Asesino de Fantasía

CHP 9

 

 

Siento algo sobre mi estómago que empieza a subir por mi pecho hasta llegar a mi rostro, algo lame mi mejilla y me despierto asustada. Abro los ojos y me encuentro con el gato negro de ayer, sus ojos me miran fijamente y me levanto de la cama como puedo.

Me duele el abdomen y me duele la cabeza como si hubiera bebido un bar entero. Miro a mi alrededor y me doy cuenta de que estoy en mi habitación, ¿Como llegue aquí?

Ayer me desmaye al darle energía a Theo y desde ahí no supe que más sucedió. Son las siete en punto, aún falta bastante para la ceremonia de graduación. Salgo de mis pensamientos cuando mi teléfono empieza a vibrar, el nombre de Cezy resalta en la pantalla y contesto en seguida.

—¿Si buenas servicio al cliente? —Digo sabiendo que está enojada y es mejor bajarle los sumos.

—¡Qué servicio al cliente ni que putas! ¡¡En unas horas es la ceremonia y tú no te has hecho ni las uñas!! —Grita del otro lado y tengo que alejar el teléfono de mi oreja para no quedar sorda.

—Tranquilízate aún queda tiempo, ven por mí —Cuelgo antes de que reproche. Veinte minutos después ella llega echando humo por la cabeza y ni que decir de su cabello.

-El día apenas está empezando y ha sido una mierda! —Grita saliendo de su auto.

—¿Que te sucedió en el pelo? ¡Pareces un payaso! —Suelto una carcajada y ella me mira mal.

—Timmy me hizo una broma precisamente este día, necesito un peluquero urgente y un masajista, andando! —Ambas entramos a su auto, hago un esfuerzo extremo por no reír de más, pero es que es imposible, su pelo parece un arcoíris esponjado.

—¿Y bien? —Ya estamos en carretera, gracias al cielo la peluquería no queda muy lejos de aquí.

—¿Y bien qué? —Pregunto desorientada. Ella suelta un suspiro y me mira.

—¿Me vas a contar lo que te pasa o vas a estar todo el viaje suspirando a la nada? —Abro los ojos asombrada, no siquiera me había dado cuenta de que estuve suspirando.

—No me pasa nada, solo...estoy nerviosa por lo que será de nuestras vidas después de hoy

—Si aja y yo soy Madona —Pone los ojos en blanco y estaciona el auto.

—¿Qué haces? —Apaga el carro y se acomoda en la silla para quedar frente a mí.

—Cezy... —Abro la boca para contarle, pero las palabras no me salen.

—Suéltalo... ¿Es un chico? ¿Son tus padres? ¿Qué? ¿Qué?

—Si...es un chico, precisamente es el tipo del que te hable aquella vez.

—¿El imbécil con aires de Christian Gray? —Asiento y empiezo a jugar con el borde de mi blusa para no mirarla.

—Él y yo hicimos...bueno —Es más fácil pensarlo que decirlo —Ayer perdí mi virginidad con el —Lo digo rápidamente y ella abre la boca en una O gigantesca.

—¡Oh por Dios, por fin! —La miro confundida y ella se ríe —Nena no es por nada, pero siempre pensé que terminarías sola y con veinte gatos. —Inevitablemente también me echo a reír, la verdad es que yo también lo creía.

—Pero...

—Oh no, siempre hay un PERO —Sonríe —¿Que sucedió?

—El no siente nada por mí -Ahora es ella quien está confundida.

—Espera, ¿te hizo el amor y no siente nada por ti? Explícame por qué no estoy entendiendo.

—Bueno yo no diría hacer el amor —Suspiro —Es complicado —Muerdo lo labio nerviosa e indecisa, ella lo nota y asiente.

—¿Qué tal si después de ir a la peluquería me cuentas? —Asiento lentamente y ella me da una sonrisa reconfortante. Pone el auto en marcha y volvemos a la carretera, llegamos en menos de lo que canta un gallo a la peluquería.

—¡Por Dios niña que te paso en el pelo! ‘Qué horror! —Grita un chico que por como grito y por los gestos que hace es obvio que es gay, se acerca a ella y la mira asustado.

—¡Lo sé Gary, lo sé! ¡Necesito que arregles esto cuanto antes! —Grito desesperada Cezy.

—Tranquila nena, en menos de lo que canta un gallo estarás diva y regia —Ríe y se la lleva a otro lado.

—Hola y bienvenida —Me dice la chica de recepción —Mi nombre es Lucia, mucho gusto —Me estira la mano para que la salude y respondo sin dudarlo.

—Tracy…

—¿Que te gustaría hacerte en el pelo?

—No lo sé, pensaba solo cortarme las puntas y retocarme un poco.

—¿Eso es lo que quieres? Supe por Cezy que hoy será su graduación, ¿no te gustaría un cambio de look? —Impulso de idiotez aquí viene...

—Hmmm si porque no —Sonrió y ella me guía a otro lugar, me muestra varios colores que están de moda y otros de la temporada pasada.

—Pienso que te quedaría bien un rojo pasión —Ríe —Pero me doy cuenta de que eres una chica segura pero reservada, ¿te gustaría un castaño oscuro?

—Claro! El rojo es muy bonito pero creo que paso —Ambas reímos y minutos después ella empieza a hacer su magia.

Horas de risas y chismes después Gary y Lucia terminaron con nosotras, nos veíamos espectaculares, yo con castaño oscuro y Cezy con su rubio platinado de vuelta. Pagamos y regresamos a mi casa para hablar sobre...eso.

—Aquí estamos, vomítalo, suéltalo, desengánchalo y lo que sea que termine en -alo —Ríe.

—Okey, esto que te voy a contar va a ser muy extraño y tal vez no me creas pero necesito que me escuches sin interrumpir ¿okey?

—Okey comandante

—Veras, el día de la excursión cuando estaba explorando me topé con un lago, en ese lago había un libro y como ya sabes soy una come libros aficionada y me lo llevé sin pensar en que si tenía dueño.

Ella asiente

—Cuando llegue a la casa leí ese libro sin parar porque era súper interesante, horas después empecé a ver sombras por toda la casa y sentía que alguien me observaba. Esa misma noche me encontré con una sombra extraña en el patio, el sabia mi nombre y él me dijo el suyo

Ella asiente

—Theo...su nombre es Theo, es el mismo chico que me arrastró aquella vez. Al pareces el proviene de otro mundo, del mundo del libro ese y por alguna extraña razón el llego a este mundo, no solo el, cientos de monstros y de tipos malos están en la tierra.

Ella abre la boca asombrada pero no dice nada.

—En fin, nos hemos besado unas dos beses y las dos veces me ha gustado, en la segunda me di cuenta de que en realidad me gusta y pues él no lo sabe. Ayer intentamos hacer que los monstruos regresaran al libro, pero salió mal y Theo terminó sin energía, y la única forma de que él se alimente es a través del sexo y creo que ya sabrás el resto.

—Okey esto es mucho para procesar —Se levanta de sillón y empieza a dar vueltas alrededor de la sala.

—Sé que no me crees, pero te digo la verdad Cezy.

—Te creo... —¿Qué? —Hace unas semanas un monstruo volador apareció en el cielo y ni siquiera los científicos saben que cosa es, te creo Tracy...

—¡¿Enserio?! —Asiente —Joder, creí que me tacharías de loca.

—¡Oh y lo eres! Como se te ocurre involucrarte con un tipo así Tracy Emilia Jones De La Oz.

—Ya basta de cambiarme el nombre siempre que estas enojada, no es mi culpa que esto pasara.

—Lo sé -Suspira —¿Dónde está el?

No me había percatado de eso hasta ahora, ¿Dónde esta Theo? Por lo general amanece en el sofá de la sala, pero no está, ¿Estará enojado?

—No lo sé, desde anoche no se dé el.

—Entiendo —Asiento —Bueno, no te desanimes por eso, mejor ves a bañarte por que nos quedan dos horas para maquillarte, yo me iré y volveré en una hora ¿Okey?

—Okey comandante —Repito lo que hizo hace un rato y ambas reímos.

—Hasta luego soldado —Se despide y se va dejándome sola en la casa. Nunca había notado lo sola que me siento cuando no están mis padres en casa. La ausencia de Jeremy es realmente notoria...

Una hora después ya estaba ella en la entrada tratando de tirar la puerta, media hora después ya estaba maquillada y lista para graduarme.

—¿Estas nerviosa? —Pregunta Julio a mi lado izquierdo. ¿A este hombre todo le queda bien o soy yo?

—Un poco —Le sonrió, me toma de la mano y da suaves caricias en mis nudillos.

—¿Qué te parece si salimos mañana?

—Claro, déjame decirle a Cezy...

—Tracy... ¿sabías que tres son multitud? —Ríe y me pongo nerviosa —Quiero tener una cita solo contigo...

—S-si...claro —Y entonces dicen mi nombre y me levanto de la silla nerviosa, todo el mundo me mira orgulloso, graduarse con honores no es algo fácil, subo a recibir mi diploma y en primera fila veo a mis padres felices, mi madre está llorando de la felicidad y mi papá haciéndome barras.

—Felicidades —El decano y yo estrechamos nuestras manos y nos tomamos la foto. Al final todos lanzamos los birretes al cielo y nos abrazamos. Mi tiempo en la universidad terminó y empieza un nuevo capítulo de mi vida... uno donde no estará Theo.




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