- Hola- dijo una voz animadamente
- Hola –respondió la otra con desgano
- ¿Qué tienes?
- Nada solo estoy pensando- trató de esquivarle
- ¿Y en qué piensas?
- En nada
-¿Por qué no quieres que lo sepa?- se extrañó- ¿Qué tienes en la mano?- preguntó curioso
- Algo para ti
- ¿En serio? ¿Y qué es?-estaba excitado
- Es una pastilla mágica. Te hará entrar en otro mundo, en un lugar fascinante. Tómala
-Agarro la pastilla y se la trago en un segundo- No sabe mal, pero ¿Por qué sigues triste?
-Porque a dónde vas no puedo ir contigo. —confesó con pena
-¿Qué has hecho? ¿A dónde voy? – grito asustado
- Al mundo real, cuando yo desaparezca podrás verlo, y serás feliz.
- ¡Yo soy feliz contigo!!
- Prométeme que no intentaras que regrese
- ¡No!
- ¡Promételo!
-¡Esta bien!- se echaron a llorar mientras se abrazaban fuertemente.
Al despertar estaba solo, por primera vez en tantos años y para siempre en adelante. Los médicos que observaban tras el cristal anotaron en su ficha luego de 25 años de internamiento de paciente: CURADO.