Asesino Suelto

20

Martin llegó de nuevo a la comisaría, fue en busca de Hugo.

-Buenas señores ¿la misma de siempre?

-Ahí está.

-gracias.

Martin entró y se aseguro de que la puerta quedará cerrada, se sentó al frente de Pablo.

-Bien señor Pablo que ha pasado, póngame al día.

-llegaron preguntando por la furgoneta y me puse nervioso, los mandé por un rastro falso y me iba a escapar.

-entiendo, supongo que si estoy aquí es porque no ha dicho nada de ya sabe quién.

-no, pero me están ofreciendo muchas cosas.

-lo comprendo señor, pero recuerde todo lo que hablamos y sabe lo que el señor estuvo haciendo por usted y su familia los últimos años, sabe que yo lo voy a representar, le daré el mejor trato que pueda conseguir sin traicionar a nadie.

-pero estaré en prisión.

-tal vez unos pocos años, pero tu familia estará bien, mira no quiero ser yo quien te lo diga, pero fuimos muy claros contigo y sabes que pasa si se le traiciona y no creo que ninguno de los dos queramos llegar a ese punto.

-si tienes razón, cumpliré mi palabra y el que cumpla la suya.

-Excelente.

****************************************************************************************************

Samantha no fue a la escuela, no se sentía de humor, sabía que todos la juzgan incluso su abuelo, no le había dirigido la palabra desde que la vio en la sala de interrogatorios, se sentía tan extraña, pero las voces de su cabeza no había dicho nada desde hace mucho y eso le daba una de las pocas esperanzas.

Samantha todo el día estuvo en su cuarto, solo salió para desayunar lo que madre le preparó. no salió a comer y su abuelo tampoco le llamó, se mantuvo ahí y le llegó un mensaje de Sofía que decía lo siguiente “me entere lo que pasó, llámame”, Samantha lo ignoro.

Samantha por fin saco ganas y valor de salir, fuera de su cuarto no encontró a nadie, miro en el jardín y no vio a nadie, miro que la habitación de su abuelo estaba abierta se acercó lentamente, al mirar no vio muchas cosas, vio varios recortes de periódicos esparcidos en la cama, se acerco lentamente a mirarlos, reconocía ese nombre “asesino del eje”, no sabía mucho de esto ya que su madre no habla mucho de él, pero su madre se lo mencionó una vez, le dijo que fue esa la razón por la que se mudaron a Dubái.

siguió observando, estaban señaladas ciertas palabras como “afuera de la ciudad”, “mecánico”, no sabia que significaban, vio una libreta, se veían sus hojas amarillas de lo viejo que estaba, vio la primer pagina que había sido escrita hace trece años, le sorprendió, al empezar a leerlo descubrió que era una especie de diario.

“11 abril del 2009,

Tengo sospechas de que mi yerno no es la persona que creíamos, se que suena loco, pero he notado un comportamiento sospechoso ahora que se casaron es aún más notable, no se que es lo que hace, pero lo averiguare.

Para que se den una idea él según mi hija es alguien muy caballeroso y amoroso, pero en ocasiones me a dicho que se distancia de ella ciertos fines de semana, en un inicio pensó que le era infiel, pero al parecer todo se soluciono y sus sospechas no estaban justificadas, aparte de eso mi hija habla de él como el mejor.

por mi parte debo admitir que me caía bien, da una buena impresión, pero ahora que noto las pequeñas cosas no dejo de pensar que algo anda mal con el, así que desde hoy decidí seguirlo.

16 abril del 2009,

Hoy lo seguí, fue a comprar algunos artículos en una ferretería no logré observar exactamente, pero lo seguí hasta una cabaña en las afueras de la ciudad, dejó las cosas ahí y parece que me ha visto”.

-¿puedo saber que haces mirando mis cosas? - dijo Fabio en la puerta de la habitación.

-Yo lo siento, es que entre buscándote y me pase de curiosa lo siento.

-por favor sal.

-claro.

Samantha salió de la habitación con demasiadas preguntas, pero sabía que su abuelo estaba enfadado con él, no sabía que podía hacer, así que mejor se fue para el patio.

Fabio miro la libreta en que pagina estaba leyendo y vio que apenas era la primera pagina, así que sintió un alivio, guardó rápidamente todas las cosas que habían, salió y tocó en la habitación de Samantha, al no recibir respuesta abrió la puerta, al no verla salió y miro al patio, fue caminando lentamente.

-Sam - dijo su abuelo sentándose a su lado - perdón por sacarte así de mi habitación.

-no debí entrar lo siento-

-¿Qué tanto leíste de la libreta?

-que sospechabas de mi padre y lo seguiste.

-¿algo más?

-No fue ahí cuando entraste.

-Sam, podemos hablar del paquete.

-¿Qué quieres saber?

-¿por qué lo guardaste?

-No me pareció demasiado interesante y no se, cuando llegó el otro, siempre esperaba con ansias el otro.

-ya veo.

-¿Hay algo malo en mí?

-No lo se Sam, tal vez, no se ¿tu que crees?

-No lo sé, todo es tan raro, creo que no se debe llevar la curiosidad a niveles peligrosos.

-¿has tenido nuevas visiones?

-desde la última vez que te dije no.

-mira Sam, debes controlar estas cosas, muy bien, porque cuando menos lo pienses las cosas van a ir muy lejos y no tendrás vuelta atrás.

-¿vuelta atrás de que?

-tal vez no puedas saciar la curiosidad y te hará hacer cosas de las que puedes arrepentir, así que contrólate, se que tu puedes hacerlo, si te propones lo harás.

-¿cómo sabes tanto de esto?¿Mi padre era así?

-bien Sam es hora de que te cuente lo de mi libreta, así que mira, como ahí decía empecé a seguirlo hasta una cabaña, el noto que estaba alguien viéndolo, creo que no reconoció que era yo, pero al parecer debía pasar algo en esa cabaña porque el fin de semana estuvo de mal humor, creo que porque arruinaron sus planes, había quedado en salir a una cosa del trabajo, pero se canceló justamente cuando yo lo vi en su cabaña.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.