Asmodeo & Amon

Descubriendo la verdad del chico nuevo.

—Hunter es un imbécil, y yo que pensé que sería el único hombre capaz de no cometer esa estupidez. —dijo Sarah con un rostro que expresaba fastidio, resopló mientras tomaba con su tenedor un trozo de su postre y lo llevaba a su boca.

—Yo pensaba eso mismo de Jack, y mira como terminaron las cosas, aunque él no hizo lo que Hunter, pero todos son iguales, nos dejan por una belleza externa y bazofia por interior. —esa fue Annie.

Estábamos en el café Stella, las tres reunidas después de nuestras clases, la noticia del engaño de Hunter y nuestro rompimiento ya se había propagado por casi todo el pueblo, no faltaban las miradas prejuiciosas, las habladurías, los rumores, incluso escuché decir que yo había terminado con él por Willagher, solo por lo que hizo ayer, cosa que es falsa. ¿Cómo podría yo estar con él?, era literalmente un grano en el culo, su comportamiento era insoportable, estar juntos sería imposible, aparte de eso, no me atraía.

No te mientas a ti misma, Char.

—¿Podríamos dejar de hablar de ese tema? —les pedí, pero ambas me miraron con reproche.

—¿Cómo vamos a dejar de hablar de ese tema?, si es la noticia del momento.

—Adivina como se pondrá tu madre cuando se entere, si no es que lo sabe ya, y sobre Jasper ni se diga, es capaz de matar a Hunter.

Me sorprendía como ambas se empeñaban en seguir en ese tema y me recordaban a cada minuto lo que había pasado ayer en la fiesta cuando yo lo quería olvidar por completo, pero no, ellas seguían y seguían.

—Lo que le pase a Hunter ya no me interesa. —pero esas palabras eran una absoluta mentira, porque yo aún sentía cosas por él— Puede estar con quien quiera y mi hermano lo puede matar si gusta. Ahora, mejor hablemos del festival, ¿irán, no es así?

Vaya sutil cambio de tema, era pésima para eso, pero esperaba que funcionara, y al parecer si funcionó. Sarah y Annie se vieron entre si y parecieron encontrar credibilidad en lo que dije, el tema se dio por terminado, al fin, ahora sus rostros cambiaron, tenían unas sonrisas, Sarah se inclinó hacia la mesa, para contar algún secreto o algo que parecía ser muy confidencial.

—Charles me pidió ir con él al festival. —miró a sus alrededores, asegurándose que nadie más nos pudiera escuchar, y después nos miró a Annie y a mí— Luego, iremos a su casa.

Annie y yo nos vimos entre si, y es que Sarah nunca cambiaba, era la misma, ella nunca había tenido novio, pero si un algo con algunos chicos, era muy coqueta, y hasta ofrecida, pero así la queríamos.

—Deberías de dejar de regalarte a todos. ¿Cuántos chicos van?, ¿seis?, ¿siete en el mes?, debes parar con eso. —soltó Annie. Ella no tenía tacto para decir las verdades a la cara, era muy directa, y eso lo admiraba de ella— Eso es un pecado amiga mía, e irás al infierno por eso. ¿No lo has considerado?, además, Charles solo piensa en follar, y seguramente luego de lograr su objetivo irá por ahí alardeando que lo hizo contigo. —agregó y luego de eso tomó el popote de su licuado para darle un sorbo— Date más valor, ¿quieres?

—¿Ser tan hermosa y qué los chicos quieran conmigo es un pecado?, pues me declaro abiertamente pecadora. Y que importa a donde vaya al final, si de todas maneras ya estamos viviendo en un infierno aquí. —y bufó mientras comía de su Pie de limón— Y no me importa que hable sobre eso, puede publicarlo si quiere, en tanto diga que fui una diosa en la cama, todo estaría bien. —guiñó para luego sonreír con picardía.

—Por Dios, contigo no se puede de verdad, ¿cuál es tu propósito al hacer eso Sarah?, ¿ser la más fácil del todo el pueblo o qué?

Y ambas se habían sumido en un debate – discusión donde agradecí no estar implicada, no les presté atención y miré por la ventana que estaba frente a nosotras, nos gustaba sentarnos en la mesa del costado, donde la ventana quedaba justamente para admirar al exterior, aunque lo que se admiraba no era un paraje, era más bien una calle adoquinada y más tiendas del centro del pueblo, nada en especial. Me arrepentía de haberles preguntado sobre el festival, pues ahora estaban como dos niñas pequeñas cuando hablan sobre cuál actor era el más guapo y cuál no, solo faltaba que pelearan dentro de la cafetería.

Pero gracias a que no estaba hablando con ellas, toda mi atención se centró en la figura que venía caminando desde el otro extremo de la calle, una figura imponente, que traía puesta una remera blanca de manga corta dejando expuestos sus tatuajes y un jeans negro con sus botines, sin duda se miraba tan bien vestido así, y es que, aunque un disfraz de calabaza se le pusiera se seguiría viendo perfecto. ¿Pero qué estaba pensando?, ese mismo chico no recibió mi gratitud ayer, fue todo un mal educado, tenía que dejar de pensar cosas así de él.

Que mi alma sea purificada por pensar impurezas.

—¿Char? —habló Sarah, ambas me estaban viendo fijamente y yo por ver hacia el frente había perdido toda la atención que estaba puesta en ellas— Hola, hablando al mundo de Charlotte. —chasqueó sus dedos frente a mí rostro y el sonido me hizo volver a verles— ¿Qué sucede?, estamos esperando tu opinión.

¿Opinión?, ¿qué opinión?, ¿estaban hablando de vestidos?, ya ni recuerdo sobre que hablaban, lo último que escuché decirles es que Sarah tenía una extraña fijación por tener amigos con beneficios.

—¿Cuál era la pregunta? —y sonreí.



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En el texto hay: misterio, profecia, paranormal

Editado: 16.10.2024

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