Asesino Suelto

29

El auto rondaba en medio de la noche por la gran y solitaria avenida, solo de vez en cuando salía uno que otro camión, el ambiente dentro del auto era tenso, Camilo quien aunque estaba un poco mejor, el dolor aun era algo molesto, Harry estaba serio mirando el camino, pero en ningún momento dejó de apuntarle con el arma.

Harry observó que en unos cuantos metros había un retén de la policía, él disminuyó la velocidad.

-Sostén el volante - dijo Harry y así lo hizo Camilo.

Harry con su mano izquierda buscó en la parte de atrás una sudadera que tenía y la puso encima del arma, Harry volvió a coger el volante y Camilo quitó la mano de este.

-Ya sabes el trato, dices algo y muere.

Camilo solo trago saliva.

Un policía le hizo la seña para que parara, así lo hizo Harry lentamente paro el auto y bajó la ventana, el policía se acercó lentamente.

-Buenas tardes caballeros - dijo el policía desde la ventana.

-Buenas oficial ¿Qué tal va el turno hoy? - dijo Harry muy carismático, Camilo le pareció una persona completamente diferente con la que había estado.

-Poco autos, cuéntenme ¿para donde va?

-a Marsella, mi amigo aquí va donde la familia, entonces le hago el favor de llevar.

-¿de dónde viene?

-de Dubái.

-¿Qué tal está por allá?

-Más seguro sin duda.

-¿Está bien señor? - dijo el policía mirando a Camilo - no se ve bien.

-Si oficial, solo un daño de estómago, nada del otro mundo - dijo mientras noto que Harry empujo un poco la pistola en su estómago.

-Bueno creo que pueden seguir, que tengan buena noche.

-Gracias oficial - dijo Harry mientras acelera lentamente.

Cuando el auto recorre una distancia considerable y Harry sube la ventana, miro por unos segundos a Camilo.

-Genial creí que iba a ser más complicado.

-te dije, no debes preocuparte - dijo Camilo un poco adolorido.

-¿Estás divorciado? - preguntó Harry.

-no, bueno habíamos tenido algunos problemas, me he hecho de casa, pero oficialmente no.

-ya veo - Harry hizo una pausa - pues lo que vamos a hacer es lo siguiente, saludaras a tu hijo y nos vamos, le dirás que conseguiste un buen empleo, que le mandaras dinero y eso será todo, hasta que todo se arregle con Carol ¿entendido?

-entendido.

-Bien.

-¿cómo se cumpliría? me trajiste hasta aquí, solo para comprobar que no me iré y ¿yo que como se que cumplirás tu palabra?

-bien hablaré con Carol y ella vendrá a la casa, te vera, le diré que no te asesinare y claramente ella es mi garantía, si estoy haciendo tanta cosa es por ella, de otro manera ya estarías tirado muerto en algún campo.

A Camilo le dio tanto miedo esas últimas palabras, tanto que se quedó paralizado.

-¿no crees que es suficiente garantía? - preguntó Harry.

-si está bien - dijo Camilo nervioso.

-¿qué pasa? - dijo Harry con una sonrisa - ¿te asusto?

-no, para nada, para nada - dijo Camilo muy rápido debido a sus nervios.

-Tranquilo solo di la verdad.

-La verdad es que me espantas.

-que bueno saberlo, bien vamos llegando - dijo Harry viendo un letrero “bienvenidos a Marsella”

El auto entró al pueblo, empezó a ir lento.

-¿donde hay un hotel por aquí? - le preguntó Harry a Camilo.

-Solo sigue derecho y lo encuentras, pero pensé que íbamos a ver a mi hijo.

-Es muy de madrugada, dudo que tu esposa lo deje salir a verte a esta hora, iremos al hotel y te cambiare esa venda, sabes de hecho creo que tengo un conocido por aqui que te puede ayudar.

El auto entró en el estacionamiento del hotel, antes de bajar del auto Harry guardó con cuidado el arma en su pantalón.

-Bien espérame aquí, nos registrare.

Harry bajó del auto y puso el seguro a las puertas desde su control se acercó hasta la pequeña oficina para registrarse, en el mostrador había un hombre joven que se había quedado dormido.

-¡buenos días! - dijo Harry en voz alta casi como un grito para que el encargado se despertara.

-mil disculpas señor, que se le ofrece.

-quiero una habitación con dos camas por favor.

-listo, por favor me firma aquí - dijo el encargado dándole un cuaderno que le pedía su nombre celular y documento de identidad.

Harry le recibió el documento y en el nombre puso “Carlos Benites” le pareció gracioso, el encargado ni le pidió que le mostrara su documento de identidad, el hombre le pasó la llave.

-es la veintinueve, al fondo casi donde acaba el estacionamiento

-Muchas gracias.

Harry fue hasta el auto y abrió la puerta del pasajero.

-Bien tenemos la habitación veintinueve, vamos.

Camilo alzó el brazo para que Harry le ayudará así lo hizo y ambos avanzaron hasta la habitación, entraron y Harry acompañó hasta Camilo a una de las camas, este se quedó sentado en la cama.

La habitación era algo pequeña, tenía las paredes amarillas y la poca decoración que tenía era de tonos rojizos.

Harry sacó su celular y Camilo recostó su torso en la cama.

-Hola - dijo Harry al celular - ¿Qué tal todo? … Estoy bien aquí… bien te llamo ya que necesito ayuda médica… estoy en Marsella… lo antes posible.

Harry colgó y guardó el celular.

-Bien el médico ya viene, te mirara y te dará lo que necesites - dijo Harry.

-gracias.

-no creo que debas agradecer al que te amputó la pierna.

-pues me dejaras vivir, es mejor que estar muerto.

Harry empezó a caminar, analizando la habitación, pareciera que le molestó que le dijera que era amable, Camilo se acostó de nuevo, parecía muy adolorido y solo esperaba que llegara el médico y el momento de ver a su hijo.

Alguien tocó la puerta, Harry acudió de inmediato pensando que era el médico, pero al abrir vio que era el chico de recepción.

-mire las toallas - dijo entregando las toallas.




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