Asesino Suelto

42

Samantha miro la hora, ya eran la una de la tarde, esperé en el sofá mirando cada que podía la puerta, pero no llegó, pasaron diez minutos y no llegaba, se notaba que las esperanzas se le iban, su madre lo noto y se acercó a ella.

-Solo se le hizo tarde, no te preocupes.

-si eso debe ser - dijo algo triste.

ya habían pasado treinta minutos desde la hora indicada, así que Samantha se paró con la intención de ir a su cuarto, pero la puerta sonó, alguien tocaba y Samantha fue corriendo hasta esta y abrió, ahí lo vio a Thiago, quien estaba rojo y sudoroso, su respiración era agitada.

-lo siento, me cogió un poco tarde, enserio lo siento vine lo más rápido que pude.

-tranquilo.

Sam lo cogió de la mano y salió de la casa con él.

-¿qué pasa?

-antes de que entres, no puedes decir que viste a mi tío, ellos están peleados y si se entera que estuvo aquí será un problema.

-claro no hay problema.

Samantha volvió a entrar, Thiago le siguió y entró con ella.

-Buenas tardes, perdón por la tardanza tuve un pequeño problema.

-Hola mucho gusto, yo soy Carol.

-Un gusto Thiago.

-te voy a traer agua - dijo Samantha y Harry se quedó a solas con Carol.

-tengo entendido que van a salir.

-sí señora.

-¿a dónde van?

-bueno iremos a comer algo y un helado.

-¿A qué hora vienen?

-Bueno a la hora que usted nos diga.

-Bien antes de las siete los quiero aquí ¿entendido?

-sí señora.

Samantha volvió con el vaso con agua, el cual le dio a Thiago, quien lo recibió con gusto y se tomó el agua en tiempo récord, le devolvió el vaso a Sam y ella volvió a la cocina.

-mira quiero que tengas cuidado con Sam, si le haces daño lo pagaras, pero no creo que deba preocuparme eres buen muchacho ¿verdad?

-sí señora.

Samantha volvió y miró a su madre.

-Que se diviertan chicos, cualquier cosa me llamas Sam.

-Sí señora, nos vemos después.

Los dos se alejaron caminando, Carol los siguió con la mirada y después de unos pasos los perdió de vista.

-Tu mamá es aterradora - dijo Thiago.

-de qué hablas, eres la primera persona que dice eso.

-me amenazó.

-¿enserio? ¿Qué te dijo?

-que si te hacía daño lo pagaría, aunque no importa porque jamás te haría daño.

-ay que tierno.

-gracias.

-no, lo de mi mama - dijo Samantha quien al finalizar sacó una carcajada - y tú también.

Thiago intentó agarrar a Sam de la mano, pero a ver que no lo lograba se rindió, Samantha lo noto y ella misma agarro su mano, ambos sonrieron y caminaron de la mano el resto de camino hasta el lugar donde comerían, el que Thiago aun no había escogido, llegaron a la plaza, miraron varios negocios.

-¿Qué quieres comer? - pregunto Thiago.

-Lo que me quieras invitar.

-Es que no se, bueno vamos allí - dijo Thiago seguro, pero en realidad lo escogió al azar.

entraron al pequeño negocio, le trajeron la carta, Samantha pidió una pizza y Thiago una salchipapa, ambos empezaron a comer y a Thiago se le cayó una papa frita.

-se te cayó una papita.

-Lo siento es que estoy nervioso.

-Yo también, tanto que tuve una pesadilla anoche.

-¿en serio qué soñaste?

-bueno que estábamos comiendo helado a propósito de eso mi helado favorito es la vainilla, bueno el caso es que estábamos comiendo, todo estaba bien hasta que - Samantha espero un minuto, pensó en cómo replantear su historia para no contar que su padre fue quien lo asesino - y entonces llegó un auto y nos arrollo, no se porque sueño esas cosas.

-Vaya que sueño tan intenso, yo en cambio también soñé con este momento, pero pasaban tantas cosas, como que tu madre no me aceptaba o que te enojabas y hasta salió mal porque llegué demasiado tarde, lo siento.

-tranquilo ¿Por qué llegaste tarde?

-bueno es que mi madre de última hora que me manda a hacer unas vueltas y pues ya sabes como son las mamas, como le voy a decir que no, en serio corrí para hacerlo lo más rápido que pude.

-Tranquilo te creo.

Ambos terminaron de comer.

-muchas gracias estaba muy rico - dijo Samantha.

-No fue nada y falta el helado.

-bueno estoy que reviento, pero un helado no se niega.

Ambos salieron del pequeño local y fueron hasta la heladería principal, allí Sam pidió su famoso helado de vainilla, mientras que Thiago escogió igual el de vainilla.

-que copión - dijo Samantha.

-que te puedo decir, también es mi favorito.

Los dos disfrutaron sus helados en una banca de la plaza y se quedaron hablando por dos horas y cuando menos pensaron ya eran las seis treinta.

-creo que es hora de que vayamos, tu madre me dijo que hasta las siete.

-si vamos.

-no queremos que me asesine.

-No mi mama no haría eso, es un amor.

-bueno es mejor no averiguarlo, vamos.

Los dos caminaron de nuevo hasta la casa, antes de llegar a la casa Thiago se detuvo y la miró fijamente.

-Me divertí mucho hoy - dijo Thiago.

-Yo también.

Harry se acerco lentamente hasta Samantha, sus labios estaban a punto de chocar entre sí, Samantha se puso nerviosa, su corazón late a mil por hora, no sabia que hacer, Thiago se acercó y le dio un pequeño beso de rebote, Samantha se quedó paralizada un momento y luego siguió caminando.

-¿te molesta?

-no, no es eso, solo no sabia que mas decir, me puse nerviosa.

-¿segura?

-si, me gustas… Me gusto mucho estar contigo.

-También me gustas.

De nuevo se besaron, esta vez duró un poco más y continuaron hasta dejarla en su casa, Thiago la acompañó hasta la puerta, Samantha sacó las llaves, al introducir la llave su madre abrió la puerta.

-aquí está sana y salva - dijo Thiago.

-¿Se la pasaron bien? - preguntó Carol.




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