Inequívoca, la chica trató de evitar algo terrible, mas ya estaban esperándola justo fuera de donde se hallaba con Albus. Aquella persona le impedía el paso y sonreía con una siniestra mueca de deseo, así como de locura.
–¿Alyssa? –cuestionó la híbrida al ver a la líder de la sociedad de alumnos, extrañado Albus por la mujer, notado algo sobre ella.
–¿Cómo es posible? ¿Quién rayos eres? –Ante aquello, la joven humana levantó su mirada y vio a los jóvenes que tenía enfrente, fascinada.
–Estoy tan sorprendido de que hayan llegado tan lejos. Sin embargo, no puedo permitir que abandonen este lugar con vida. Una lástima, en verdad, pero es tiempo de atar cabos. –Sin más qué decir, la joven levantó su mano y expulsó de aquella una energía oscura que fue directo a Linda, interpuesto Albus con un escudo mágico que creó al instante.
–Un necromante. Parece que estaban vigilándonos más de cerca.
–Ha, ha, ha! You all Magical Court dumbs deserves only death! –entonará la humana con una voz profunda y macabra, dibujado un círculo mágico oscuro bajo de ella, al igual que Albus invocó uno luminoso a sus pies, lanzadas flechas mágicas hacia su oponente, cubiertas por espectros que emergerán de su sombra, para salir más a los costados oscuros del pasillo, atacados estos por un aliento de fuego del lobo, lo que los destruyó al instante.
–¡Linda, huye de aquí! ¡Avisa a quien sea para que nos apoyen!
–No hay nadie. Yo mismo me aseguré de ello –Alyssa tronó sus dedos y los guardias cercanos, ahora zombificados, rodearon a los jóvenes, listos para atacar.
–Nine zombies. This man is strong… –admitió el lobo, nervioso ante lo visto.
–¿Qué haremos ahora?
–Voy a pelear. Puedo al menos distraerlo lo suficiente para que puedas irte y avisar a mi abuelo –dijo Albus, temeroso, pero decidido.
–¡No! No voy a permitir que eso suceda. –En eso, Linda notará que uno de los guardias tiene un arma en su pantalón, por lo que lanzará corriendo hacia él.
–¡Linda!
–I’m here, wolfy! –expresó Alyssa al arrojar lanzas oscuras que Albus consiguió cubrir a fuerzas, arrojados dos zombis hacia él que logró sujetar con cadenas mágicas.
Por su parte, la chica mitad zorro pudo evadir al muerto que estuvo a punto de atraparla. Tomó la pistola de su pantalón y apuntó a su cabeza con ella, conseguido disparar una bala que le hizo estallar dicha parte de su cuerpo, derrumbado al instante.
Otro par de difuntos fueron a por ella, pero la joven, con ambas manos en el arma, consiguió darle en la testa a cada uno, lo que les dio descanso eterno.
–¿Desde cuándo sabes disparar tan bien? –preguntó Albus, impresionado, visto que la joven temblaba y apenas escuchaba por el ruido de su arma–. ¡Demonios! ¡No me digas que es la primera vez! –En eso, un montón de espíritus oscuros sujetaron de todos lados a lobo, inmovilizado por ello.
–¡Albus! –gritó Linda al ver aquello, visto cómo Alyssa se acercaba a él.
–It’s over, scheiße! –La humana puso su mano cerca de la cabeza de Albus y de ésta nació un brillo púrpura que se volvió oscuridad pura, abierta una boca con afilados y torcidos colmillos frente a los ojos del lobuno.
–Shit… –No obstante, Linda disparará a su compañera, aunque ésta activará un escudo que provocará la bala rebote y casi le dé a Albus.
–¡No le dispares! ¡Casi me matas! –gritará el lobo, asustado y molesto.
–Well… Someone have guts! –expresó la humana, tronados sus dedos para que un montón de sombras vayan a por Linda.
En eso, la chica notó que, justo al lado de ambos jóvenes con magia, había un par de extinguidores. Por lo que, de inmediato, y usando toda la paciencia que el reducido tiempo pudiera darle, la joven disparó con precisión tres balas antes de ser alcanzada por los espectros, perforado uno de los extintores y provocado que aquel estallase junto con el otro, lo que golpeó a ambos magos en el proceso, desparecidas las sombras, liberado también Albus, quien retrocedió lastimado.
–You are fucking nuts! –gritó el lobo, asustado y lleno de mezcla de carburos y sulfatos–. Gracias. Terminemos con esto. –Molesto, Albus reuniría mucha magia a su alrededor, para luego expulsar un poderoso aliento luminoso que, sin dudas, chocó con algo dentro de la densa nube de polvo extintor.
Aquello provocó que algo fuera invocado, lo que generó un poderoso destello, seguido de una oscuridad que cubrió de inmediato al necromante, cosa que creó una extraña presión en el aire, alertado Albus por eso.
–¿Lo lograste? –En eso, el lobo tomó de la mano a Linda y lanzó un montón de flechas mágicas mientras corrían a la ventana más cercana. –¿Qué haces?
–Jump! –gritó Albus, atravesando ambos la salida al exterior del quinto piso, para luego el lobo tomar a su amiga en brazos y conjurar un amortiguador de caídas que les hizo arribar al suelo sin daño, vueltos ambos invisibles y corriendo tomados de las manos por la acera lo más rápido que pudieron, en favor de escapar.
Una vez un par de cuadras lejos, la magia se desvaneció y Linda tomó su móvil para marcar al capitán Jefferson, al igual que Albus lo hacía a su padre.
–¿Cómo es posible que ella fuera un necromante? –preguntó Linda mientras esperaba a que contestaran.
–No era un humano. Tenía un hechizo de cambiar apariencia encima. Tal vez desde la primera vez que la viste era el necromante –confesó el lobo, asustada la joven por ello, contestado el teléfono de la oficina de policía, pasada la llamada a Jefferson.
–¡Capitán! Debe ir a la universidad de inmediato y arrestar a Schrödinger. Él y su hermano son necromantes. Creo que Peter nos atacó a Albus y a mí en la escuela disfrazado de Alyssa Hopkins –explicó Linda, lo que hizo al capitán buscar información sobre aquella persona a la que mencionó.
–Alyssa Hopkins lleva 20 años muerta. ¿Cómo demonios se le pasó eso al colegio? ¿Qué demonios está pasando? ¿Dónde están? –respondió Lucas, preocupado.