Asesino de Fantasía

CHP 21

 

 

Theo

—Yo...creo que se dónde puede estar... —Digo haciendo que todos me volteen a ver. —Se que suena loco pero es así.

—Cariño a que te refieres? —Dice Tracy

—Veras, el mes que desaparecí, estuve buscando la manera de regresar a Calika sin necesidad de usar el libro. Entre tantas búsquedas termine topándome con una anciana que me conto muchas historias, una de ellas fue sobre la fuente de la juventud.

 

Flashback

Me encontraba inmerso entre las estanterías de la antigua biblioteca a la que me vi obligado a entrar como último recurso, el internet es mágico, pero existe mucha más información en los libros. El silencio se rompía solo por el suave crujir de las páginas y el eco distante de los pasos de otras personas buscando libros.

Estaba con la mirada fija en los títulos de los libros que hablaban de portales a otros mundos, pero note la presencia de la anciana bibliotecaria, que se acercó con paso ligero hacia mi

—Joven, ¿qué es lo que buscas en esos tomos antiguos sobre portales a otros mundos? —Preguntó con una sonrisa amable.

Absorto en mi tarea, apenas levante la mirada, respondiendo sin mucho interés —Estoy investigando sobre fenómenos misteriosos y portales que conectan nuestro mundo con otros. Es una búsqueda personal.

La bibliotecaria, sin desanimarse por la falta de atención, decidió compartir algo más que información seca de los libros. Se sentó frente a mí y comenzó a relatar historias locales, leyendas que se tejían entre las callejuelas de la ciudad. Habló de puertas secretas en antiguas plazas, de criaturas mágicas que danzaban en la penumbra y de portales olvidados en los recovecos de edificios ancestrales.

A medida que la bibliotecaria hablaba, mi atención se volvía más aguda. La riqueza de las narrativas locales resonaba en su alma aventurera, y la curiosidad crecía con cada palabra. La anciana mencionó entonces la joya más preciada de todas las historias: la fuente de la juventud.

Ahora intrigado por lo que decía, alce la vista y me encontré con los ojos brillantes de la bibliotecaria. Ella me contó sobre la fuente mágica oculta en algún lugar del bosque que resguardaba los secretos de las montañas que rodeaban esta ciudad.

—Había una vez, en lo profundo del bosque, una fuente mágica que susurraba secretos de eterna juventud. Sus aguas cristalinas brillaban con la luz de la esperanza, y su leyenda se extendía por generaciones.

Los lugareños, intrigados por la promesa de la fuente, se aventuraban entre las frondosas ramas y los senderos ocultos. Siguiendo el canto de los pájaros y el susurro del viento, encontraban finalmente el lugar donde la magia fluía.

El guardián de la fuente, una criatura sabia y anciana, les contaba la historia de su origen. Se decía que la fuente estaba conectada con los mismos hilos del tiempo, un regalo de los dioses para aquellos que buscaban la eternidad.

Cuentan que aquellos que bebían de sus aguas experimentaban una transformación mágica. Las arrugas desaparecían, la vitalidad regresaba, y el corazón latía con la energía de la juventud perdida. Sin embargo, la fuente no concedía solo la juventud del cuerpo, sino también la del alma.

A lo largo de los años, viajeros de todos los rincones del mundo se embarcaron en expediciones para descubrir este tesoro oculto. Algunos, motivados por la avaricia, intentaron explotar sus poderes, pero la fuente resistía, recordándoles que la verdadera juventud no se encuentra en la posesión egoísta, sino en compartir la magia con aquellos que lo necesitan.

La fuente de la juventud se convirtió en un símbolo de esperanza y sabiduría, recordándonos que la verdadera riqueza se encuentra en la conexión con la naturaleza y la generosidad hacia los demás. Así, la historia de la fuente de la juventud perdura, recordándonos que la eternidad está en la esencia de nuestras acciones y en el respeto por la magia que nos rodea.

Quede totalmente intrigado por la manera en que conto la historia, y a su vez un poco asustado, después de todo la descripción que daba y la manera tan estúpida en como todo conectaba me hacía pensar que el maldito lago donde lleve a Tracy estaba conectado con esta fuente de la juventud.

Y podría ser así, el algo fue quien curo la herida en la pierna de Tracy, no lo pensé mucho en ese entonces porque pensé que al estar conectado con el libro la magia de este podría haber echo algún efecto en ella, pero ahora veo que no es así.

Aunque fue muy interesante dicha historia, no me sirve de mucho para regresar a casa.

Fin del Flashback

 

—Y bueno en resumen teníamos la fuente de la juventud frente a nuestras narices y nunca nos dimos cuenta —Digo.

—Ya ves —Tracy suspira y se deja caer en la silla aun con cara de asombro. —Ahora todo tiene sentido —Sonríe. —El cómo sano tan rápido la herida en mi pierna, y la cicatriz de la flecha.

—Okey no es muy fácil de procesar —Dice Jeremy —Pero bien, sabemos la ubicación exacta de la fuente… ¿Y ahora qué?

—Debemos destruirla —Responde el rey.

—Eso en definitiva no es una opción —Responde Tracy. —No me pregunten como pero el lago sirve como portal entre ambos mundos, fue de esa manera como Cezy y yo llegamos aquí.

—Si me lo permiten —Interrumpe Froy —Creo el portal existía desde mucho antes que la fuente, pero por alguna extraña razón se cerró. Tal vez el portal tomo la vitalidad de la fuente como un propulsor y así volvió a funcionar.

—Es una teoría muy loca, pero puede ser posible —Respondo.

—La solución a esto es detener los planes de la reina, hay que arrancar el problema desde la raíz —Dice el rey. Ciertamente es así, no hay razón válida para destruir la fuente. —Ahora comamos y más tarde pensamos en un plan.

—Tienes razón abuelo —Tracy sonríe —No se ustedes, pero yo no sé pensar con el estómago vacío —Ríe.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.