Asquerosa Obsesión (re-subida)

Capítulo 4


 

 

Alessandro


 

¡Las malditas 4 de la madrugada y nada¡, ¿a esto se refería con salir un rato?, en estos momentos me estaría haciendo la paja de mi vida, luego de verla con ese vestido, pero luego me viene a la cabeza la cantidad de imbéciles que estarán esperando llegar a sus casas y hacer lo mismo, pero es que soy un maldito idiota ¿porque mierda la deje ir?, y su puta amiga, como la odio quisiera tenerla en frente y-


 

¡Ding-Dong! ¡Ding-Dong! ¡Ding-Dong! ¡Ding-Dong! ¡Ding-Dong! ¡Ding-Dong!


 

Alessandro: -voy corriendo a abrir la puerta estoy seguro de que es ella- mamá ¿porque llegas a esta hora, porque traes el pelo así, y tu cartera, donde esta tu cartera? -ella no dice nada solo se queda ahí parada sonriendo, se ve tan feliz, y eso me llena de ira, solo yo puedo hacerla así de feliz-.


 

Elisabetta: ¡cariño! ¿como estas?, que alto te has vuelto y que guapo, no te pareces en nada a tu padre y eso que era muy atractivo, pero tu, tu lo eres aún más.


 

Alessandro: ~no comprendo bien lo que dice, arrastra la lengua a más no poder, no vocaliza nada y alarga casi todas las palabra, claramente esta ebria~ mamá, entra ya por favor.


 

Elisabetta: ¿me echaste de menos?, mami te echo mucho de menos a ti -le abrazó -


 

Alessandro: ~entre con ella en brazos ya que sabía que no entraría por su propio pie~ hay que darte un baño para que despiertes un poco.


 

Elisabetta: no quiero, ya estoy despierta amor.


 

Alessandro: ~otra vez, ahi esta, amor, ella lo entiende estoy seguro, sentimos lo mismo~ será un baño rápido ~le dije, y la volvi a tomar en brazos y la lleve a la bañera, abrí la llave y el agua empezó caer sobre su cuerpo, ella hizo el intento de salir pero no se lo permití, después de la "ducha" ella empezó a desprenderse de las prendas mojadas, ¡mierda! no llevaba sostén, ella siguió en su labor, hasta que quedó completamente desnuda ante mí, no podía apartar la mirada de su cuerpo, ¿en serio esta mujer me dio a luz, y mantiene esa figura?.


 

Elisabetta: cariño, una toalla, por favor.


 

Alessandro: ~ella no parecía incómoda, ni avergonzada de estar desnuda frente a mí, ella no sabe lo que está provocando~ ahora vuelvo ~le dije y sali de ahi, fui a su habitación y busqué las toalla pero no encontraba ninguna, escuche pasos húmedos detrás y ahí estaba ella, otra vez provocando que pierda la poca cordura que me queda~


 

Elisabetta: las toallas de repuesto están en el último cajón del gabinete -dice y se desploma en la cama soltando un gran suspiro-


 

Alessandro: ~busque las toallas donde me había dicho, las encontré tomé una y me acerque a donde estaba ella y la senté en la cama y empecé a secar su cuerpo, no podía evitar rozar con mis dedos cada que pasaba la toalla por alguna parte, mis pantalones eran holgados y no traía ropa interior puesta, entonce porque demonios siento que mis pantalones estallarán en cualquier momento, había terminado por lo que iba a cubrirla con el acolchado y a largarme para poder soltar todo lo que he acumulado desde que ella posó frente a mí con aquel vestido, pero cuando iba a cubrirla ella me abrazo~


 

Elisabetta: amor no te vallas, quedate conmigo, quedate con mami ~le abrazo fuerte, ¿como pude llegar a odiarlo?~ te odie tanto cuando naciste -dijo en voz alta pero suave, aun así no quito lo cruel de tales palabras- creí que nunca te llegaría a querer, a ti, ni a tu padre, pero después, después los amé con todo mi ser.


 

Alessandro ~esas palabras no fueron un balde de agua helada, los trozos de hielo aún estaban enteros y me golpearon con fuerza al salir~ ¿por qué?, mamá ¿porque me odiaste? ~me importa una mierda la razón por la que odio a massimo, pero a mi ¿a mi porque?~ mamá por favor dim.. ~ella se había quedado dormida y yo con el alma hecha pedazos, me coloque detrás de ella y la abraze por la cintura y puse mi rostro en el hueco de su cuello y empecé a llorar, lo se, soy patético, me sentí como un niño otra vez, ¿me odió a mi?,¿porque me sienta mal algo que ya pasó?, no lo entiendo.


 

9:25 de la mañana


 

Alessandro


 

Había despertado y como era de esperar ella seguía dormida, se ve tan hermosa con esos labios rosas entreabiertos y esas largas pestañas descansando prácticamente sobre sus pómulos, ella es perfecta, todo iba bien hasta que recordé lo que había dicho antes《te odie tanto cuando naciste》mi sonrisa se borró totalmente de mi rostro y no era para menos~ mamá despierta ~la moví con un poco de fuerza pero nada~ mamá vamos levántate, tomate un café y un calmante ~quite el pelo que caía al lado de su rostro, así puedo apreciar su belleza en total plenitud, su rostro está tan cerca, mierda, no estaría mal ¿no?, es solo un pequeño beso, como cuando era niño, solo un rose, estoy seguro que no le importara, me acerque más a su rostro y tal como había dicho solo fue un roce, un roce que me incito a reclamarle más profundidad a esos labios, ¡Dios esos labios!, me acerque nuevamente a su rostro y atrape su labio inferior entre los míos, ¿cómo puede sentirse tan bien algo que está tan mal?, no lo se y no me importa averiguarlo en estos momentos, mis labios apresan totalmente a los suyos y ese pequeño roce se volvió un desesperado intento de mi parte de obtener más de ella, fue tan desesperado y ansioso que no me di cuenta de que ella había despertado, me aleje rápido e intente decir algo pero no había nada que decir, no había excusa válida en estos momentos, y lamento decir que no me arrepiento de nada, pero esa mirada, está perpleja, ¿me está mirando con temor o es asco?,no puedo descifrar su mirada pero lo que sea que quiera transmitir no es nada bueno~




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.