CHP 6

Theo

¡La he liado! ¡Joder, joder, joder!

Si tan solo no la hubiera tocado

Si tan solo no la hubiera besado

Si tan solo hubiera sido más sensato

Maldición y ahora no dejo de pensar en su deliciosa boca, en su cuerpo, la sentí tan mía en se momento. Estoy que me apuñaló con mi propia espada, no puedo pensar así de esa niña, no es más que un método para volver a mi mundo.

Lo que más me cabrea de esta situación es que quiero más, joder quiero más, y de no ser por el mariquita de su amigo lo hubiese obtenido.

No lo pensé dos veces y me largue de ese lugar en un abrir y cerrar de ojos, necesito estar lejos de ella con urgencia. En ese momento aproveché que estaba distraída hablando con el cara de pito ese y me desvanecí en una nube negra. Desde que salí me fui al primer bar que encontré e intente ligarme a alguna chica.

Cogí horas con la primera chica sexy que encontré pero no podía sacarme de la cabeza a esa niña que ahora ya no es tan niña ante mis ojos. A la final terminé matando a la chica, tal vez no conseguí lo que quería <<Olvidarme de Tracy>> pero renové mis energías y eso es algo bueno.

Voy pasando por las frías calles de esta maldita ciudad, pero paro en seco en frente del vidrio de una tienda, en el televisor pasan las noticias y es claro como esos malditos están atacando a todo el mundo. Es imposible que tantos de ellos hubieran cruzado el portal, además de que aún no he descubierto quien es el mago que está ayudando a estas criaturas.

Luego de unas horas regresó a la casa de Tracy, necesitamos pensar un plan para detener las muertes, soy un maldito asesino y todo pero si no lo hago de igual ella intentara hacerlo y es más fácil que yo la ayude a que ella se mate en el intento.

Llego a casa y me sorprendo cuando siento que está en compañía, me alertó cuando escucho algunos reclamos, por el olor que emana debe ser la amiga fastidiosa. Me relajo mirando cosas en su computador, leyendo uno que otro libro, pasan horas y horas y ella no se va, juro que si no se larga ahora bajo y la saco a patadas yo mismo.

Y como si mis suplicas fueran escuchadas escucho la puerta de entrada abrir y cerrarse, segundos después aparece Tracy por la puerta de su habitación.

—¿Qué haces aquí? –Alzo una ceja altanero, realmente creí que tendría un peor recibimiento –¿Sucede algo?

—Pensé que tu amiga nunca se iba a ir, parece un loro, habla, habla y no se cansa, la chica es linda pero en cuanto abre la boca todo ese encanto se va a la mierda.

—¿Qué haces aquí Theo?

—¿Viste las noticias? –Asiente con la cabeza y continuo –Están buscando el libro, es peligroso que te quedes aquí sola, aunque no quiera debo estar cerca de ti para protegerte.

—No es necesario, el libro me puede proteger

—¿Y qué crees que pasara si el libro se vuelve a dañar? ¿Que pasara si algo o alguien anula el hechizo de protección? Me necesitas, yo te necesito –La necesito para volver a mi mundo, si es eso, no es como que la necesite para algo más, es una humana más, con una jodida y deliciosa boca y...joder.

—Bien… —Asiento y me volteo para irme, de verdad quiero irme pero el saber que está enojada por lo que hice...

—Lo lamento…—Susurro y trato de que este sentimiento no me mate.

—¿Qué?

—Lo lamento niña –Joder como duele pedir perdón, me quema ser tan amable

—¿Por qué? ¿Por besarme o por desaparecer y dejarme votada en la montaña? –Ja, no lamento haber probado esos labios rosados.

—Por ambas –Rio incrédulo—. ¿Entonces? Di que sí, yo no soy de pedir perdón, estoy haciendo un gran esfuerzo —Y bien grande...

—Lo sé y si, estas perdonado, solo no lo vuelvas a hacer —¡Por fin!

—Vale, por cierto Jones, besas bien –Le sonrío antes de salir de su habitación y perderme entre la oscuridad del pasillo.



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Tracy

Una hora y media esperando a que pase algo, a que venga algún monstruo y no llega nada, no he visto a Theo desde entonces, debe estar en el patio.

¿Estará bien?

Pero qué cosas digo, es Theo Müller, ese demonio está más que bien...maldición de igual quiero ir. Sin pensarlo dos veces salgo de mi cuarto y bajo al patio.

La rejilla del patio está cerrada, eso quiere decir que él no está aquí, entonces a donde pudo ir?

—¿Me buscabas niña? —Me volteó y veo a Theo en la rejilla.

—Pensé que no estabas aquí...

—Hmmm, ¿que necesitas? —Yo... ¿que necesito? No sé por qué vine aquí en primer lugar. —¡Hey te estoy hablando!

—Yo...eh vine a...ver si has visto a algún monstruo, si eso –Suelto una risa nerviosa, el me mira incrédulo y se ríe.

—No, es extraño parece como si estuvieran esperando el momento exacto para atacar

—¿No estamos seguros aquí cierto? Pienso que lo mejor es irnos de aquí, podrían atacar la casa y no sabría qué explicación darle a mis padres si llegan y ven media casa destruida —Rio.

—Si así lo quieres en la mañana partiremos, nos iremos al bosque, a unos metros de aquí hay una cueva, estoy seguro de que te gustara.

Es imposible para mí no sonreír por la manera en la que me está hablando.

—De que te ríes niña tonta —Ya está volviendo a ser el Theo de siempre

—Estas siendo amable conmigo —Le sonrió y el me mira mal.

—¿Quieres que vuelva a ser una mierda contigo? —Niego rápidamente —Entonces cállate —Ruedo los ojos.

—Theo no eres tan malo como dicen...

—No, escúchame bien, no intentes tu psicología conmigo, ni tu ni nadie podrá cambiarme, soy una asesino, un demonio, un fenómeno y a la vez soy catástrofe —Él se acerca a mi mientras va hablando —Te cuido porque necesito volver a mi mundo, solo eres un peón más en este estúpido juego.

—Di lo que quieras pero en el interior aún quedan restos de lo que algún día fue un buen hombre -pongo mi mano en su mejilla, lo toco suavemente, toco su mejilla, su nariz y su pelo. Por un momento veo un leve rastro de tristeza en su rostro, me acerco más a él y quedamos a unos cuantos centímetros.

—Yo soy muerte, soy dolor, soy fuego...