Asesino Suelto

55

Harry seguía esposado con traje y corbata, esta vez estaba a punto de ir a juicio, se iba a declarar culpable, Martin estaba con él, le decía que lo mejor era argumentar demencia, pero Harry se negó, aunque no es que estuviera de lo mejor en su mente, pero era lo que merecía y lo afrontará.

-Bien Harry, creo que esto es un adiós - dijo Martin.

-Sabes, aunque has estado defendiendo a un asesino todos estos años, sé que eres un buen abogado por eso te salve.

-no tuviera licencia ahora de no ser por ti.

-bueno eras joven, cometiste un error, eso vieron los demás un simple abogado que se equivocó, yo vi lo que hiciste, no me fije en tu error.

-y de verdad muchas gracias, sin ti no sería lo que soy hoy.

-creo que ya es hora, hiciste mucho por mi, de verdad gracias.

Ambos se dieron un gran apretón de brazos y Harry fue escoltado hasta una patrulla, iban rumbo a la corte, una muy pequeña o eso pensaba Harry, al salir todos los medios le fotografiaban y le tomaban fotos, Harry sonrió y saludó, no le dio tiempo a responder ninguna pregunta.

Él se agachó para entrar en la parte trasera de una patrulla, en esta se montó, aún no sabía muy bien a dónde iba.

-Hola muchachos ¿para dónde vamos?

Los dos patrulleros de la parte de enfrente no le respondieron, sólo arrancaron el coche despacio con cuidado, ya que muchos reporteros se pararon cerca del auto para lograr sacar alguna foto.

Empezó el viaje, Harry pensaba que irían algún lugar del pueblo, pero la patrulla salió del pueblo, no sabía a dónde iban, pero no pregunto, ya que no obtendría respuesta, luego de un viaje de tres horas reconoció la ciudad a la que entraron, estaba en la ciudad, en Pereira, no venía desde que dejó este lugar atrás al dejar de ser el asesino del eje, la patrulla le llevó hasta la corte y allí cientos de reporteros y curiosos les esperaban, los policías lo llevaron entre las personas hasta la entrada, de ahí se sentaron en una banca esperando a que siguieran con su caso.

Llegó una reportera corriendo.

-señor Harry ¿Qué opina de que después de que se supo de su captura las acciones de su banco bajarán un cincuenta por ciento?

-No tengo nada que opinar.

-se habla de jugar en contra a su propia empresa ¿Cómo se declara?

-primero no puedo operar porque he estado en una celda todo el tiempo y segundo creo que es más importante este juicio que una compañía, gracias.

La reportera intentó seguir con sus preguntas, pero era el turno de Harry, así que entro al juzgado, al entrar, se puso en posición y sus esposas fueron retiradas, se sentó en la mesa, estaba completamente solo, había renunciado a tener un abogado, vio la lado al abogado, se le veía muy confiado y más vale que lo estuviera porque no tendrá trabajo que hacer.

Atrás iban llegando algunas personas, familiares de las víctimas, Harry miraba de vez en cuando y en una de sus vistas vio a Carol, él no creyó que fuera verdad lo que veían sus ojos, miró otra vez y la vio, no era alguien parecido, era ella.

Carol se percató que le observaba, ella le saludo con la mano, no con muchas ganas, pero lo hizo, este le devolvió el saludo.

Harry vio entrar al juez, este camino hasta su lugar, todos se pusieron de pie.

-buen día, estamos en el caso 555, señor Harry entiendo que no quiere tener un abogado presente.

-Es correcto su señoría.

-Bien la corte entra en sesión.

Todos se sentaron.

-El señor Harry, está acusado de homicidio de múltiples homicidios, se le atribuyen doce asesinatos que se cometieron en la ciudad de Dubái, treinta en la ciudad de Marsella y también doce que se cometieron en diferentes locaciones, esto lo convertiría en un asesino serial ¿Cómo se declara?

-me declaro culpable su señoría.

-se le condena a cadena perpetua sin opción a libertad condicional, se levanta la sesión.

El juez llenó unos papeles y se retiró, los familiares de las víctimas gritaron victoriosas, Carol se acercó un poco donde él, ahí se le acercó al oído.

-te amo - le dijo susurrando.

Carol se fue y Harry quedó impresionado por eso, jamás pensó que lo volvería a escuchar de ella, la vio de lejos saliendo por las puertas, lo empujaron, iría directo a la prisión de la ciudad, en todo el camino hasta la prisión él pensó en cómo hubiera sido su vida si hubiera dejado de hacerlo, tendría una bonita familia y una vida cómoda.

Llegó a la estación le quitaron todas las cosas, le requisaron y pusieron su uniforme, fue llevado a una celda de máxima seguridad, donde encontró a su compañero de celda, era un tipo alto y musculoso, no disimuló su molestia al verlo entrar, le quitaron sus esposas y los encerraron a ambos.

-sabes mis compañeros no duran nada aquí - dijo su nuevo compañero de celda.

-vaya no debes ser muy agradable.

-no les apetece seguir aquí cuando tienen un hoyo en su estómago.

-creo que a nadie le gustaría.

-Deja de estar siendo sarcástico, eres el nuevo toma tu lugar.

-estaré aquí mucho tiempo, así que te recomiendo que te pongas un poco más amable, no me das miedo, voy a morir en esta prisión y no me importa si es hoy o dentro de veinte años.

-Muy buena historia, pero aquí jamás he escuchado que alguien tenga una cadena perpetua, eso es casi imposible que suceda ¿Qué hiciste?

-asesinar a cincuenta más o menos, pero bueno las que pudieron probar, hay más de doscientas en mi lista.

Harry se subió a la segunda litera de su celda, su compañero le jalo.

-Esta es la mía, la tuya es la de abajo.

-Bien no importa, pero no vuelvas a tocarme porque estarás muerto en cuestión de días.

-eso me gustaría verlo - dijo el compañero de celdas empujando a Harry.

 




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