La aldea estaba en fiesta.
Las casas se llenaron de luz y risas. Por primera vez en años, la gente comía sin miedo, hablaba sin susurrar, y los niños jugaban sin mirar por encima del hombro.
Todo gracias a Kael y Brax… y sobre todo Dominion por acabar por completo con la pandilla principal de la aldea.
Brax recibía cestas de frutas y pan de los aldeanos, inclinando la cabeza con gratitud.
—Gracias… gracias de verdad.
A unos metros, Kael ya estaba rodeado de varias chicas, haciendo gala de su galantería exagerada:
—Oh, ¿cómo podrá este pobre forastero marcharse sin antes grabar en su memoria la dulzura de sus sonrisas? ¡Sois peligrosamente encantadoras!
Las chicas reían, y algunas hasta suspiraban por los ojos marrones dorados de Kael y su sonrisa encantadora.
Brax, con los brazos cruzados, suspiró profundamente.
Se acercó lentamente y tomó a Kael del cuello del abrigo.
Kael (sin dejar de sonreír):
—¡Tranquilo, viejo! Solo estaba socializando con estas encantadoras, hermosas y dulces señoritas...
Brax lo arrastró sin piedad, mientras Kael extendía los brazos dramáticamente.
—¡No me olviden, damas! ¡Volveré...! ¡Se los prometo… y me casare con una de ustedes o quizás con todas! ¡Tengo mucho amor que dar!
Brax (molesto):
—Tienes que concentrarte más, así no podemos avanzar si sigues coqueteando con todas las chicas de las aldeas que visitamos.
Kael (divertido):
—Me concentro mejor con esas bellezas a mi lado, ¿no has oído del poder de la motivación?
Luego se puso más serio por un instante.
—Por cierto… ¿tú puedes hacer eso de crear espadas de tierra como aquel tipo?
Brax (confundido):
—¿Qué?
Kael (haciendo gestos con las manos):
—¡La espada! ¡El tipo que nos enfrentó transformó la tierra! ¡Fue increíble!
Brax se detuvo y lo soltó. Kael cayó de trasero al suelo.
Brax (serio):
—No. Eso ya es nivel medio, Kael. Nosotros apenas estamos en lo básico. Se necesita años de práctica, precisión… y foco.
Kael (suspirando):
—Estamos buscando tipos fuertes para nuestra pandilla… pero nosotros apenas y dominamos lo mínimo.
Entonces, se iluminó como si una idea se hubiera encendido.
—¡Ya lo tengo! ¿Y si buscamos a alguien que nos enseñe? Tiene que haber un maestro o un loco poderoso por aquí.
Brax (sarcástico):
—¿Ah sí? ¿Y a quién piensas preguntarle?
En ese momento, un anciano de bastón caminaba lentamente junto a ellos. Kael lo detuvo por los hombros con entusiasmo dramático.
Kael (con ojos brillantes):
—¡Oiga, viejo sabio! ¿Conoce a alguien que nos pueda enseñar a dominar nuestros elementos?
El anciano lo miró como si le preguntaran si aún vendía dinosaurios.
—Sí, conozco a alguien…
Pero no les va a gustar.
—¡Nos encantará! —dijo Kael emocionado.
—Vive en esa montaña —dijo señalando un pico envuelto en nubes—.
Fue uno de los cuatro grandes generales de Dominion.
Un imbécil arrogante, egocéntrico, amargado…
Odia a todos los seres vivientes. Incluso a las piedras, creo.
Ese idiota domina los cuatro elementos. Quizás le puede funcionar… claro si salen con vida de esa montaña.
Kael casi da un salto.
—¡Perfecto! ¡Gracias, viejo sabio!
Le dio una palmada en la espalda al anciano y salió corriendo arrastrando a Brax.
Brax:
—¿¡Vamos a ver a un ex general de Dominion!? ¿Estás loco?
Kael (riendo):
—¡Loco no! ¡Motivado!
Monte Hollow – La casa del ex general
La montaña parecía arrancada de una leyenda.
A cada paso, la vegetación se volvía más extraña, las rocas más afiladas.
Finalmente, una pequeña casa con un jardín inmenso apareció ante ellos. Flores azules, pilares flotantes de tierra y agua girando en equilibrio.
Pero apenas dieron el primer paso hacia la gran entrada...
¡FWOOM!
¡Lanzas de roca envueltas en fuego salieron disparadas desde el suelo con precisión milimétrica.
Ambos esquivaron ágilmente, aunque una rozó la mejilla de Brax, dejando una línea de sangre.
—¡¿Qué demonios fue eso?! —gruñó Brax.
Entonces, de entre las sombras del jardín, emergió un hombre alto, cabello corto, de mirada como cuchillas y barba corta grisácea.
Vestía una túnica gris vieja, pero su postura era recta, como si el tiempo no lo tocara.
Viejo (con voz dura como granito):
—¿Quiénes son ustedes? ¿Qué hacen en mi propiedad?
Kael (levantando ambas manos con una sonrisa de paz):
—¡No dispare, maestro! Somos Kael y Brax. Dominamos el agua y la tierra a nivel básico.
Queremos aprender de usted.
Viejo (entrecerrando los ojos):
—¿Y por qué debería?
¿Acaso me conocen?
Brax (con respeto):
—Nos dijeron que fue uno de los cuatro generales de Dominion...
¡BOOM!
Una bola de aire comprimido golpeó a Brax directo en la cara, lanzándolo al suelo.
Viejo (furioso):
—¡No vuelvan a mencionar a esos malditos aquí!
¡No soy parte de ese mundo!
¡Lo que más amé me fue arrebatado por esa basura!
Kael (con el rostro serio):
—Nosotros tampoco los queremos, viejo.
Queremos destruir a Dominion.
Formar la pandilla más fuerte. Acabar con todos esos monstruos.
Editado: 24.08.2025