Meses atrás, en el norte del continente Kasai. Hay bosque de coníferas, en estos bosques aparte de los gigantes, también habitan otras razas de seres.
Los más conocidos son los licántropos. Ellos se caracterizan por tener el pelo gris o blanco. Solo los mestizos tienen el pelo negro.
Los licántropos no solo habitaban este lado del continente. En tiempos pasados también se encontraban, en el continente de moheli, pero las diferentes circunstancias. Habían hecho que dejaran ese continente.
También está decir que los licántropos nunca les intereso las disputa que tuvieron los humanos con su misma especie. También rara vez los humanos se cruzaban con los licántropos.
Los licántropos sabían de las armas de fuego que los humanos tenían; de hecho ellos los consideraban cobardes por depender de armas para ganar batallas. Los licántropos se rigen las reglas del más fuerte.
Así el licántropo más fuerte, es el que lidera a la manada. En toda la tierra del norte, existen alrededor de más de 100 manadas.
Si no fuera porque a los licántropos siempre tienen disputas entre ellos, ya hubieran construido una ciudad.
Lo más parecido a una ciudad, se encontraba en el centro de estas tierras. Un campo abierto, donde los licántropos construyeron casas de madera. Esto lo que sería más parecido a una ciudad. Era donde se reunían todos los jefes de manada.
Cerca de este lugar, un bosque con árboles de más 10 metros se podían observar. Estos bosques eran habitados por otras razas. Solo algunas manadas habitaban el lugar.
La extensión de tierra que los licántropos habitaban era del tamaño de Canadá.
Entre ellos, un licántropo de pelo blanco estaba entrenando a los más jóvenes.
Mientras se dirigía hacia la casa más grande, del pueblo. Un estruendo se escuchó a varios kilómetros.
¡boooom!
Corriendo se dirigió en donde escucho la fuente del sonido. Pronto llegaron licántropos viniendo corriendo al pueblo.
Eran de otra aldea cercana.
Escuchando lo que decía, el jefe se puso serio – está muerto – dijo secamente
Viendo cómo se ponía lao, el jefe gruño – que tienes miedo, eres un licántropo, moriremos si es necesario, no permitiré que los humanos nos saquen de nuestras tierras
Viendo al cielo lao vio unas extrañas maquinas que tiraban algo. Asombrado con lo que veía, nunca pensó que los humanos tendrían este tipo de armas.
Esas armas tiraba algo que hacían explotar la tierras, volteando al sur vio que más de esa cosas venían hacía del sur.
En poco tiempo la aldea se entró en pánico. Todo el lugar estaba incendiándose
Del bosque también salieron más razas diferentes.
Corriendo hacia el oeste, lao se llegó a topar con humanos, antes que él pudiera atacar. Vio como lamias venían y atacaban a los humanos.
Mientras más avanzaba, como más humanos se encontraba. En todo este tiempo los licántropos se encontraban pelando.
Algunos no tuvieron de otra que terminar retirándose. Lao al ver esto, aulló al cielo. Los licántropos que lo escucharon pronto lo empezaron a seguir.
El bosque que se incendiaban empezó a salir gigantes, duendes, lamias, y entre otras razas extrañas.
Varios tanques venían del sur, y disparaban hacia donde estaba lao, por suerte los gigantes enojados atacaban a los humanos.