capítulo 2

En el continente de ciskei y el continente de Kasai, lo único que los separaba era una extensión de rio de más de 15 kilómetros de ancho, cruzando eso llegarías de un lugar a otro.

En el continente de Kasai, un lugar que ha sufrido invasiones por parte de los humanos, tenían cierto resentimiento a estos, aun así eso no impedía que los humanos vivan en este continente.

Algunas de las razas que habitaban el continente venían de los otros dos continentes, sus ancestros habían venido huyendo de la masacre que cometieron los humanos con ellos.

Por lo tanto los humanos son minoría en este lugar, la raza mayoritaria son los morfes, una raza que son animales antropomórfico.

Otras razas son las de los ogros, enanos, gigantes, dragones, lamias, esos serian una parte del continente que conformaría un país, en donde el rey seria los dragones, la raza más poderosa.

En este continente, cerca del imperio bizantino, más allá del rio que divide los dos continentes, se encuentra un pequeño pueblo, no muy diferentes de los demás pueblos que hay en este continente.

En esta habitan la razas de los morfes, centauros y algunos enanos, no tenía nada especial el lugar, solo que en este lugar se encontraba un humano.

A las afueras del pueblo junto con un enano y un centauro, el humano se encontraba cazando jabalíes.

Esperando a la presa, que llevaría al pueblo. Este hombre llevaba varios años en este lugar ya era parte del pueblo, así que no era nada raro verlo junto con otras razas.

El hombre estaba en el bosque con un rifle en su mano mientras vigilaba, vio a un animal a lo lejos, y aviso a los demás que estaban con el - Oye, viene uno grande

 - Ya lo sé humano, jeje, tranquilo – dijo un centauro cerca que también estaba, pero con un arco en la mano, mientras acechaban a lo lejos

 - Está atento centauro- dijo un enano que también estaba acostado en la tierra mientras respondía

 - Si

 -  Hay viene – grito el humano, y a apuntando con su rifle al animal a lo lejos disparo - ¡bam! – el ruido del disparo se escuchó en todo el bosque

 - Que fácil, esa arma hecha por humanos es muy eficiente- dijo el enano con curiosidad. Este enano ya había visto algunos inventos hechos por los humanos, así que siempre tuvo curiosidad de cómo se hacían

 - Sí, solo con animales que no pueden usar el mana a voluntad es eficiente – respondiendo desinteresadamente el hombre

 - Entonces si me disparas con eso no me hará daño – dijo el enano intrigado

 -Creo que no, bueno, usas magia – dijo con dudas el hombre, mientras se acercaba al cadáver del animal y lo revisaba, mientras decía - Claro que no y tu bou

- Tal vez, si me concentro, puedo evitar que la bala traspase la piel – dijo el centauro con seguridad

- Bien, regresemos- una vez que tomo al animal, lo puso en el lomo del centauro, dijo.

Ya era de noche, cuando los cazadores regresaban, iban de grupos de 3 o 4, en este lugar la caza y la agricultura era parte de la alimentación del lugar, solo cuando los comerciantes venían, es que vendían algunos de sus productos, y el arma que tenía el hombre fue traída del imperio.

Una vez en el pueblo el hombre se dirige a una casa pequeña, el lugar no parecía diferente del resto.

Cuando llego una niña que parecía humano llego corriendo – Papi – viendo a la niña el hombre la levanto del suelo y la cargo. Después un niño de 12 años salió a saludar al hombre, este tenía orejas de conejo a diferencia de la niña. – Papa- estos dos eran sus hijos, que tuvo con alguien de este pueblo.

 - Que pasa, como están pequeños – dijo feliz el hombre

 - Yo no soy pequeño ya estoy grande – dijo un poco disgustado el niño

 - Yo también – siguiendo el ejemplo de su hermano, la niña hablo también.

 - Así, pues mañana ven conmigo – dijo el hombre jugando, pero sabía que a su hijo no le gustaba la cacería.

 - No – respondió con pánico el niño, la niña siguiendo el ejemplo también respondió feliz-No

 - A ver vayan a jugar, voy a ver a su madre – diciendo eso, los dos salieron de la casa a jugar, con los niños cercanos.

 - Buenas noches, amor – una mujer, que parecía humana de los pies a la cabeza, solo que se diferenciaba con que tenía orejas y cola de conejo.

Las razas de los morfes, la mayoría parecen animales antropomórficos, en algunos casos extraños, estos morfes dan a luz a crías que parecen más humanos, pero con rasgos de los morfes.

 - Buenas noches – dijo alegre al ver a la mujer. Acercándose a abrazarla, sentía que cada vez que veía a su familia se sentía el hombre más feliz de la tierra.

 - Como estuvo la cacería – dijo también alegre la mitad morfe

 - Bien, toma te traje un poco de lo que cace, lo demás se lo vendí al jefe del pueblo – sentándose en una silla, aún estaba feliz, pero se podía ver lo cansado que estaba

 - Que bien, pero no tenías que vender lo demás – dijo preocupada

 - Bueno cuando vengan los duendes a vendernos, tal vez pueda comprarte algo a ti y a los niños

 - No tienes porque – la mitad morfe se asombró cuando lo escucho

 - Claro que si

 - Bien cena, mañana será otro día

 - Ven, vamos al cuarto – levantándose de la silla, tomo a su esposa de la mano

 - Los niños todavía están despiertos – dijo nerviosa

 - tranquila – dijo convenciendo a su esposa

 - Bien – tomando la mano del hombre, lo iba a seguir, pero el hombre hablo - Espera, oigan – gritando llamo a sus hijos. Llegando corriendo, se pusieron de frente - Que pasó, papa – pregunto sudando el niño, parecía que estaba jugando con los demás niños del pueblo.

Acercándose a una maleta pequeña que trajo, saco unos juguetes - Toma te traje algo

 - ¿Qué es? – sin saber aún que era lo que tenía que decirles a él, y a su hermana, el niño a un pregunto