Asesino Suelto

35

El sonido de un auto se hizo presente, no era muy ruidoso, pero debido al silencio que se vivía por la hora Samantha pudo escucharlo claramente vio un auto, una especie de furgoneta estacionar frente a su casa, en la cabina no se veía nada, solo estaba oscuro, Samantha tuvo miedo de salir, no sabía quién era, ni qué quería con ella, por unos segundos pensó en volver a la cama y dejar este tema como una simple anécdota, pero fue más la curiosidad, aunque más porque quería comprobar si era o no su padre, así que abrió lentamente la puerta.

Salió de su casa y caminó lentamente hasta la furgoneta, esta abrió la puerta del pasajero, Samantha siguió caminando siempre lento su corazón latía rápidamente, tenia miedo, pero era la única manera de descubrir si su padre estaba en esa furgoneta, así lo hizo, entró a la furgoneta, vio la silueta de alguien, pero no logró distinguir ningún rostro.

-Bienvenida Sam - dijo una voz desde la oscuridad - me agrada esta sorpresa, no pensé que vendrías, pero que bueno que decidiste venir.

Sonó las llaves girando y como el motor enciende y pone en marcha el auto, Sam cerró la puerta cuando noto que la furgoneta se estaba moviendo.

Samantha se quedó callada. no sabia que decir y los nervios estaban en su punto mas alto, miro de reojo al hombre a su lado, por momentos se alumbraba su rostro, noto que su pelo era negro, pero nada mas.

-¿quién eres? - dijo Samantha por fin.

-Sam ¿Quién crees que soy?

Samantha pensó un momento, por su cabeza pasaron las palabras “eres mi padre”, pero no quiso decirlo.

-No lo sé - dijo Samantha.

-¿Tu madre no te habla de mí?

Los nervios de ella subieron al máximo, era él, estaba segura.

-¿papá? - preguntó Samantha.

-Sí hija.

Samantha se lanzó sobre él para abrazarlo, la furgoneta se movió de un lado a otro, casi pierde el control de la furgoneta.

-Cuidado Sam.

-Lo siento.

-tranquila, también estoy feliz de verte - dijo Harry con una sonrisa - ya que no veo que te contaron mucho de mi, me presento soy Harry.

-¿desde cuándo estás aquí?

-las he estado buscando muchos años.

-¿cuando llegaste aquí?

-Como hace dos años, me instalé aquí, pero a tu madre no le gusta que hable contigo.

-Estoy feliz de verte, pensé que estabas muerto.

-no - paro y río unos segundos - estoy bastante vivo.

La furgoneta llegó a la casa de Harry, estaciono afuera de esta, apagó el motor y bajó de la furgoneta, lo mismo hizo Samantha.

-¿Esta es tu casa? - preguntó Samantha

-si, vamos te muestro.

Harry abrió la puerta y le hizo una seña para que Samantha entrara, ella vio todo el interior, todo era enorme y elegante, estaba fascinada, todo eso parecía un sueño, se sentía tan irreal.

-Esta increíble - dijo Samantha.

Harry se adelantó y fue hasta la cocina, sirvió café de una cafetera y volvió con un vaso para Samantha.

-Toma - dijo entregando el vaso a Samantha - debes tener sueño.

-bueno sí un poco.

Samantha se tomó de inmediato su café.

-gracias - dijo Samantha dándole el vaso vació a su padre.

Harry llevó el vaso a la cocina y luego volvió.

-te quiero enseñar algo, sígueme.

Harry fue hasta las escaleras, subió mirando hacia atrás asegurándose que Samantha le seguía, cuando los dos estaban arriba, abrió la puerta de la habitación de ella.

-mira la hice cuando llegué aquí, sé que tal vez no vengas a vivir aquí, pero es una estupidez.

Samantha entró a la habitación, vio su nombre en la pared y vio todas las cosas, la cama, peluches y la pequeña librería que había, estaba encantada.

-Gracias, es increíble.

Samantha se sentó en la cama y cogió uno de los peluches, Harry le miraba desde la puerta, Samantha miraba el peluche, miró a Harry unos segundos.

-¿cuando hacemos lo que dijiste en la carta?

-Ah claro, ven vamos.

Harry guió a Samantha hasta el primer piso, se paró en el armario de limpieza, lo abrió, Samantha miraba raro, estaban dentro del armario de limpieza.

-Bien, esto en su secreto, así que nadie más puede saber sobre esto.

Samantha asintió, Harry empujó en dos sitios distintos de la pared, esta se abrió y dejó ver las escaleras de madera, Harry bajó y llegó hasta la gran puerta de seguridad, puso su huella dactilar y esta se abrió, Samantha simplemente veía todo asombrada.

-Bienvenida a mi, podríamos decir a mi lugar secreto, aquí es donde esta ya sabes todo sobre…

-¿los asesinatos?

-si eso.

-¿Y qué es todo esto?

-bueno ahí guardo recuerdos, sobre cada una.

-¿todas?

-bueno creo que la gran mayoría están ahí - Harry le puso la mano en el hombro de Samantha - bueno sigamos, te quiero mostrar mas cosas.

Harry la guio hasta la sección que estaba llena de cajas.

-aquí es mi sección de investigación, aquí es donde guardo todo lo que investigo de mis víctimas.

-¿puedo ver alguno?

-claro, toma este - dijo mientras escoge una caja al azar y saca el primer archivo que ve.

Samantha sostuvo la carpeta, abrió y vio una foto de una chica, era rubia, no la conocía, pero tenía su nombre completo, en donde vivía, su familia, sus conocidos, su universidad, algunos hábitos que tenía, cuando estaba sola en casa.

-pues eres muy cuidadoso - dijo Samantha mirando el informe.

-bueno hay que serlo para que no te atrapen.

Samantha dejó el archivo encima de la caja y miró a Harry, este le hizo una seña para que lo siguiera, siguió hasta donde se encontraban los frascos, bajo una caja.

-aquí está lo que creo que te gustó la otra vez.

Harry abrió la caja y sacó uno de los frascos, Samantha se vio demasiado atraída hacia esto, Harry lo noto y extendió la mano para que ella misma los sostuviera.

-esto es tan increíble, pensé que no volvería a verlos de nuevo.




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