"Algunas personas son como las velas,ellas se queman asi mismas para dar luz a alguien más"
─¿Estás seguro de lo que vamos a hacer?.─cuestionó la omega,observando cómo el muchacho metía sus pocas pertenencias a una desgastada mochila que había encontrado.
Ya habían pasado cinco días desde que Jimin había tomado su decisión.
Cinco días en los cuales había estado planeando todo con ayuda de su tía y tratando de convencer a su hermana,la cual terminó accediendo a huir con ellos después de ser nuevamente golpeada por su madre simplemente por haber manifestado que deseaba ir al jardín para que su lobo pudiera emerger porque lo necesitaba.
─Sí.─respondió cerrando la mochila.Giro su rostro para verla.─muy seguro─aclaro con una sonrisa de por medio.
Mei sonrió leve ante la seguridad que mostraba el joven omega.De cierto modo,la hacía sentir orgullosa.
─Muy bien.─dice,sin dejar de sonreír.Cuando Jimin le había contado que quería escapar,ella se ofreció plenamente a ayudarlo y participar en el escape,ya que desde hace un par de meses,su esposo le había sugerido mudarse a otra ciudad y ella aceptó,con la esperanza de poder lograr mejores cosas para su hijo y ahora que Jimin y Kaedé habían decidido irse,la hacía sentirse mas esperanzada.Se levanto de la pequeña butaca y se dirigió a la puerta.─te avisaré cuando todos los sirvientes y Akane esten dormidos,tú encárgate de ayudar a tu hermana y espérenme en mi habitación.
Asintió─De acuerdo.─Mei le dedicó una última sonrisa antes de salir de la habitación del omega.
El plan era simple.
Pasó uno; Tomar nada más las cosas de más utilidad.Cargar con el peso más ligero posible.
Pasó dos; Esperar a que todos los empleados y Akeni estén dormidos.Pasar desapercibidos y sin dejar rastro alguno.
Y Pasó tres; Permanecer tranquilos y juntos en todo momento.Correr lo más rápido posible al llegar al bosque.
Simple,aunque,para Jimin no sería del todo fácil,alguien podría despertar y verlos en su intento de fuga y avisarle a Akane y a los demás miembros de la manada que se dejan manipular por ella.Soltó un suspiro en un intento de eliminar esos malos pensamientos,pasó una mano por su plateado y descuidado cabello echándolo hacia atrás.
Miró a su alrededor,aquella estrecha y vieja habitación había sido su pequeño refugio desde que su madrastra había llegado a su vida,se puso a pensar en cuánto había cambiado su vida desde la muerte de su querida madre.Miró el suelo por unos segundos,con mucha nostalgia,extrañaba a su madre,demasiado a decir verdad.
Extrañaba verla todas las mañanas en la cocina,preparando el desayuno animadamente.
Extrañaba que lo mimara cuando se caía y se raspaba las rodillas al jugar.
Extrañaba verla reír felizmente cuando su padre le hacia bromas.
Extrañaba oírla decir "Te quiero".
Extrañaba todo.
Nunca se había dado cuenta de lo drástico que todo había sido después de que su madre diera su ultimo respiro.De repente sintió como sus mejillas se humedecieron,se llevó una mano al rostro y tocó superficialmente una de las mejillas,estaba llorando y su lobo tenía las orejas bajas con tristeza.
Se limpió las lágrimas del rostro rápidamente. No quería llorar,sentía que no valía la pena hacerlo por cosas malas,tampoco quería recordar su niñez dorada con tristeza.Respiro hondo para calmar sus emociones crecientes,miro la hora en aquel viejo reloj de pared que había sobre su desgastada cama.
9:55pm
'Ya es hora' pensó tomando la mochila y colocándola sobre su espalda.Caminó hasta la puerta,la abrió y asomó un poco la cabeza para asegurarse de que no había nadie en el pasillo,lastimosamente su habitación pertenecía a la de los empleados,siendo casi que el sótano. Al ver que no había nadie en el mismo y que estaba completamente desolado,terminó por salir con cautela,cerró la puerta lentamente y tratando de no hacer ruido.
Respiro profundo cuando lo logró.Empezó a caminar de puntillas por el pasillo para poder llegar a las escaleras que conducen al interior de la cabaña,las luces estaban apagadas y no había nadie despierto,por lo que continuó caminando a hurtadillas hasta llegar al pasillo donde se encontraba la habitación de Kaedé.
Podía sentir como su lobo temblaba y se mostró inquieto.El silencio que abundaba era casi espeluznante y casi estremecedor,y aunque las luces estuviesen apagadas,la cabaña estaba siendo tenuemente iluminada por los fuertes rayos lunares de esa noche,miraba a todos lados,alerta.