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Samantha llegó a su casa aproximadamente  a las cinco y media de la tarde, abrió con sus llaves la puerta principal, la luz de la sala estaba apagada, supuso que no había nadie en casa, pero vio la única luz encendida, era en la pieza de su abuelo, allí lo vio guardado unos papeles.

-Hola abuelo - dijo Samantha.

Su abuelo dio un salto.

-Sam no me asustes así.

-¿qué haces?

-Nada solo organizar aquí.

-Está bien, iré a mi cuarto.

Fabio terminó de guardar los periódicos, se dijo para sí mismo “se que eres tú”.

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En la madrugada otro paquete fue puesto en la cama de Samantha y de costumbre el frío inundó la habitación y despertó a Samantha, está con el flash del celular abrió el paquete, escucho la puerta y hasta que supo que su madre se había ido al trabajo fue capaz de prender la luz ahora si saco el contenido, un tarro con otro ojo, no sabia de quien era este pero trae el nervio óptico, le dio tanta curiosidad que abrió el frasco y incerto sus dedos en el líquido espeso y tocó con suavidad el ojo y el nervio óptico era tan fascinante, luego que su curiosidad fue saciada vio la carta.

Mi estimado Sam.

Sabes que por mi condición no puedo proporcionar mi nombre

pero qué tal si me dices P.

A tus demás preguntas, primero la verdad me puse creativo lo hice con un pequeña cierra y pues Sam a quien mas le escribiría si no es a ti.

Hasta pronto Sam.

Samantha quedó algo más que intrigada con su carta, pero volvió a apagar la luz y cerrar la ventana ¿había cerrado la cortina al ver su paquete?

Samantha se despertó, era sábado, no tenía mucho que hacer y le entró un mensaje de Sofía donde le sugiere salir a hacer algo hoy, Samantha aceptó. ya arreglada y lista para salir horas después, salió de su cuarto iba por la plaza, cuando vio de nuevo que la policía tenía una carpa en la plaza, seguramente otro cadáver había aparecido, Samantha siguió de largo hasta donde Sofía.

Allí Sofía abrió e invitó a entrar a Samantha, pero ella se negó y le dijo que mejor dieran una vuelta, Sofia acepto y ambas salieron, empezaron a caminar por las calles, Sofía se veía más despreocupada y se le notaba más positiva, ni una gota de miedo desprendía su ser.

Ambas caminaron hasta las afueras del pueblo donde había un pequeño parque infantil, era un poco sarcástico ese parque ya que en medio casi de la nada y con un asesino suelto estaba muy vacío, pero Samanta y Sofía no se les pasó por la mente eso.

Ambas se sentaron en los columpios allí, empezaron a balancearse.

-¿estás bien? - dijo Sofia.

-si ¿por que lo preguntas?

-No se, ayer te sentí rara en la escuela ¿es por lo de la maestra?

-si, pero… - Samantha miro al suelo un par de segundos.

-¿pero que?

-por favor no me juzgues.

-claro que no como crees.

-Es que cuando vi en las noticias que la maestra había sido asesinada, pensé que tal vez no le daba demasiada importancia a los demás asesinatos ¿es eso normal?

-vamos si es normal, era alguien que conocíamos.

-Siento que soy mala persona.

-No Sam claro que no, no digas eso eres una buena persona y una buena amiga.

-Gracias Sofi ¿y tu como has estado?

-Bien, pues ayer vi a Mario.

-¿enserio? - dijo Samantha intentando no mostrar los nervios que sentía.

-si creo que me mintió.

-¿en que?

-bueno el dijo que se cayó, pero tiene es como si alguien lo hubiera cortado.

-tal vez se cayó en algo filoso.

-Es que es una línea perfecta, no parece como si fuera una caída.

-¿y el que te dijo?

-pues solo dijo que era una caída.

-pues ¿por que mas te mentiria?

-tal vez se peleó con alguien.

-Sofi creo que eso ya no es de tu incumbencia, mira la verdad es que el va responder debes estar feliz por eso.

-si Sam, pero es que no quiero que esté en problemas.

-No creo que esté en problemas.

-Ojalá sea así, igual estaré pendiente a lo que pase con él.

Para Samantha no era conveniente que Sofía se involucre más en ese tema, tal vez en algún momento Mario sería capaz de contarle lo que hizo y  todo se le saldría de las manos.

-pues yo creo que esperes y si llega con otra de esas heridas si deberías preocuparte.

-tal vez tengas razón - dijo Sofia sin estar tan convencida.

Hubo un gran silencio, solo se escuchaba el sonido de los columpios, hasta que Samantha pensó en algo para aliviar el silencio.

-Vi en la plaza, creo que es otro cadáver.

-¿otro?

-está pasando muy rápido.

-si demasiado diría yo.

-¿por qué crees que alguien haría eso a chicas inocentes?

-pues vi unos documentales y decían que eso lo hacen porque sienten rabia hacia alguien, por ejemplo había uno que odiaba a su mama, su mama siempre lo humillaba e insultaba, su madre trabajaba en una universidad y el las mataba como venganza a su madre ya que ella decía que ellas si eran buenas y no como el.

-vaya, eso es ser uno muy desquiciado.

-si ¿tu por que crees que sea?

-tu respuesta ya ganó.

-me da curiosidad saber como piensas.

-Pues yo pienso que alguien supongo que una chica de esa edad le hizo daño y por eso casi todas las víctimas son de la misma edad.

Me superaste.

-esperemos que pare muy pronto esto.

Hubo otro pequeño silencio, pero Sofía lo interrumpió rápidamente.

-¿por qué no te agrada Mario?

-¿de qué hablas?

-Siempre estás en su contra, hasta ahora que él quiere hacer las cosas bien, no eres capaz de ser un poco empática por él.