Continuación flashback
Massimo
Tenía ganas de seguir con mi pequeña pero ya tenía unos 30 minutos desaparecido al igual que ella y no quería levantar sospechas, al llegar a la sala pensaba que todos estarían buscándola o mínimo preguntándose dónde esta pero para mi sorpresa todos estaban en sus asuntos, ¿en serio ni siquiera sus padre?, vaya familia le a tocado, sus padres ni siquiera están en la fiesta por lo que empiezo a buscar a Francesco para decirle que me iré, cuando lo encontré fue de la forma más incómoda tanto para mi como para ellos, estaban cogiendo, cerré la puerta rápidamente y le dije desde fuera que nos veríamos mañana en el aeropuerto para volver a Italia.
Luego de unos minutos en coche llegue a la habitación de hotel donde iba a quedarme seguido baje el cierre de mi pantalón e hice lo que tenía ganas de hacer desde que vi a la pequeña Elisabetta, saque mi pene y empecé a masajear de arriba abajo mientras pensaba en esa pequeña vagina virgen, en esos labios hinchados y esa cara tiernamente roja, no había tardado ni cinco minutos en venirme manchando mi mano y parte del suelo, apenas la conocí hoy ¿y me pone asi?, nunca me habían gustado las niñas ni siquiera las adolescentes pero esta pequeña me cautivó. No la vere mas creo que ya fue suficiente trauma para ella, ademas ya tengo bastantes problemas como para cargar con uno más, la dejaré en paz, no creo que tenga razones para volver a verla.
Elisabetta
Después de haber hecho todo lo que me dijo ese hombre fui a mi habitación y me recoste, se suponía que no debía llorar y que me había lavado el rostro para que se disimulara el que ya lo había hecho pero no puede aguantar, esto es malo, muy malo y no me siento bien me duelen los ojos y la cabeza, soy una mala persona mamá y papá confiaron en mí y yo lo arruine, no debí dejarlo tocarme debí gritar más fuerte, darle una patada en el estómago o morder su mano pero no hice nada, porque me asuste, soy mala y me siento sucia.
En otro sitio con Francesco y Shofía.
Francesco: no decias que querias hablar -dice mientras se coloca los pantalones-
Shofía: si, es sobre Elisabetta.
Francesco: ¿qué pasa con mi princesa?
Shofía: le pasa que necesita un padre.
Francesco: ¿de que hablas?, ya tiene uno y soy yo -dice con cara seria y una mirada profunda-
Shofía: se que entiendes a lo que me refiero, Elisabetta necesita un padre de verdad, alguien que valla con ella a los eventos padre e hija, poder ir de vacaciones sin que la dejen plantada y que pueda estar durante sus cunpleaños y al final de estos, lo que más le emociona de las fiestas son los regalos y cada vez que terminan sus fiestas desde que tiene cuatro años los deja sin abrir hasta muy tarde porque los quiere abrir contigo y a pesar de las decena de veces que le e dicho que eso no sucedería ella sigue y sigue insistiendo en que así será, en que te quedaras solo en uno, al menos en uno hasta el final y abrirás aunque sea un regalo con ella.
Francesco: ¿crees que no lo se?, ¿crees que no tengo ganas de quedarme no solo hasta el final de su fiesta sino hasta que acabe el día?, pero es complicado porque tú mejor que nadie sabes en lo que estoy metido, en este negocio te descuidas dos segundos y estás fuera del juego y lo sabes no....
Shofía: -lo interrumpe- ¡por Dios!, ¡¿quieres por un segundo dejar de pensar en ti?!
Francesco: ¡no lo hago solo por mi!, ¡tambien lo hago por ti y por Elisabetta joder!, ¡¿quieres por una puta vez en tu vida dejar de ser tan egoísta?!, ¡yo te lo dije, te dije en lo que estaba metido desde el principio así que ahora no me vengas con esas!
Shofía: lo se y tienes toda la razón lo sabia desde el principio y aun asi te acepte, pero Elisabetta no tuvo la misma oportunidad que yo, ella no pudo elegir si quería un padre como tu o no y no discutiré más sobre el tema contigo solo quería que lo tuvieras presente eso le está afectando a Elisabetta.
Francesco: ....
Shofía en vista de que no tienes nada que decir me voy, espera 10 minutos y luego sal tu no quiero que la niña se confunda y piense que vamos a volver.
Francesco: está bien, te veo fuera.
Narradora
Shofía salió y saludó a unas cuantas madres de las amigas y amigos de Elisabetta que habían llegado recién y busco a esta con la mirada ya que había llegado la hora de apagar las velas pero por más que miraba de aquí para allá y de allá para acá no la veía por lo que le pregunto a algunas de las personas si lo habían hecho, pero todos decían que no, está fue al patio, a la cocina, al baño y por último a su habitación donde la encontró mirando a la nada con los ojos hinchados y rojos.
Shofía: cariño ¿qué haces aquí?, vamos abajo a la fiesta es hora de apagar las velas.
Elisabetta: -esta miró a su madre y su rostro se deformó por uno afligido y empezó a llorar-
Shofía: cariño que pasa -corrió hasta la cama de Elizabetta y tomo su rostro con cuidado- háblame cariño que pasa, te sientes mal, cuéntale a mamá que está pasando, mirame Eli que sucede -su madre entró en pánico su pequeña se veía asustada y no paraba de llorar.
Elisabetta: ~estaba a punto de decirle lo que había pasado pero despues recorde lo que me dijo "les pegare un tiro en la cabeza"~ no pasa nada mamá ~nunca les suelo mentir a mis padres y ahora qué lo estoy haciendo me siento fatal~