Asesino Suelto

37

Harry volvió con un vaso con agua, se lo entregó a Samantha, quien lo recibió con gusto y bebió un trago de este, Harry la miraba fijamente, Samantha lo noto, así que lo miro un rato intentando descifrarlo.

-¿Cómo te sentiste allí abajo? - preguntó Harry.

-bueno, aquí entre nos - Samantha guardó silencio un minuto como si pensara en si decirlo o no - me gustó.

-Entonces creo que mi hija no es tan diferente.

-y también me gustó mucho conocerte papá.

-a mi igual - dijo Harry sonriendo.

-papá ¿A qué te dedicas? - preguntó Samantha después de tomar un sorbo de agua.

-¿Lo dices por la casa y los carros?

-pues si.

-bueno pues la verdad, todo esto es por mi padre, él tiene una gran compañía, solo que bueno él enloqueció o algo así, no pudo hacerse cargo de la empresa, así que quedó a cargo de otra persona que nombraron los accionistas y yo quedé con sus acciones y veme aquí.

-¿Que le paso?

-Nadie sabe, pero fue por mi madre, ella… - Harry miró al suelo avergonzado - ella se suicidó.

-lo siento.

-No te preocupes fue hace mucho, aún era un niño, ya pasó.

-¿Y entonces tu padre dónde está?

-Él está en un hospital mental, tiene lo mejor allá, en su situación claro está.

Harry miró la hora en su celular, eran las cuatro y cinco minutos.

-bueno creo que es hora de irnos, tu mamá va a despertar pronto, es mejor que estés en casa.

-si es lo mejor, a veces ella me despierta temprano.

-espera buscaré algo para que te cambies y nos vamos.

Harry subió hasta el cuarto que había hecho especialmente para Samantha, entró y abrió el armario, algo de lo que Sam no reviso, había muchas prendas, de diferentes estilos y tallas, al ver tal cantidad se abrumó y mejor con un grito le pidió a Samantha que subiera, los pasos de Samantha en la escalera empezaron a sonar y en cuestión de segundos ya estaba en la puerta de la habitación.

Samantha entró tímidamente.

-Sam, escoge lo que quieras, al fondo hay un baño por si te quieres bañar, yo iré a cambiarme también nos vemos abajo cuando estés lista.

Samantha miró todo el armario, estaba impresionada de tantas cosas que su padre había comprado para ella, miro detenidamente, reviso cada lugar y sacó todo lo que era de su talla, las puso sobre la cama, había vestidos, blusas, pantalones y overoles, de diferentes colores y estilo.

Samantha observó detenidamente todas las opciones que tenía y se decantó por un vestido naranja, luego fue al baño, sabía que no tenía mucho tiempo para bañarse, así que llevo su vestido con ella, ahí se lavo y limpio las partes de su cuerpo en las que tenía manchas de sangre con el agua y un poco de jabón se frotó su piel y la sangre salía de su cuerpo, miro una pequeña toalla de mano y la usó para limpiarse, luego se puso su nuevo vestido, se miró al espejo y ya era hora de que bajara.

Bajo las escaleras lentamente mirando su vestido nuevo y a su vez los escalones, al bajar al pie de las escaleras estaba su padre, con ropa nueva y sin una gota de sangre, mirándola bajar las escaleras sonrió.

-te vez hermosa - dijo su padre.

-gracias.

-Ese era mi favorito.

-pues tienes muy buen gusto papá.

Su padre extendió su mano, Samantha se la dio sin saber para qué era, este alzó su mano para que Samantha diera una vuelta, Sam lo hizo de manera torpe, al terminar la vuelta se rio.

-¿para qué fue eso?

-Solo quería ver que tan bien se te ve.

Harry fue hasta una pequeña mesa y cogió un paño húmedo.

-Date vuelta - dijo Harry.

Sam lo hizo y su padre le puso el paño en su cuello el cual tenía una pequeña mancha de sangre.

-Listos - dijo Harry.

-Bien vamos.

Harry abrió la puerta y espero que Samantha saliera, fue detrás de ella y ambos entraron a la furgoneta.

-¿y por qué una furgoneta? - preguntó Samantha.

-para ya sabes transportar más fácil - dijo poniendo en marcha la furgoneta.

-¿Es tuya?

-Algo así, no es mía, pero alguien me la presta por así decirlo, así estoy mas tranquilo.

-¿nos volveremos a ver? - preguntó Sam.

-si tu lo quieres, claro que si.

-genial, pues no es mejor que me des tu numero, lo de las cartas no es muy inmediato, si es que me entiendes.

-si claro, amm pásame tu celular - dijo Harry mientras frenó el carro por completo.

Harry agarró el celular de su hija, empezó a escribir su número de contacto, luego pensó con que nombre lo guardaría, después de pensarlo mucho puso la letra “p”.

-¿P?

-de papa, vez que creativo - dijo Harry, mientras volvía al camino.

-esto me recuerda, tú ponías unas letras en los cuerpos ¿Qué querías decir?

-era un experimento, pero era más que todo un mensaje para ti, pero ya que te tengo cerca no lo necesito.

-¿que me querías decir?

-bueno en resumen que te quería cerca, era como un mensaje para tu madre, que te quería cerca de mi vida.

-bueno, pues ya me tienes cerca.

Harry sonriendo, estaba muy cerca de la casa de ella, miró de reojo a su hija, la cual se veía muy feliz, no pensó que la noche fuera a ser tan perfecta, pero así fue, quería que ese momento durara para siempre pero llegaba la hora de despedirse de su hija, fue lo más lento posible para extender el momento, pero en lo que fuera para él un instante ya estaba frente a la casa.

-Hija esta ha sido una noche muy buena, me encanto conocerte después de tanto tiempo.

-Yo también, gracias.

-y creo que es obvio, pero no debes decirle a nadie de esto, ni que hablamos ¿entendido?

-si claro.

-porque si tu mamá se entera, lo más probable es que se muden lejos de aquí y no pueda encontrarlos.

-si no te preocupes no le diré a nadie, es un secreto entre los dos.

-extracto y cuando me escribas debemos hablar en clave ¿listo?




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