Hugo desenfundo su arma, le hizo una seña a su compañero indicando que fuera a revisar la parte de atrás.
-¡abran la puerta es la policía! - Grito Hugo.
Hugo le dio una patada a la puerta y esta cedió, vio a la mujer asustada con su hijo al lado, este les dijo que quedaran quietos, camino lentamente por la casa descartando cada rincón, lo vio al fondo intentando escapar con una maleta.
-ahí te va - gritó Hugo.
Pablo abrió la puerta trasera y se encontró con Juan apuntando, Pablo se puso de rodillas y fue esposado, de igual manera su esposa y su hijo fueron a la comisaría, para ser cuidado en el cuartel.
Hugo y Juan se quedaron en la pequeña casa, analizaron las maletas que habían empacado para escapar, todas estaban llenas de billetes.
-Juan, ¿un mecánico aquí gana tanto?
-Al parecer se gana la vida del otro lado.
Hugo y Juan llegaron a la comisaría, fueron a la sala donde estaba Pablo.
-Vaya que nos hizo hacer un viaje largo - dijo Hugo - bueno ahora nos puede dar respuestas y espero que esta vez sean verdad.
-Yo no sé nada.
-¿Y ese dinero? ¿salió de donde?
-Solo lo gane.
-enserio no te creo.
-Solo no confío en los bancos, mantengo efectivo.
-tenias dinero para comprar dos casas, no creo que siendo un mecánico pudieras ahorrar tanto.
-Es la verdad.
-y ¿Qué me dice de la furgoneta? - preguntó Juan.
-bien la robaron, por eso no quería que supieran.
-debió reportarla y nos hizo ir a otro lugar, para escapar - dijo Juan - mire déjenos ayudarle, solo diga quien tiene la furgoneta y podemos llegar a un trato, creo que le conviene, ya que veo enriquecimiento ilícito, lavado de dinero, obstrucción con una investigación, cómplice de asesinato.
-¿como que cómplice? - preguntó Pablo asustado.
-para que cree que se ha estado usando la furgoneta - intervino Hugo - yo pensaría más en su hijo, no queremos que crezca sin sus padres.
-no, mi esposa no tiene nada que ver con esto.
-mire le daremos unos minutos para que lo considere.
Hugo y Juan salieron de la sala, afuera miraron a la otra habitación, la esposa, no sabían si sabía algo, pero lo averiguaron, ambos entraron a la sala.
-Señora Luz, soy el detective Hugo y mi colega Juan.
-¿dónde está mi hijo?
-El está a salvo, está aquí en la estación.
-¿puedo verlo?
-claro si responden ciertas preguntas - dijo Hugo.
-nos podría decir ¿de dónde salió el dinero?
-yo la verdad, no sabia, se que es difícil de creer, pero estaba en mi casa y mi esposo llego corriendo como loco, me dijo que teníamos que irnos de inmediato, y empezó a sacar dinero del sótano, de verdad ni sabia de la existencia de eso, bueno si note que últimamente si teniamos mas dinero y lo notaba más relajado, pero no creí que fuera por algo que me ocultaba.
-¿desde cuándo notó que tenían más dinero?
-Como casi un mes.
-¿Algún nuevo amigo de su esposo?
-no nada.
-¿algo del trabajo?
-que yo sepa no.
-Bien gracias, traeremos a su hijo para que lo vea.
Ambos salieron.
-Juan puedes ir por su hijo.
-claro.
Hugo recibió una llamada y la contestó de inmediato.
-colega, que hay - era la voz de Cristhian.
-que hay.
-Por aquí tranquilo, me enteré de los paquetes, que locas están las cosas por allá.
-y eso no es todo, mira la primera que encontramos con los paquetes, fue una chica, ella llevaba recibiéndolos varios días, por sospechas las seguimos y justo cuando la capturamos otras chicas empezaron a recibirlas ¿eso es raro? cierto no me hagas quedar como paranoico.
-bien es algo raro, pero el ser humano es sádico, no lo olvides, tal vez se dejó llevar, pero entiendo tus sospechas.
-Pero tenemos una nueva pista, sabemos quien le dio el vehículo en el que se transporta.
-¿que tienen?
-tenemos al sujeto que se lo proporcionó.
-espera, déjame adivinar es un mecánico.
-si ¿Cómo supiste?
-si es el mismo asesino y te aseguro que no te va decir, no importa lo que hagas, creo que le va a tener mucho miedo.
-¿de ninguna manera hablara?
-en mi experiencia no lo han hecho, les ofrecí muy buenos tratos, pero nada no dicen ni a la fecha han revelado nada de él.
-veré que puedo sacar.
-Suerte.
Colgó el teléfono, se quedo pensando analizando la situación, llegó Juan con su hijo y este entró donde su madre.
-Juan vamos a ver si ya tuvo tiempo suficiente para pensar.
Ambos entraron donde Pablo.
-¿listo para decir la verdad?
-ya les dije que no se nada.
-vamos amigo nadie tiene ese dinero y menos guardados ¿en donde? ¿debajo del colchón?
-No sé de qué hablan.
-que tal si te quitamos todos los cargos si nos dices a quien le diste la furgoneta.
-No pueden hacer eso.
-¿eso crees? sabes que todo el país está atento a este caso, me mantienen llamando preguntando por este caso, puedo hablar con quien quiera y podemos hacer un trato si atrapamos al infeliz que está asesinando a esas pobres mujeres.
Pablo pensó unos segundos, fantaseo por unos instantes en esa posibilidad, pero sabía que no era cierto ya le habían advertido sobre esas ofertas.
-como ya les dije no sé nada de eso.
-¿Qué tal protección de testigos? - dijo Hugo - no crees que seria buena idea Juan.
-oh si, en otro país con tu familia, una nueva vida, creo que es mejor que estar en prisión - dijo Juan.
-¿que me asegura que cumplirán?
-un trato, lo podemos firmar.
-creo que quiero un abogado, ya sabe para estar seguros.
-como gustes ¿tienes uno?
-tengo una tarjeta en mi billetera.
-listo nos encargamos.
Juan salió y llamó a la tarjeta, contestó y Juan reconoció la voz, pero no dijo nada.
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Editado: 07.05.2023