Asesino Suelto

53

Carol colgó la llamada, iba justo a salir para el trabajo, pero debido a la información que le dió Harry, ella llamó a su trabajo y dijo que no podía ir, ya que debía llevar a su hija por una emergencia médica.

Carol volvió a su cuarto, en este buscó sus fotos familiares, veía las fotos, en estas se veía como Sam crecía y ahora su hija tenía la posibilidad de terminar como su padre, en la cárcel.

Ella pensó en Sam, lo que decía Harry para ella no tenía ningún sentido, ella quería que fuera mentira, pero empezó a recordar muchas cosas, cómo las visiones de la que hablaba su padre, era algo que no entendía, pero ya sabía que tenía razón su padre en esto.

También recordó como Sam había guardado esos ojos, pero quiso pensar que era algo inocente, que no tenía nada que ver, pero se equivocó y ahora está con su hija en riesgo de convertirse en una asesina.

Carol pensó en que hacer, así que llamó a Martin, este contexto casi de inmediato.

-a tus órdenes - dijo Martin sabiendo que era Carol detrás del teléfono.

-lo siento que te llame tanto, pero recuerdo que Harry tenía un amigo médico ¿Él está al tanto de lo que hace? O sea ¿Puedo confiar en él?

-si ¿Necesitas su número?

-si por favor

-Bien te lo mando en unos instantes ¿Necesitas algo más?

-¿Cuándo podremos pasarnos a la casa?

-¿Sí irán?

-bueno creo que es más seguro para ella estar allá, sin tanta gente que pueda herir por accidente.

-claro, hoy arreglaré unos documentos, creo que mañana mismo pueden ir.

-gracias.

Al colgar en los pocos segundos le llegó el número que decía "Doctor José", ella lo marcó y le contestó.

-si buenas - dijo el doctor.

-hola, no sé si me recuerda, fue hace mucho yo era la novia de Harry.

-Carol, claro que sí, además Harry habla mucho sobre ti ¿Cómo estás?

-Muy bien gracias.

-y ¿Sam?

-bueno por eso le llamo, Harry me dice que Sam tiene algo que bueno le obliga a matar personas o algo así, la verdad no le entendí muy bien ¿Usted sabe de algún tratamiento o con quién pueda hablar?

-bueno creo que lo mejor es que le dé un número de un especialista en esos temas, déjeme revisar mis contactos y yo creo que hoy en la tarde le mandaré un número.

-Muchas gracias.

-Me agrada saber que están bien, espero que encuentre una solución para Sam, ella no merece eso.

-ojalá.

Carol colgó el teléfono y se recostó en su cama, en cuanto despertara Samantha tendría una conversación muy incómoda y dolorosa con ella, pero era necesario.

En su celular empezó a buscar en internet, sobre qué padecían los asesinos en serie y en caso de que se encontrará algo, buscaría que tratamientos o curas existían, pero no encontró nada al respecto, esto la asustó más, no sabía si su hija ya estaba condenada.

Carol se quedó en la cama, pensando en su hija, le preocupaba demasiado, pasó el tiempo y escucho la puerta de su hija abriéndose, ella se paró de inmediato y la vio saliendo, Sam tenía un aspecto malo, parecía que no estuviera en las mejores condiciones.

-Sam debemos hablar.

-¿Mamá? ¿Qué haces aquí? ¿No tenías que trabajar?

-No fui porque tenemos algo importante que debemos hablar.

Samantha la miró confundida, no tenía idea de que era lo que estaba ocurriendo.

-Vamos a sentarnos en la masa y hablaremos ¿Está bien?

-está bien… - dijo Samantha confundida.

Las dos se sentaron frente a frente el comedor, Samantha seguía confundida, ella no sabía qué decir.

-¿Qué es lo que te pasa? - dijo Carol no muy segura de lo que preguntaba.

-¿Qué me pasa?

-olvide esa pregunta, quiero que me digas que fue lo que hiciste con tu padre, cuando te escapas sin permiso.

-buenos, fuimos a su casa y me contó que era mi padre.

-¿Por qué confiaste en él?

-bueno, recuerdas los ojos, pues me escribía cartas, mensajes que enviaba, así que, volvió a enviarme algo, me dijo que nos viéramos y así lo hice, no sé porque confíe en él, después en el auto me dijo que era mi padre.

-dime el resto Samantha.

-bueno me mostró su colección de ojos.

-y ¿No quisiste irte?

-bueno no, yo no quería… Quería conocer a mi padre.

Carol se llevó sus manos a la cabeza en señal de preocupación.

-¿Qué pasó luego? - dijo su madre.

-bueno pues había una chica amarrada y me ofreció que la matará.

Su madre se espantó su corazón latía y latía, tenía ganas de salir de ahí, de dejarlo todo, pero no podía dejar a su hija en esa situación, debía ayudarla.

-¿Y lo hiciste?

-no te enojes mamá.

-¿Lo hiciste?

-si lo hice.

Carol empezó a llorar, estaba destrozada de saberlo, no quería aceptarlo, pero ya no podía dejar de esquivarlo.

-lo siento mamá, yo me deje llevar.

Carol no dijo nada, solo seguía llorando, luego intentó reponerse y le costó un poco, pero lo pudo hacer.

-tranquila mi amor, buscaremos la solución a este ¿Está bien? ¿Quieres hacerlo?

-si, no quiero ser esto, por favor ayúdame.

Las dos se abrazaron durante un gran rato, su madre estaba muy preocupada, pero debía intentar hacer todo lo que pudiera por su hija.

Luego de el gran abrazo, Carol se limpió las lágrimas y Samantha la miró preocupada.

-¿Cómo me vas a ayudar?

-No lo sé, pero ya encontraré a alguien, te lo juro, quedaron de mandar el número de alguien que te pueda ayudar.

-Bien, ya no quiero hacerle daño a nadie más.

-¿Qué es lo que te sucede?

-bueno es que está mano a veces me tiembla, hay pensamientos malos que vienen a mi cabeza, antes una voz me ordenaba cosas, pero no volvió, debes pensar que estoy loca.

-claro que no mi amor, sea lo que sea lo resolveremos.

-gracias.

-nos mudaremos a la casa de tu padre, allí creo que estaremos mejor, allí recibirás tu ayuda, es grande y no habrá más gente que puedas herir.




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