25

Samantha despertó asustada y sudando, se alegró al ver que estaba en su cuarto, todo había sido… Una visión, se levantó de su cuarto, abrió la cortina y la habitación se inundó de la luz del sol.

Salió de su habitación fue caminando temerosa de encontrarse a su madre en la sala viendo películas, pero no fue así, no estaba, no había nadie en la sala, fue a la cocina y su desayuno no estaba servido, le dio un gran alivio, primera vez en su vida que una visión no sucedían coincidencias, se alegró mucho sintió que su vida estaba en sus manos y no de sus visiones.

Samantha prendió el televisor y puso un canal en el que pasaba un programa en el que se hacían bromas, lo miró sin prestarle mucha atención, miraba el celular y solo de vez en cuando miraba la televisión, estaba acostada en el sofá, cuando empezó a sonar el tono de llamada, paso un segundo de susto pensando que era Sofía, pero no fue así era un número desconocido, Samantha contestó, ella saludo, pero en la otra línea solo escucho un respiro y luego se colgó, le pareció extraño, pero no le dio mucha importancia, tal vez se habían equivocado de número o marcado por error.

Samantha se quedó en la sala un largo rato, hasta que su madre apareció por el pasillo.

-Buenos días - dijo su madre desde el pasillo.

-Buenos días dormilona - dijo Samantha.

-Me quedé dormida.

-¿ya desayunaste?

-no.

-¿Quieres desayunar?

-no, mejor almuerzo ahora.

-como quieras.

Su madre fue a la cocina y se hizo un café, se sentó en el comedor y lo acompañó de pan.

-Mamá, pero ¿por qué tienes sueño? pensé que te habías acostado temprano.

-pues viendo la película contigo.

-vamos esa película acabó como después de las diez.

-pues es muy tarde.

-Bien, no te enojes.

Carol terminó de comer.

-¿salimos a almorzar?

-claro si quieres.

-Bien entonces ve a arreglarte.

Samantha se levantó y fue hasta su cuarto, Carol se quedó en el comedor, se llevó los brazos a la cabeza, temía que su hija se enterara de lo que sucedió anoche.

Samantha estaba en su cuarto, observaba con detenimiento su armario, miraba las posibilidades que tenía para vestirse, y ahí observo algo familiar, era el vestido morado, paso por su mente llevarlo puesto, pero rápidamente alejó esa idea y lo escondió hasta la parte de atrás, esta vez ella decidió, al final escogió un overol y una blusa roja.

Entró al baño, abrió la regadera, por su mente no pasaron pensamientos extraños, salió y se vistió, salió de la habitación, escuchó la ducha del cuarto de su madre, así que fue a la sala esperando a que su madre terminara de arreglarse.

Prendió el televisor, donde aparece el detective Hugo, al parecer se estaba haciendo un especial sobre lo que había pasado en Dubai, Samantha aumentó el volumen para escuchar lo que se decía.

El detective Hugo, estaba con traje y corbata, le estaban entrevistando sobre el caso de Dubai.

-Bien detective, ¿Cómo fue reacción cuando le dijeron que tomara el caso? - preguntó la presentadora.

-Bueno en un inicio me pareció raro, era un pueblo pequeño por lo que yo tenía entendido, luego pues me pusieron al tanto del caso y entendí que no era un caso como otros.

-¿Qué fue lo que más le impactó del caso?

-bueno cuando ya sabe uno se dedica a esto, pues digamos que el factor de impacto se reduce un poco, pero siempre que iba a las escenas del crimen, me impactaba ver las pobres víctimas sin sus ojos.

-¿por qué cree que dejó de hacerlo?

-bueno no tenemos esa respuesta, pero creo yo personalmente que ya le llevábamos algo de ventaja y se asustó.

-¿qué clase de ventaja? ¿puede decirnos esa información?

-bueno pues sabíamos cómo había obtenido el vehículo en el que se transportaba, también note un descuido en una de sus victimas, así que creo que estaba asustado, ya otras cuestiones si son confidenciales.

-¿se arrepiente de algo sobre ese caso?

-bueno claramente no lo atrapamos y de verdad solo espero atraparlo, no se cuando, pero lo haré si vuelve.

Carol camino detrás de Samantha.

-Vamos hija - dijo.

Samantha apago el televisor y se puso de pie, salieron de la casa.

Ambas fueron caminando hasta la plaza donde vieron un restaurante, se veía un poco elegante, su madre tomó la iniciativa, entró, allí fueron a una mesa y rápidamente un mesero les llevó la carta a cada una, vieron la carta detenidamente y pidieron sus respectivos platos al mesero.

-¿cómo te has sentido Sam?

-Bien, todo muy normal.

-¿y tienes novio?

-¡mamá!

-¿que? no tiene nada de raro.

-pues no, no tengo.

-bien te creo ¿nadie te gusta?

-no, no tengo muchos amigos.

-¿por qué?

-No se, ya está Sofí para que más.

-bien si es porque no quieres está bien.

-¿crees que soy rara?

-no como crees Sam, solo eres algo introvertida y está bien.

-oye mamá y ¿tu te consideras introvertida o extrovertida?

-bueno no se un punto medio, pero tirando a extrovertida.

-y ¿papá?

-Sam, no me gusta hablar de él.

-Es que me escondieron eso durante tanto tiempo que tengo mucha curiosidad.

-bien, pues tu padre, yo lo describiría con que aparentaba ser extrovertido, hablaba con mucha gente, la gente decía que era muy amistoso, pero nunca le conocí alguien que él considerara un amigo, así que era muy amable, pero se la pasaba en casa o salimos casi siempre solos.

-¿por qué te enamoraste de él?

-Sam ¿enserio? porque sales con estas preguntas.

-No se, ya te dije curiosidad, tu me preguntaste de mi vida, ahora yo pregunto algo sobre ti.

-bueno el, me hacía sentir que era lo más preciado para él, jamás noté que se aburriera o un desinterés fue detallista y amoroso hasta el final, ya sabes lo que pasó.