-Poema de mi autoría-
Tan hermoso puede ser el cielo en múltiples ocasiones durante un sueño, del cual nunca deseas despertar. Una dosis de adrenalina inyectada con el fin de hacerte pasar los mejores momentos de tu existencia, dejando al lado todos aquellos presagios malévolos que quieran arruinar ese mundo donde todos nosotros hacemos realidad nuestras mayores aspiraciones y recuerdos más felices; dando la opción de convertir esos sueños que creemos insignificantes para la mayoría del mundo en algo llamado: "Sueños de Ángel". Mi corazón y todo mi universo solo te pertenecen a ti mi amor.
Dama azul celeste de ojos marrones y agallas de guerrero, única e indescriptible. Me tienes totalmente romántico y dedicado a venerar tus efímeros labios carnosos de melocotón, solo te deseo a ti, mi mundo se llena completamente contigo; mis sueños y todo mi ser te pertenecen. ¡Oh! Mi princesa eres espectacular, te recuerdo desde aquel día que te vi en mis sueños y desde entonces no te he dejado de pensar. Lucero de la mañana, radiante como tú ninguna; solo representas luz y belleza, me quedaría por siempre en tus brazos acurrucándome a ellos.
Quiero que no me liberes ni me sueltes de tus agarres, solo así solo feliz contigo, te deseo con todas las fuerzas de mi alma. Tanto era la intensidad de todo esto, que simplemente mis tiempos se fueron en un túnel oscuro viajando a un lugar sin retorno alguno disimulando la conexión entre el tiempo y el espacio. Eres un universo lleno de estrellas, por cada rincón donde camino veo tu rostro brilloso lleno de amor esperándome al final de ese túnel, irradias tu esencia corazón mío te lo digo ahora y siempre.
- Amor, solo soy tuyo y de nadie más. – exhalo al aire con todas mis fuerzas.
- ¿Amor estas seguro que me quieres a tu lado?- pregunta Andrea.
- Si y mil veces te daré el si mi vida, que mas quieres que te demuestre si a cada momento te llevo en mis pensamientos, mi ser y mi alma.-le digo.
- Un día de otoño, no recuerdo el mes ni siquiera el día de esa estación; solamente recuerdo ese olor característico a esencia de mujer. Eres aquello que siempre quise y por lo que nunca dejare de luchar, vales demasiado para mí. Estos eran los intentos de este poeta enamorado por conquistar a su amada, quien siempre lo lleva en sus entrañas aunque este "poeta" no lo crea.
Un día el poeta a través de una carta dejada por alguien misterioso en la mesa, leyó estas hermosas palabras:
Caballero Armando, tu dama celeste siempre será tuya.
Su cuerpo y alma te pertenecen solo a ti.
Le haces vivir y amar como nunca a nadie más
Si ella le pidiera un deseo extra a Dios solo pediría uno.
¿Sabes cuál?
Que la deje estar contigo para siempre su gran y único amor
Por quien suspira, vive, muere y sueña todos los días del mundo, cada momento y a cada minuto; quiere tenerte en sus brazos para hacerte suyo, eres su hombre, su amigo y todo lo demás.
De: Cristina, la amiga de su dama celeste
Para: Caballero Armando (Conquistador del corazón de la dama celeste).
Nos reencontramos en el jardín, entre tantas flores y tulipanes. Mirándonos de frente uno al otro, acercándonos más con ganas de besarnos y fusionarnos en un solo ser. Me acerque y le bese, sus labios eran deliciosos con sabor a cereza; nuestras lenguas luchando una con la otra por quien sobrevive a esta intensa guerra de besos totalmente frenética sin que hubiera mañana. Nos tumbamos en el jardín, me acaricias el pecho con tus manos mientras me dejo llevar por el placer de tus labios al mismo tiempo que acaricias mi cuerpo; me quede en blanco por unos minutos pero lo disfrutaba. Al rato, te puse boca abajo y empecé a darte besos en tu cuello con lo cual ya empezabas a delirar pidiéndome más.
-¡Mi amor! ¡No pares! ¡No pares!. – decía mi dama celeste.
-¡Sigue! ¡Sigue! Solo tuya soy y de nadie más.- repitió entre gemidos..
Continuamos besándonos frenéticamente, mientras ocurría eso nuestros cuerpos se iban despojando de sus prendas hasta quedar en ropa intima. Simplemente era una sensación hermosa, estar con la persona que me gusta y amo por sobre todas las cosas era más que placentero.
-Este mundo ha cambiado demasiado con la llegada de mi dama celeste, quien ocupo ese espacio de corazón que me hacía falta llenar. Gracias por llegar a mi existir y hacerme ver el mundo de otro modo, me enseñaste a luchar por todo lo que quiero y apreciar esos sentimientos que todo ser humano siempre debe contener; millares de metáforas y figuras literarias podría recitarte entre lunas llenas y/o eclipses no me importa, solo te quiero para mí; ya que naciste para mí y yo para ti. Todas mis noches tienen sentido desde que apareciste ya que me permites soñar con un sitio mejor, nuestro amor consumado ante todos que más podría pedirle a este universo que me concediera más allá de tu amor.
- Pues a decir verdad, si Dios me pregunta en este momento me coloca a elegir que deseo hacer. Solo diría una cosa.
¿Sabes cuál mi dama celeste?
Editado: 03.09.2018