Ese mismo día en Valyria en el cuartel general de Dominion, el sol caía en líneas doradas sobre el mármol oscuro de la oficina del Lord Venaris quien, desde la cima de la torre imperial, con su capa ondeando suavemente, contemplaba frente al gran ventanal todo su imperio con la mirada aguada de quien lo ha conquistado absolutamente todo.
A unos pasos detrás de él, Arka permanecía erguida, con las manos cruzadas detrás de la espalda, imperturbable, firme, elegante, parecía esculpida en piedra noble, con una calma que desmentía la ansiedad latente que palpitaba dentro de su pecho.
El Lord hablo sin girarse. ––Así que decidieron ir a las cuatro regiones… ––murmuro con voz grave–– A buscar a las pandillas que conspiran contra nosotros y este perfecto sistema, Ranuz y Layne tomaron las más peligrosas, ambos son fuertes, pero lamentablemente no son inmortales. ––se gira por completo y posa su mirada en Arka. –– Si en una emboscada contra enemigos fuertes gastan por completo toda su energía elemental… ––su voz se volvió fría como un iceberg––Me temo lo peor.
Arka se mantuvo imperturbable, no se movió, ni un suspiro, su cara se mantuvo serena, aunque por dentro la ansiedad y preocupación la mataban por dentro ante las palabras del Lord, sus pensamientos estaban muy lejos de esa oficina. Imaginarse a Layne cansada sin energía elemental, al borde de la muerte, acorralada, rodeada por enemigos, atacada por todos los flancos sin ninguna escapatoria, hizo que a Arka se le viniera todo el mundo abajo, un frio mortal le invadió todo su cuerpo.
Pero un pensamiento repentino vino rápidamente como una promesa silenciosa dándole fuerza.
“Antes de que eso pase lo sabré de inmediato, yo estaré ahí, la salvare y la traeré de vuelta a casa conmigo sana y salva. Mi hija no morirá, no mientras yo este con vida. Yo no veré el nombre de Layne en una lápida será ella quien vea el mío primero en un futuro muy lejano.”
El Lord ajeno a la tormenta interna que invade el cuerpo de Arka, dice–– Aunque claro antes de que eso ocurra de seguro estarás ahí para salvarla––ladea la cabeza con una media sonrisa–– No sé cómo lo haces Arka, pero tienes un radar interno que te avisa cuando Layne está en peligro, supongo que son cosas del instinto maternal, las madres siempre saben cuándo sus hijos están en peligro.
Arka sonríe tratando de controlar su tormenta interna de emociones, y dice con una leve sonrisa ––Es muy cierto lo que dice mi Lord, se cuándo Layne está en verdadero peligro, el problema es llegar antes de que ocurra algo grave, pero le doy gracias al cielo que siempre llego a tiempo para salvarla.
El Lord asiente mientras se acaricia la barba, y dice–– Tengo mucha suerte de tener bajo mi mando a dos cuádruples supremos como mis generales––lo dice con orgullo––Sabia que Ranuz podía alcanzar ese nivel porque sus padres son cuádruples, pero lo de Layne me sorprendio bastante, no imagine que podía alcanzar ese nivel. ––mira a Arka con atención y picardía––Me dijiste que lo único que sabias de su padre es que era un dual supremo de aire y agua, por lo regular un hijo de dos duales supremos solo llega a un nivel avanzado si nace cuádruple, Layne es un verdadero prodigio.
El Lord inquisitivo y curioso continua–– Por cierto, Arka, nunca me dijiste como se conocieron tú y el padre de Layne, ¿era de Valyria?
––No, no era de Valyria. ––dice Arka con total naturalidad. ––Lo conocí en Kiria cuando fui a ordenar varios monikys ––guiña un ojo con picardía–– Lo único que le puedo decir es que fue una noche muy peculiar y entretenida.
––Fuiste a Kiria por unos monikys y saliste con una hija. ––el Lord ríe divertido. ––¿Qué crees que estarán haciendo esos cuatro? ––dice más calmado, pero aun con un aire juguetón ––Conociéndolos, de seguro los tres más jóvenes deben de estar torturando a los enemigos de formas impensables y sádicas, Ranuz por su parte lo hará como el caballero que siempre ha sido.
Arka dejó escapar una risa corta y elegante, y dice––sí, estoy muy segura que es exactamente así, aunque conseguir información precisa no será tan rápido, tomara tiempo, por ahora solo podemos esperar por sus informes.
El Lord asiente con gravedad.
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Mientras tanto, en Kaer`Marun en el monte Hollow, en la casa de Ginthar, el aire era denso, pesado, la tensión se cortaba con un cuchillo y cada partícula parecía cargada de electricidad.
Frente a todos, el Arcaneo, aquella figura antigua, imponente y salvaje, se aproximaba lenta y peligrosamente a Layne, cuyos ojos lo miraban sin una pizca de miedo con una calma absolutamente fría y una sonrisa juguetona siniestra.
Kael, aun tirado en el suelo, grito con desesperación genuina como si algo dentro de él lo obligara––¡¿Mocosa arrogante no ves que te va a matar?! ¡Sal de ahí rápido!
Pero Layne ni parpadeo, su voz fue un susurro gélido, arrogante y certero. ––¿Matarme a mí? ¿Un Arcaneo que no puede controlar su propia fuerza? ––sonrió con burla–– ¿Acaso no sientes como su poder ya está disminuyendo?
Todos observaron con atención y asombro, la silueta del Arcaneo titubeaba, sus contornos comenzaban a tambalearse, su poder disminuía rápidamente.
Y entonces…
Un estruendo sordo sacudió el ambiente, un remolino de polvo envolvió a la criatura, cuando se disipo el polvo la bestia había colapsado. De entre los restos, una niña pequeña de unos ocho años de cabello corto blanco y ojos verdes se levantaba lentamente tambaleándose, con la respiración entrecortada, jadeando, completamente exhausta, Ginthar sin pensarlo dos veces corrió rápido hacia ella y la sostuvo entre sus brazos.
––¡Nya! Te dije que no salieras, aun no estas lista para este mundo, no controlas tu fuerza.
La niña lo miro con lágrimas en los ojos y dice con su voz entrecortada por los sollozos. –– Lo siento maestro, él quería salir cuando lo sintió en peligro…––bajo la cabeza–– Yo también quería salvarlo maestro, me asusté mucho pensando que usted podía morir sino llegaba a tiempo.
Editado: 22.09.2025