Así Soy [saga Arévalo #8]

Capítulo 4

Víctor

—¿Lo hiciste?—Salomón asintió.

— No fue difícil, se encontró con un tipo en el pueblo y eso la alteró— fruncí el ceño— La llevé yo a casa, le pedí que subiera a su habitación y aproveché para entregar todas las compras a la señora que le cocina a Ezequiela, me preocupo ver la sonrisa de felicidad de la señora cuando vio tanta comida.

—Quiero que hagas otra cosa Salomón.

—Dime padre.

—No nos irá nada bien ordeñando hasta que agarremos práctica, pero tu acercamiento con Ezequiela puede ser beneficioso, ofrecele tu ayuda en revisar su contabilidad, quiero saber en las condiciones que está — mi hijo asintió.

—Eso haré padre— salió de la sala.

—Max quiero que averigües quien es el hombre que alteró a Ezequiela, quiero saber hasta que piensa—Max enarcó una ceja.

—Claro tío, me pondré en eso ahora— asentí y sentí los brazos de mi esposa rodear mi cuello.

—Víctor, debes tranquilizarte— le sonreí a Andrea—Se  que deseas ayudar a tu familia, pero me preocupa tu corazón.

—Estoy bien Andrea, solo que está chica es como un animal herid, me recuerda a Salomón cuando sufrió tanto y Damien.

—Los chicos están bien.

—Lo sé — besé los labios de mi esposa — Y así estará Ezequiela también.

Ezequiela

Bajé a cenar y fruncí el ceño al ver servida en la mesa carne, pan fresco, queso, frutas...

—No recuerdo haber comprado todo esto—Marie no respondió y se sentó a la mesa a comer, la contemplé y sentí un nudo en la garganta al verla cerrar los ojos con cada bocado,teníamos mucho tiempo sin comer bien.

—¿Qué pasó mi niña?— ella me miró jugar con la comida.

—Me encontré con Nicolás— Marie dejó de comer y tocó mi mano.

—¿Estás bien?— asentí.

—Ahora lo estoy —me levanté y busqué en la alacena la botella de tequila, Marie me miró molesta.

—¿Si lo estás porqué vas a beber?

—Voy a celebrar que mi familia apareció—serví una copa y la bebí de un sólo.

—Acepta que es por Nicolás—no respondi y volví a servirme — No sabes beber Ezequiela, te pones mal.

Seguí en mi afán, no estuve enterada cuando Marie cenó, levantó la mesa, y se fue a acostar cuando miré a mi alrededor estaba sola... como lo estaba desde hace años.

Furiosa solté la trenza y revolví mi cabello, el idiota de Nicolás me iba a escuchar, subí a mi camioneta vieja con la botella en la mano y conduje como una loca hacia su rancho, entré y me detuve frente al ala de la casa donde estaban las habitaciones sólo que no sabía cuál era, miraba doble, me encogi de hombros y escale el árbol, me detuve y no sabia cual era mi derecha o mi izquierda, me sentí mareada y entre a la ventana que se suponía era la de la habitación de Nicolás, me iba a escuchar el maldito.

Mi entrada fue espectacular caí de bruces, trataba de levantarme, pero todo me daba vueltas.

Entrecerré los ojos cuando se encendió la luz.

— ¡Qué rayos! —traté de enfocar bien, pero miraba doble, solo podía ver un dorso músculoso, sentí que me tomaron del brazo y me levantaron —¿Ezequiela?

Frunci el ceño, esa no era la voz de Nicolás, rayos no sabia donde estaba.

—Estás borracha— su voz furiosa me causó gracia.

—Amigo te fe...licito, descu...briste Amé...rica, pero déjame decirte que se adela...ntó Cobon.... Co....lón.

Sentí que me sujetaron fuerte y me sentaron en una cama creí yo y me arrebataron la botella de tequila que milagrosamente no se quebró en mi caída.

—¿Qué haces aquí?—cerré los ojos quizás era Nicolás pero no lograba identificarlo.

—Vine a gritarte lo po...co hombre que ...eres —pasé mi mano por mi rostro.

—¿Por qué soy poco hombre?— lo escuché sisear.

—Lo pre...guntas —me dejé caer en la cama —Me aban...donaste.

—Ezequiela, no soy Nicolás —me incorporé en la cama y todo me daba vueltas

—¿Quién rayos eres?

Silencio pero sentí como la cama se hundió junto a mi.

—Marcus

Giré mi rostro hacia donde venía la voz.

— El vi...udooooo —frunci el ceño— Lo .. lo si...ento.

—No vale la pena que bebas por un hombre Ezequiela.

—No...es por el mal..dito de tu her..ma...no — fruncí el ceño— ¿Soy fea?

—No lo eres, jamás lo has sido y ahora que te vuelvo a ver me doy cuenta que estás más preciosa.

Solté una carcajada.

—Si soyyyyy precio...sa besammmeee.

Marcus acercó su rostro hacia mi y tocó mis labios con los suyos.

—Listo, te llevaré a casa y mañana enviare tu camioneta— fruncí el ceño.

—No sa...bes.. bessssss....arrrrrrr.

—Ezequiela estás borracha, no sabes lo que pides.

Me puse de pie y toque ese pecho músculoso, jamás había visto a Marcus, me sentía siempre atraída por Nicolás, pero esta noche, su voz me encantaba, su pecho desnudo me provocaba acariciarlo.

—Un bessssss....ito —Marcus se me acercó y me sujetó de la cintura, era un hombre mas alto que Nicolás, sentí que con sus dedos sujeto mi barbilla y levantó mi rostro para invadir mi boca, la abrí para que su lengua invadiera mi boca, sentí ese cuerpo bien trabajado pegado al mio,a mis fosas nasales llegaba su olor, odiaba no recordar bien su rostro porque me estaban dando el mejor beso de mi vida.

Pero a como comenzó el besó, así término.

—Te llevó a casa— me dejé llevar hasta el auto. Cerré los ojos en el coche sentía el estómago en mi garganta, cuando se estacionó baje lo más rápida que pude para vaciar mi estómago. Sentí una mano acariciar mi espalda mientras me tranquilizaba y luego una servilleta de papel para limpiarme.

Me ayudó a incorporarme y abrio la puerta de la casa, ni eso hice dejarla bajo llave, subió conmigo a mi habitación y me ayudó a quitarme las botas, me arropó.

—Que..date con..migo, no qui..ero más las soledad...

—Ezequiela no puedo.

—Por..favorrrrrrr... no me aban...dones tú también.

Sentí como se subieron a la cama, me giré en dirección al cuerpo y me acurruque en su costado,era gracioso no recordaba el rostro de Marcus por que tenía nublada la mente pero me sentía segura en sus brazos.




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