Asesino Suelto

47

Samantha corrió a través del bosque, con pánico no sabía que pasaba a su alrededor estaban tan alterada y solo pensaba que despertará, que todo era un mal sueño, pero no se atrevió a detenerse, corrió y corrió, no miraba el camino, solo corría, se tropezó con una raíz y cayó al suelo bruscamente, Samantha quedó en medio de la nada inconsciente.

Sam despertó, estaba en su cuarto, ella corrió hasta la sala y su madre pronunció esas palabras, esas palabras que le aseguraron que todo era un sueño.

-te deje el desayuno en la cocina.

Todo fue una visión, pensó Samantha, fue por su desayuno, pero en cuanto piso la cocina todos los muros se vieron abajo y quedó en la nada absoluta, miro a todos lados y todo estaba en negro.

Empezó a respirar agitada, tenía tanto miedo, al fondo vio algo que flotaba que iba a su dirección, en un inicio no pido distinguir muy bien que era eso, pero luego de unos segundos vio que era un perro, uno negro con una franja negra en la mitad de su rostro.

Este se acercó y se quedó al lado de Samantha.

-Qué bueno es imaginar ¿no Sam? - dijo el perro con voz ronca.

-Qué sucede, dónde estoy y dónde está Sofía.

-estamos en el espacio ¿Por qué más flotaría un perro?

-todo es un sueño, todo es un sueño, Sofía está viva y solamente estoy durmiendo - dijo Samantha alterada.

-es un sueño puedes imaginar lo que sea, cómo que Sofía está viva.

-¡Cállate! - grito Samantha.

El perro la miró con curiosidad.

-ella está viva, esto es una visión y cuánto menos lo piense despertaré.

-no me gusta ser quien lo diga, pero te lo dije, no tienes cómo escapar de esta, estás acabada Sam.

-No claro que no, huiré de aquí, todo va salir bien, le diré a mi madre que nos mudemos muy lejos de aquí.

Samantha intento correr y de una forma lo logró estaba sobre una especie de suelo y caminaba, pero no parecía que se desplazara a ningún lugar.

-No vas a llegar a ningún lado.

-¿Por qué lo dices?

-porque no hay nada más aquí, solo estamos tú y yo.

-pues no podría ser peor.

-,¿Por qué te molesta hablar conmigo?

-Siempre vienes aquí a ser sarcástico, eres un fastidio.

-lo siento ¿Qué vas a hacer? No hay nada más aquí.

-Solo quiero despertar y hablar con Sofía.

-primero pasó, negación.

-Todo esto es una visión, que termina con esta charla, todo está bien.

-Sam, Sam, Sam lo que sucede contigo es interesante, hablemos de tus visiones ¿Quieres?

-¿Que hay que hablar de eso?

-bueno hoy fue cuando sucedió lo de tu visión, la que tuviste ¿Cuando? Hace un mes.

-eso no dice nada, no tiene nada que ver.

-Sam se cumplió tu visión, casi al pie de la letra como lo pensaste allá en el parque.

-mientes, cómo consideré que te importaba, solo vienes aquí a dártelas de listo a criticarme.

-¿No crees que deba cuestionar a una asesina?

-No me llames así.

-¿Por qué no?

-Sabes qué da igual, me iré de aquí.

Samantha comenzó a caminar, lo hizo así por un par de minutos, el perro solo le miraba, cuando Samantha se dio cuenta que efectivamente no llegó a ningún lado se acostó en el suelo y empezó a flotar.

-no me gusta ser el tipo que te dice te lo dijo, pero si te lo dije.

-¿Todo esto es real?

-no, esto no, te golpeaste la cabeza, pero bueno, no sé qué va pasar contigo ¿Qué vas a hacer Sam?

-me iré de aquí, huiré y todo saldrá bien.

-unas prófuga con deseos de matar, que podría salir mal.

-¿En serio Sofía está muerta?

-¿Por qué no lo ves por ti misma?

El cuerpo de Sofía apareció frotando arriba, se veía solo su espalda y Samantha creyó que estaba bien, ella espero a que bajara, pero cuando pudo observar la parte superior de su cuerpo vio como su cuello estaba casi desgarrado por las heridas que tenía, su abdomen tenía demasiados cortes y heridas, Samantha tuvo ganas de vomitar, pero se contuvo.

-aquí está - dijo el perro.

Samantha volteó la mirada, prefirió ver a la nada que ver lo que había hecho.

-la querías ver ¿O no?

-Yo no quería, enserio solo fue ese impulso, yo no quería hacerlo.

-claro y por eso llevaste el cuchillo, aceptaste de inmediato, no digas mentiras, Samantha eres una asesina, no vengas conmigo a fingir tristeza.

Un cuchillo flotaba al lado de Samantha, ella lo cogió e intentó apuñalar al perro, pero este le atravesó como si de un fantasma se tratará.

-vaya con que esto es lo que haces, el que te diga algo con lo que no estás de acuerdo lo asesinas, vaya me gusta tu nuevo modo de ver la vida, lástima que a mí no me puedas asesinar, bueno de hecho si puedes, solo debes bueno apuntarte a ti misma, no crees que es muy interesante.

-cállate, no eres mejor que yo, tu eres yo así que estás igual de jodido que yo.

-tal vez, pero no seré quien pase el resto de su vida en prisión, pero bueno viviste una buena vida, tranquila en casa.

Samantha empezó a abrir sus ojos, vio vegetación, tenía un dolor de cabeza y un silbido recorría sus oídos, estaba aturdida, aún no era consciente de la situación en la que estaba.

Samantha busco al perro con el que hablaba, volteo a todos los lados, las imágenes eran un poco borrosas, luego todo se enfoco y vio que estaba en un lugar con mucha vegetación, cuando fue más consciente de dónde estaba exactamente le dio risa que buscará al perro que habla en la vida real, pero luego miro a su ropa y vio llena de sangre, ahí lo supo, sabía que estaba huyendo que había matado a su amiga y que no fue un sueño, eso fue real y debía seguir corriendo.

 




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