fue la única que no me juzgo desde el inicio. Es una gran amiga, desde un inicio lo fue. No tienen idea de lo mucho que siento su pérdida. La quise demasiado, como una hermana. Sé que suena tonto, porque apenas y tenemos meses de saber la una de la otra, pero en verdad, era como mi familia –expresó la joven sin poder dejar de llorar, limpiadas las lágrimas por Lavanda.

We know you do, darling. Take care of her. Speak to her. Say everything you want. I know she will listen to your last goodbye. –Una vez dicho eso, Lavanda besó la mejilla de Janeth y pasó a retirarse, seguida por Alba, quien agradeció.

Por último, Aaron se detuvo y miró una vez más al féretro con los brazos tras la espalda, cuyo suspiro infló su gran pecho una última vez.

–Desde que Linda y Albus se conocieron, el mundo de ambos se llenó de color. Se hicieron promesas bobas, como que llegarían a ser famosos, que tendrían la mejor manada de todas y que irían hasta la tierra de los Dioses a ver la gran luna en los cielos. Casi cumplen todo. Tal vez tu puedas llevar a Albus hasta allá, miss Jensen. Confío en usted. –En ese momento, el lobo le ofreció una pistola blanca a la joven, misma que tenía el escudo del clan Wilson–. Take it. It may be helpful someday. –Janeth recibió el regalo, por el cual agradeció. Sin más qué decir, Aaron se retiró, yendo detrás de él Noir y Tony, pues éste último debía llevar al otro a casa a descansar.

Al final, Janeth hizo lo que le aconsejó Lavanda. Una vez que estuvo sola, encerrada en la capilla donde velaron a Linda, comenzó a hablarle.

–Amiga, lamento tanto que éste haya tenido que ser tu destino. Me da tanto coraje saber que apenas nos estábamos conociendo, que nos sentíamos más y más en confianza, para que todo tenga un abrupto fin tan terrible como el que te sucedió. Estoy tan llena de ira, tan triste… ¡Me siento inútil! ¡Estúpida! Debimos saber algo antes. ¿Cómo no nos dimos cuenta que la torre tenía algo que ver? Todo esto es ritualistico, era obvio que algo había ahí. Y mira a lo que nos llevó. Lo que tuvimos que pagar. Linda, lo siento tanto por no poder hacer nada para ayudarte. Lamento que hayas tenido que ir hasta allá. Debí ser yo quien estuviera ahí, no tú. Todos te necesitan a ti, no a mí. Perdóname, amiga. Por favor. –Los lamentos de Janeth, junto a sus gritos de dolor, hicieron eco en el desolado sitio, mientras que el inerte cuerpo de Linda fue mojado por accidente gracias a una lágrima de la mujer, cuya mejilla fue limpiada por ésta, notado lo fría que estaba su amiga.




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