¡Y así es como lo conocí...!
Una tarde de invierno en donde todo el panorama blanco como la nieve llenaba la ciudad.
A mi me encantaba la nieve y que más daba si llegaba a resfriarme aunque luego me reclamara a mi mismo el ser tan descuidado con el frío.
Aquella tarde de soledad en donde estaba pensando en sí hacer un muñeco de nieve o tirarme al suelo y hacer aquellos dichosos ángeles en ella.
Me sentía feliz, realmente feliz pues aunque nadie lo creyese cuando me conocen, me gusta el invierno, más bien, es mi estación del año favorita, en donde tomo chocolate caliente, donde preparo galletas, donde estoy acostado a un lado de la chimenea recibiendo el calor que me brindaba, en donde todo era cálido aún con el clima frío.
Así que esa tarde en donde decidí por puro aburrimiento lanzar una bola de nieve a la nada, lo conocí a él.
Él era simplemente hermoso, aún cuando su nariz estaba roja, aún cuando realmente parecía enojado por aquella bola de nieve que un desconocido le había lanzado.
Quien diría que desde allí conocería aquello a lo que en mi corta vida me había privado, me había enamorado a simple vista y aunque nuestro primer encuentro no fue como un cliché para mi fue perfecto.
Se llamaba Jung Hoseok, aquel chico al que mi bola de nieve había alcanzado, aquel chico que luego de eso se enfermo, valla invierno diría yo.
Y aún cuando él, Jung Hoseok me reclamó el que no debería tirarle bolas de nieve a la gente a si porque si me entendió cuando le dije que lo había hecho sin intención.
Quien diría que ese invierno traería a mi, un amigo, un buen amigo que me acompañaría en todo.
Siempre fui un chico raro o al menos así me catalogaban mis compañeros sin embargo yo me sentía feliz porque aunque sea raro aún así tenía una hermosa familia que me quería a como del lugar, porque aún siendo raro tenía amigos que me acompañarían en todas mis travesuras y aún siendo raro logre llegar a él.
Desde ese invierno en donde Hoseok me dijo que no le gustaba la nieve porque simplemente se le enfriaba hasta la punta del cabello - cosa que me hizo reír - me resultó ser uno de mis mejores inviernos.
Hoseok, era un chico que era alegre, me alegraba su sola presencia.
Luego de aquel desafortunado encuentro Hoseok no me guardó ningún rencor, más bien, el decía que no tenía amigos cosa que no creí ya que sus amigos ahora son los míos.
En aquel encuentro no pensé que mi vida cambiaría y sé que ya lo eh dicho pero no se como explicar la emoción que me da recordar aquel día y claro la vergüenza y la risa al ver su cara enojada y roja por la bola de nieve.
Aunque no todo fue malo, luego de una disculpa y una amena charla empecé a jugar con el como si fuéramos dos pequeños niños, hasta ese momento no pensé que alguien se asemejaría a mi con aquel infantilismo que me cargaba, él era raro.
Luego de ese día y de haber intercambiado números llegue a casa muy feliz a contarle a mi querida madre que había encontrado a una persona que jugó conmigo en una guerra de bolas de nieve que por cierto gané.
Desde ese día mis días fueron más alegres de lo que ya lo eran, desde ese día tuve un compañero de juegos y un confidente, un amigo sin igual.
Desde ese día supe que Jung Hoseok llegó a mi vida por obra y gracia del destino.
Que habría sido de mi sin mi querido amigo Jung Hoseok, siempre me pregunte eso.
Aunque se que Hoseok y yo teníamos muchas diferencias solíamos discutirlo de manera pacífica ya que Hoseok era un ser de luz y paz, un ángel por así decirlo, mi ángel.
Hablaba con el día y noche y, a pesar de que nuestros horarios en la universidad - que muy a mi sorpresa era la misma a la que yo iba - nos dábamos el tiempo de vernos y hablar de cualquier tema trivial.
No sabía porque el que consideraba mi mejor amigo en esos tiempos me resultaba tan importante.
Supe que él era importante para mi tanto que así lo quería, aunque fuese de manera inconsciente pues mi queridísimo Jungkook me dijo que le paso lo mismo cuando conoció a SeokJin, dijo que al principio sólo era un amigo que conoció en clases, un compañero pero ahora después de años tenían planes para casarse y es que sólo faltaban dos años para terminar nuestra carrera.
Mi amigo me lo dijo, Hoseok no era una simple persona.
Y no lo era, Jung Hoseok era un ser extraordinario que me dejaba embelesado cada vez que aquella sonrisa acorazonada salía, cada vez que daba a destacar sus preciosos hoyuelos los cuales siempre hacían que mi corazón quisiera saltar de mi pecho sólo para ir a sus manos - aunque creó que mi corazón ya estaba en sus manos -
Muy a mi pesar y mis inseguridades de ese tiempo pensé que Hoseok sólo se quedaría como aquel ángel que llegó a mi vida e iluminarla como nunca, se quedó en ser y no ser la simple persona que hacia que mis mejillas se acaloraron y el rubor se situase en ellas, eso para mi era mi pobre definición de Jung Hoseok.
Mi pobre definición porque si yo lo catalogará y definiera lo que Jung Hoseok significa para mi no tendría el suficiente tiempo ni en tres vidas para describirlo y eso contando en que las vidas sean longevas.
Jung Hoseok aquel ser tan único siempre me acompañaba a la universidad, aquel que se veía tan bien con una bata de laboratorio y si, el quería ser veterinario y !Por dios! Que el era tan hermoso como persona que daría su vida con tal de salvar a un animalito y yo lo adoraba por eso
Quien diría que Jung Hoseok pueda ser tan perfecto.
Mi otro queridísimo amigo Jimin me dijo que simplemente babeaba cuando lo veía, que mi rostro se iluminaba, que mi sonrisa era la más grande y que en mis ojos habían un brillo que nunca había visto sólo al verlo o hablar de él, yo no sabía si era verdad.
Pero el sólo hecho de hablar o siquiera mencionar su nombre en alguna anécdota hacia que mi día fuese increíble, pero para mi lo mejor del día - aparte de decir su nombre - era verlo, era que Hoseok me sonriera y que el quisiese pasar parte de su tiempo conmigo.
¿Cómo no podría enamorarme de Hoseok si me tenía tan mimado? ¿Cómo no podría enamorarme de Hoseok si decía que se acordaba de mi en cada acción que hacía?
Y sí, sé que no debería de ilusionarme de esa manera pero ¿Cómo no hacerlo?
Me dije en ese tiempo que no debería tomar sus acciones como algo más, que sólo era amistad y claro esta que había veces - por no decir todo el tiempo - que pensaba que Hoseok me coqueteaba cosa que hacía que me suban los colores a la cara. Aún así mis pensamientos siempre me decepcionaban y desilusionaban pues sabía que él no lo hacia en verdad.
Aunque grande fue mi sorpresa cuando tomó mi mano y la besó, mi corazón no paraba de latir como loco, y peor aún cuando su sonrisa salió de sus apetecibles labios y lo que me enloqueció fue cuando me miró a los ojos y su sonrisa seguía allí.
"Eres hermoso" me dijo luego de eso y sentí que podía morir allí. Allí le pregunte a Santa Ramona si estaba soñando o no.
Después de aquella insignificante acción para muchos comenzó lo que se diría nuestro cortejo o así lo había leído en algunos de los libros de Jiwoo noona.
Quien diría que en ese momento donde estaba a un año de terminar mi carrera de músico me daría tanta inspiración conocer al que llaman el primer amor.
Mi primer amor aún lo recuerdo con una sonrisa y un suspiro enamorado, como no hacerlo si con sólo recordar a la persona de la cual me había enamorado era lo que muchos buscan y nunca encuentran.
Mi historia con Jung Hoseok fue de las mejores o al menos eso pienso, un tanto cliché al saber el miedo que ambos teníamos cuando nos declaramos.
No fue romántico ni nada pero para mis ojos si lo fue.
Un simple día de verano en donde yo estaba estresado no sólo por mis proyectos universitarios sino por el horrible calor que hacía y justo cuando iba a patear cualquier cosa él apareció.
Con una camisa ancha al igual que aquellas bermudas que utiliza en verano, con aquella sonrisa tan característica y aquella aura que hace que el mismo sol le tenga envidia por tan deslumbrante que era, llegó él a mi.
Y para mi fue como una cita aunque no lo era, me invitó un helado porque sabía incluso lo que pensaba, fuimos a su departamento en donde puso un ventilador a mi lado cosa que siempre me pareció peculiar porque el aire sólo me daba a mi y él se apegaba a mi espacio lo cual me ponía nervioso y allí sucedió, simplemente lo dijo y yo sentía que me atragantaba con aquella helada limonada - la cual me había dado al llegar a su departamento -
Desde ese día quede en shock, no sabía que hacer sólo se que cuando reaccione tenía sus labios pegados a los míos.
Después fuimos pareja, todo era tan lindo, la llamada etapa luna de miel y pues creó que si lo era porque todo lo veía de color rosa.
Jungkook me dijo que le paso lo mismo cuando SeokJin y el empezaron claro que también después cuando fue su luna de miel verdadera.
Y mi mente ya maquinaba cuando sería que me casaría con Hoseok, y si era muy apresurado pero yo sabía que él era el amor de mi vida, que Hoseok era mi destinado, que todo lo que había hecho aquel día de invierno fue planeado para conocerlo, para estar en este punto de la vida donde estoy enormemente enamorado de Hoseok.
Aunque claro que después de nuestra etapa de "luna de miel" las cosas se acomodaron y tuvimos nuestra primera pelea y creó que fue obvia porque en ese tiempo ambos estábamos en el último año de nuestras carreras y estábamos más que estresados y peleamos por no tener tiempo para nosotros.
Aquella semana fue difícil al ser que nos habíamos distanciado, claro que después de eso la reconciliación fue excelente con cena y todo, fue la mejor noche de mi vida o al menos hasta ese momento en que mi cuerpo no había probado aquellos placeres carnales de los que Jungkook, SeokJin y Jimin me habían hablado.
Empecé a pensar, eso será como lo dicen, será que hay estrellas y se ve el cielo luego del éxtasis, ciertamente no lo sabía aunque claro estaba que yo sabía los puntos exactos donde mi cuerpo era sensible pero y sí Hoseok los conociera, ¿Cómo sería llegar al éxtasis de su mano?
Como sería, siempre me pregunte pero aunque ese tema me quitara el sueño más lo hacia cuando Hoseok me llevaba a una cita, como no hacerlo si me la pasaba eligiendo entre mi ropa para la cita pero siempre me preguntaba una cosa, ¿Llegará a algo más?
Aun así la ansiada "noche" llegó, tras un gran esfuerzo en sus tesis y estar más que nada exhaustos, llego luego de la graduación y de planear tanto con Hoseok el ver si se mudaban juntos o no.
Esa idea era tan emocionante, vivir con Hoseok, ver a Hoseok al despertar aunque claro eso no sería tan diferente a cuando me quedaba con él.
¿Pero sería como si estuviesen casados, no? Estar casado con Hoseok, sólo pensarlo me emocionaba tanto, señor Kim Taehyung de Jung o Jung Taehyung, ambos sonaban bien pero no sabía cual tomar por nombre.
Esa noche fue muy esperada para mi, fue tan natural, tanto que ni me di cuenta cuando ya estaba en la cama, cuando la ropa estaba encima del piso y no en nuestros cuerpos, cuando Hoseok acarició lentamente mi cuerpo, sentí derretirme y sentía como mi corazón estaba tan acelerado que pensé que moriría pero no, sabía que el corazón de Hoseok estaba igual de acelerado que el mío.
Nada en mi vida me había preparado para eso pero no se arrepentiría, jamás, lo disfrute como no tenía idea, mientras aquella habitación fue testigo de toda la pasión entre nosotros, del amor que expresamos con nuestros cuerpos.
Ese fue sólo el inicio en una nueva etapa de mi vida que compartía con Hoseok, después de aquella maravillosa noche por fin podía confirmar que lo que tanto me decían mis amigos era incluso mejor.
Después de unos días me mude con Hoseok a un departamento pequeño que quedaba cerca de donde ambos trabajábamos, pues tan sólo al salir de la universidad a Hoseok lo contrataron en una clínica veterinaria y a mi en una agencia para ser compositor y ayudar a los nuevos cantantes con sus canciones.
Todo iba realmente bien, se sentía realmente genial el vivir con él aunque claro, la convivencia al principio no fue la ideal pero conocí ciertos detalles de Hoseok que no sabía que tenía como que canta en el baño a todo pulmón, aún cuando lo hacia medianamente mal me acostumbre a aquella "serenata" mañanera, tanto que cuando no lo hacia se me hacia realmente raro.
Todos aquellos detalles hicieron que me enamore un poco más de el - si es que eso era posible -
Que quedaría por decir más que la vida de ambos iba por buen camino, teníamos nuestros trabajos, un lugar para nosotros y un amor que no hacia más que crecer día con día, aunque no todo era bueno ya que peleábamos pero lo bueno es que nuestras peleas jamás llegaban a extremos como para terminar nuestra relación, eran tan sólo berrinches pasajeros que se pasaban al cabo de los días.
Pero jamás me espere que Hoseok un día me diera una sorpresa tan grande como para hacerme llorar.
Aun lo recuerdo, cada detalle por más pequeño que sea lo recuerdo a la perfección, esa tarde llegaba de ver las pistas de las nuevas canciones de artistas de la agencia en donde trabajaba, venía cansado y con sueño así que sólo abrí el departamento que compartía con Hoseok y lo cerré dando un gran bostezo lo que nunca me espere es que cuando abrí mis ojos allí estaba él, con un traje lo cual se me hizo raro.
Hoseok se veía nervioso, muy nervioso por lo que no entendía nada hasta que empezó a decir todo lo que sentía por mi, cada palabra que salía de su boca era hermosa y con cada una mi sonrisa se agrandaba así como el calor en mi pecho.
Pronto los lágrimas salieron, todas ellas llenas de alegría y amor hacia él, cuando Hoseok se arrodilló y me pidió matrimonio, no puedo explicar la alegría que sentía cuando él me lo propuso, no puedo simplemente decir que fue maravilloso, que casi muero por aquel significativo acto, eso sería decir poco.
Pero lo único que atiné aún con toda la vorágine de sentimientos que tenía en mi pecho me lance a sus brazos y asentí enérgicamente, lo bese con tanto amor que creí que me desvanecería y repetí en cada beso un "si quiero" haciendo que su sonrisa se agrandara, ese día hicimos el amor en la sala.
Los meses de compromiso pasaron realmente rápido para mi gusto pero no importaba, teníamos todo listo para la boda, aunque en si aún me acuerdo como nuestras familias dijesen que ya era hora de que nos casáramos.
La boda fue realmente maravillosa y mágica, nunca pensé una boda tan linda, pensé que con todo lo atareado que estábamos no saldría bien, sin embargo salió muchísimo mejor de lo que pensábamos.
El día de nuestra boda estaba tan nervioso mientras en esperaba que la puerta se abriese, mi padre quien me entregaría me dio todo su apoyo ye tranquilizó, camine por el pasillo viendo a Hoseok con su traje negro - similar al mío -, se veía tan bien, tan guapo que casi me desmayo, sonreí al igual que él cuando estábamos a unos solos pasos hasta que llegue a él, mi padre le dio mi mano a Hoseok.
Nos unimos a los ojos de todos, recitamos nuestros votos y nos besamos sellando así la vida que tendríamos, todo estaba bien, bailé toda la noche con mi esposo, lo abrace y al final de la ceremonia, cuando nos fuimos de la recepción, lo ame, no sólo con mi cuerpo sino con mi alma.
La luna de miel fue la mejor pues viajamos a Ámsterdam cuando el frío invierno azotaba la ciudad y la nieve caía mágicamente en nuestros recorridos.
Al regresar la vida parecía haber cambiado pues luego nos volvimos a mudar, esta vez a una casa con más habitaciones, sabía muy bien que Hoseok y yo formaríamos una hermosa familia.
Estaba tan emocionado por como decorar la casa mientras que el sólo me veía con esos ojos de enamorado, los mismos que yo tenía cuando lo veía.
Al cabo de un año de casados no parecía haber cambiado nada más que una gripe que había pescado que hacia que me sintiera mal. pero allí estaba mi amado esposo cuidándome en cualquier adversidad, yo lo amaba mucho, ¿Cómo no amarlo?, me pregunte en ese momento si era tan atento en cada mínimo detalle como cuando me corte un poco el cabello él lo notó y me elogio haciéndome - aún después de tanto tiempo - sonrojar hasta las orejas.
Porque todo con el se veía perfecto, porque se que él era la persona que tenía que encontrar, porque se que si no era Hoseok a quien debía amar probablemente estaría sólo a estas alturas de mi vida.
Pero la vida no siempre es perfecta y eso lo comprobé cuando una tarde al estar acurrucado con Hoseok un ladrillo atravesó nuestra ventana, me asuste tanto y al ver no había nadie pero aquel ladrillo tenía una nota muy clara.
Una amenaza para Hoseok.
El sólo dijo que lo ignorara pues ya había tenido de esas en la clínica veterinaria en la que trabajaba, yo en cambio estaba tan preocupado pues como decía mi madre cuando tenía un presentimiento siempre eran malos, yo quería pensar que mi presentimiento no era malo.
Ojalá así hubiese sido, pero me equivoque, lo supe cuando un día Hoseok llegó golpeado, me asuste tanto al ver su camisa llena de sangre, fui con él al hospital de lo asustado, quería pensar que él estaba bien, lo estaba pues sólo habían sido unos golpes pero aún así el presentimiento no se iba.
Y no se fue nunca...
Hay veces que no entendemos de que son capaces las personas sólo por envidia.
Hoseok se llevaba tan bien con el dueño de la veterinaria en donde trabajaba que este le iba a dejar la clínica a él ya que no había tenido hijos los cuales dejarle la veterinaria.
Yo en ese momento cuando me lo dijo estaba tan feliz pero nunca pensé que esa noticia de alegría se vería manchada por tristeza.
Ese día cuando salimos a caminar por los alrededores de la clínica mientras íbamos conversando y sonriendo alguien le disparo a Hoseok, sentí que mi mundo se paraba cuando el iba cayendo.
Lo tome de los brazos pero aún así caímos, pedí ayuda a todas las personas pero sólo unas pocas nos ayudaron las demás se amontonaron a ver que es lo que pasaba.
Le pedí entre lágrimas que no me dejara, le pedí que se quedara porque teníamos que formar una familia aunque en ese tiempo aún no lo sabía pero ya éramos una familia, ese día me deshice en lágrimas amargas hasta que llegó la ambulancia que nos llevó al hospital.
Estuve tan preocupado que termine por desmayarme mientras a él lo llevaban al quirófano de urgencia.
Cuando desperté mi madre estaba conmigo, pero aún cuando ella me dijo que me quedara acostado yo fui a ver en donde estaba Hoseok, llegue justo cuando le decían a mis suegros que él no había podido resistir la operación.
Me negué varias veces a que eso podía ser posible así que sin importarme entre al quirófano en donde estaba Hoseok y allí lo vi en la mesa mientras que en su pecho había un horrible corte. El aire me falto y me acerque a él llorando, luego de eso me sacaron del quirófano.
Lo que paso después parece que aún es borroso para mi pues sólo recuerdo estar en el velorio de mi amado mientras sostenía su foto y mi madre me suplicaba que me tranquilizara porque no me haría bien en mi estado.
Luego de ver como el amor de mi vida iba en un ataúd pareciendo que dormía toque mi abdomen y me dije que debería ser fuerte no por mi sino por nuestro hijo.
El tiempo paso dolorosamente lento pero aún así tenía un rayito de sol que Hoseok había dejado en mi para que así soportara su partida.
Nuestro hijo era tan hermoso al momento de nacer y volví a llorar porque lo quería a él conmigo viendo como nuestro hijo dormía plácidamente en mis brazos pero aún cuando me sentía sólo no lo estaba pues tenía a mi pequeño en mis brazos y a mi familia y amigos conmigo.
Un día muy peculiar mi pequeño rayo de sol me preguntó por ti, por Hoseok, me preguntó el porque no estabas y porque siempre visitábamos una tumba con la foto de "un señor bonito" los fines de semana, le conté.
Ahora que veo a mi adorado y no tan pequeño Baekhyung - pues ya tenía 13 - el cual me veía atentamente después de relatarle sobre como nos conocimos, le dije mientras intentaba no llorar pues parecía como si tu partida fuese tan reciente que dolía como no tenía idea.
Le susurré con una sonrisa que no denotaba mi felicidad pero si mi amor por su padre:
- Y así es como lo conocí...