Narradora
Después del emotivo encuentro entre Elisabetta y su padre una camioneta blanca los paso a recoger, en el transcurso del viaje todo iba bien Elisabetta veía el paisaje y se enamoraba cada vez más de la hermosa Italia hasta que tres camionetas negras se acercaron una adelanto el auto donde ella iba con su padre, otra se posiciono a su lado y una se quedó detrás, ese día no podría empeorar más.
Elisabetta: ¿papá qué pasa?, ¿porque esas camionetas nos siguen?, ¿papá?
Francesco: Tranquila principessa son amigos nos protegen.
Elisabetta: ¿de que o de quien deberían protegernos?, no hemos hecho nada malo.
Francesco: -se quedó callado ante la afirmación que hizo su hija-
Elisabetta: ¿verdad papá?, ¿no hemos hecho nada malo?
Francesco: no cariño es para que las personas que sí lo son nos dañen, ¿entiendes? ~la realidad es otra lose pero no me atrevería a decirle a mi principessa algo que claramente tendrá que descubrir, pero eso no sera ahora no hoy~
Narradora
Dos horas en coche y habían llegado por fin a la casa de los abuelos de Elisabetta, la niña no podía estar más ansiosa quería practicar italiano con sus abuelos, quería pasear por los parques, cantar con ellos, ella tenía claro lo que quería hacer.
Al llegar y bajar de la camioneta Elisabetta se quedó sorprendida e impactada su casa era grande, pero esta, esta era enorme e inmensa delante de la suya, otra diferencia era el diseño y la estructura su casa en canadá es moderna, no tiene humanoides abriendo la puerta o sirviendo la mesa pero la diferencia es bastante notable, podrían vivir fácilmente una familia se vampiros felizmente en aquella casa frente a ella, sus paredes tenían un diseño rocoso pero tenían un jardín que enamoraba a cualquiera no existía flor que pudiese mencionar y no se encontrara hay.
Al pasar a aquella puerta de metal que daba a la sala se encontró con una hermosa mujer ya mayor de unos 50 años leyendo un libro bastante entretenida, la mujer sin levantar la cabeza dijo.
Elisa: ¿otra vez aquí?
Francesco: si, otra vez yo.
Elisa: -levanta la mirada hacia Francesco y al ver aquella niña entre sus brazos abrió inmensurablemente sus ojos y empezó a negar lentamente- no puede ser, ¿es..es ella?, no me lo puedo creer, ¡Leonardo!, ¡Leonardo ven a ver esto! -esta se acercaba a pasos lentos hacia la pequeña y la tomó entre sus brazos y la apretó entre esto dando incontables cantidades de neso en toda la cara y cabeza- ¡eres hermosa, eres una bianco!, ¡esos ojos azules este pelo negro esta piel porcelana! Eres la viva imagen de tu madre, Dios no me lo puedo creer, ¿esta ella aquí también?
Francesco: ella ha tenido que quedarse resolviendo unos asuntos.
Elisa: no tienes que mentir, yo se la verdad de porque no quiere vernos y la entiendo, pero esta bien aqui esta nuestra Elisabetta Bianco...
Francesco: -la interrumpe y agrega- Vitale, también se apellida vitale.
Elisa: seamos sinceros, tu apellido no tiene clase suficiente para representar a una figura tan angelical como la de mi nieta.
Leonardo: nuestra -corrige y se queda observando expectativo la belleza de la pequeña Elisabetta-
Elisa: hoy todo quieren llevarme la contraria -dice esto y deja en el suelo a la niña- ve con el abuelo.
Leonardo: Ciao bello.
Elisabetta: Ciao nonno.
Elisa: no, no, no puedo con tanta ternura, ¿te agrada tu nonno? -dice con una sonrisa que casi no cabe en su rostro-
Elisabetta: si nonna e anche tu -dice y deja escapar una risita-
Narradora
Todos se quedaron callados mirando a la pequeña no era un silencio incómodo para nada era más bien uno acogedor.
Elisa: puoi parlare chiaramente italiano?
Elisabetta: ~¿que?~ umm nose.
Francesco: ella no habla italiano con fluidez sabe algunas frases y entiende algunas que otras cosas, pero aprenderá rápido aquí, todo lo que sabe lo ha aprendido sola sin maestros particulares ni cosas por el estilo.
Leonardo: ¿y Shofía que?, ¿se le ha olvidado cómo se habla italiano?, ella ya no es italiana se me olvidaba que es americana lo lleva en la sangre -dice con sarcasmo-
Elisa: no empieces, mira a el lado positivo nuestra nieta está aquí y mira lo preciosa que es vendrá conmigo hoy en la tarde a la plaza y la presumire frente a mis amigas -dice esto y se ríe-
Francesco: mejor mañana ha tenido unos día muy ajetreados estará muy cansada como para sali...
Elisabetta: -lo interrumpe- no papá quiero ir a la plaza con la nonna a la plaza.
Francesco: no cariño mañana que tienes dos días sin dormir bien.
Elisabetta: papá pero dormí mucho en el vuelo, por favor -dice la última palabra alargando la "o"-
Leonardo: deja a mi nieta, si quiere salir hoy, mañana o pasado saldrá, ella dormirá una pequeña siesta y cuando despierte en la tarde se irá a la plaza con su nonna.
Elisabetta: ¡sì nonno!
Francesco: tengo el mal presentimiento de que la van a mal acostumbrar.
Elisa: por supuesto que no, solo vamos a consentir y a llenarla de amor y de regalos, ¿te gustan los regalos preciosa?