Asesino Suelto

19

Hugo desenfundo su arma, le hizo una seña a su compañero indicando que fuera a revisar la parte de atrás.

-¡abran la puerta es la policía! - Grito Hugo.

Hugo le dio una patada a la puerta y esta cedió, vio a la mujer asustada con su hijo al lado, este les dijo que quedaran quietos, camino lentamente por la casa descartando cada rincón, lo vio al fondo intentando escapar con una maleta.

-ahí te va - gritó Hugo.

Pablo abrió la puerta trasera y se encontró con Juan apuntando, Pablo se puso de rodillas y fue esposado, de igual manera su esposa y su hijo fueron a la comisaría, para ser cuidado en el cuartel.

Hugo y Juan se quedaron en la pequeña casa, analizaron las maletas que habían empacado para escapar, todas estaban llenas de billetes.

-Juan, ¿un mecánico aquí gana tanto?

-Al parecer se gana la vida del otro lado.

Hugo y Juan llegaron a la comisaría, fueron a la sala donde estaba Pablo.

-Vaya que nos hizo hacer un viaje largo - dijo Hugo - bueno ahora nos puede dar respuestas y espero que esta vez sean verdad.

-Yo no sé nada.

-¿Y ese dinero? ¿salió de donde?

-Solo lo gane.

-enserio no te creo.

-Solo no confío en los bancos, mantengo efectivo.

-tenias dinero para comprar dos casas, no creo que siendo un mecánico pudieras ahorrar tanto.

-Es la verdad.

-y ¿Qué me dice de la furgoneta? - preguntó Juan.

-bien la robaron, por eso no quería que supieran.

-debió reportarla y nos hizo ir a otro lugar, para escapar - dijo Juan - mire déjenos ayudarle, solo diga quien tiene la furgoneta y podemos llegar a un trato, creo que le conviene, ya que veo enriquecimiento ilícito, lavado de dinero, obstrucción con una investigación, cómplice de asesinato.

-¿como que cómplice? - preguntó Pablo asustado.

-para que cree que se ha estado usando la furgoneta - intervino Hugo - yo pensaría más en su hijo, no queremos que crezca sin sus padres.

-no, mi esposa no tiene nada que ver con esto.

-mire le daremos unos minutos para que lo considere.

Hugo y Juan salieron de la sala, afuera miraron a la otra habitación, la esposa, no sabían si sabía algo, pero lo averiguaron, ambos entraron a la sala.

-Señora Luz, soy el detective Hugo y mi colega Juan.

-¿dónde está mi hijo?

-El está a salvo, está aquí en la estación.

-¿puedo verlo?

-claro si responden ciertas preguntas - dijo Hugo.

-nos podría decir ¿de dónde salió el dinero?

-yo la verdad, no sabia, se que es difícil de creer, pero estaba en mi casa y mi esposo llego corriendo como loco, me dijo que teníamos que irnos de inmediato, y empezó a sacar dinero del sótano, de verdad ni sabia de la existencia de eso, bueno si note que últimamente si teniamos mas dinero y lo notaba más relajado, pero no creí que fuera por algo que me ocultaba.

-¿desde cuándo notó que tenían más dinero?

-Como casi un mes.

-¿Algún nuevo amigo de su esposo?

-no nada.

-¿algo del trabajo?

-que yo sepa no.

-Bien gracias, traeremos a su hijo para que lo vea.

Ambos salieron.

-Juan puedes ir por su hijo.

-claro.

Hugo recibió una llamada y la contestó de inmediato.

-colega, que hay - era la voz de Cristhian.

-que hay.

-Por aquí tranquilo, me enteré de los paquetes, que locas están las cosas por allá.

-y eso no es todo, mira la primera que encontramos con los paquetes, fue una chica, ella llevaba recibiéndolos varios días, por sospechas las seguimos y justo cuando la capturamos otras chicas empezaron a recibirlas ¿eso es raro? cierto no me hagas quedar como paranoico.

-bien es algo raro, pero el ser humano es sádico, no lo olvides, tal vez se dejó llevar, pero entiendo tus sospechas.

-Pero tenemos una nueva pista, sabemos quien le dio el vehículo en el que se transporta.

-¿que tienen?

-tenemos al sujeto que se lo proporcionó.

-espera, déjame adivinar es un mecánico.

-si ¿Cómo supiste?

-si es el mismo asesino y te aseguro que no te va decir, no importa lo que hagas, creo que le va a tener mucho miedo.

-¿de ninguna manera hablara?

-en mi experiencia no lo han hecho, les ofrecí muy buenos tratos, pero nada no dicen ni a la fecha han revelado nada de él.

-veré que puedo sacar.

-Suerte.

Colgó el teléfono, se quedo pensando analizando la situación, llegó Juan con su hijo y este entró donde su madre.

-Juan vamos a ver si ya tuvo tiempo suficiente para pensar.

Ambos entraron donde Pablo.

-¿listo para decir la verdad?

-ya les dije que no se nada.

-vamos amigo nadie tiene ese dinero y menos guardados ¿en donde? ¿debajo del colchón?

-No sé de qué hablan.

-que tal si te quitamos todos los cargos si nos dices a quien le diste la furgoneta.

-No pueden hacer eso.

-¿eso crees? sabes que todo el país está atento a este caso, me mantienen llamando preguntando por este caso, puedo hablar con quien quiera y podemos hacer un trato si atrapamos al infeliz que está asesinando a esas pobres mujeres.

Pablo pensó unos segundos, fantaseo por unos instantes en esa posibilidad, pero sabía que no era cierto ya le habían advertido sobre esas ofertas.

-como ya les dije no sé nada de eso.

-¿Qué tal protección de testigos? - dijo Hugo - no crees que seria buena idea Juan.

-oh si, en otro país con tu familia, una nueva vida, creo que es mejor que estar en prisión - dijo Juan.

-¿que me asegura que cumplirán?

-un trato, lo podemos firmar.

-creo que quiero un abogado, ya sabe para estar seguros.

-como gustes ¿tienes uno?

-tengo una tarjeta en mi billetera.

-listo nos encargamos.

Juan salió y llamó a la tarjeta, contestó y Juan reconoció la voz, pero no dijo nada.




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