Narradora
En el coche de camino a casa Elisabetta no paraba de suspirar lo que causó cierta curiosidad en Elisa la cual le pregunto.
Elisa: -carraspea y sonríe al ganar la atención de la niña- ¿Algo interesante que contar sobre tu paseo con aquel muchacho?, parece un chico agradable.
Elisabetta: pues..nada -dice un tanto sonrojada-
Elisa: ¿nada?, ¿seguro?
Elisabetta: bueno..tal vez.. nos besamos -dice la última frase rápido y sin dejar espacios- y creo que me gusto -agrega con una sonrisa más amplia y dio un suspiro más profundo-
Elisa: -suspira con pesadez-
Elisabetta: ¿estas molesta por eso nonna?
Elisa: si...Ahora debo una cena -sonríe-
Elisabetta: ¡nonna! -rie-
Narradora
Al llegar a la casa Elisabetta subió rápidamente a su habitación, mientras su abuela se quedó en la sala principal cerca de la chimenea leyendo un libro y tomando una taza de té caliente, esto hasta que sintió como posaban una mano sobre su hombro.
Elisa: oh Leonardo has llegado, ¿y Francesco?
Leonardo: Está parqueando el coche, ¿dov'è la principessa di questa casa?
Elisa: está en su habitación -dice y le da una mirada que su marido ya conoce bastante bien-
Leonardo: ¿qué ha pasado? -pregunta-
Elisa: la niña a conocido a un joven muy apuesto -dice siguiéndolo a su despacho al cual llegan rápidamente-
Leonardo: tu cara te delata, no trates de ocultarme cosas que no puedes.
Elisa: que quede claro que yo no quiero contártelo tu me estas insistiendo -típico de Elisa no poder ocultar las cosas y culpar a los demás de contarselas- la niña se beso con aquel muchacho y dice que le gusta -un estruendoso "¡¿Elisabetta que?!" Llamó la atención de todos los presentes pero lo más sorprendente de todo no era el tono de la pregunta si no de quien provenía-
Massimo: ~al ver que todos se quedaron fijamente mirándome supe que la había cagado pero no pude evitarlo y para evitar alguna extrañeza mas dije- lo siento, es que le he tomado mucho aprecio a la pequeña y me sorprendió aquello que has dicho.
Francesco: mi principessa nunca haría eso, aquel muchacho la habrá obligado, juro que voy a buscarlo y cuando lo encuentre...
Elisa: y cuando lo encuentres nada aquel joven del que hablas le gusta me lo ha dicho dejala ser feliz.
Francesco: que tiene 11 años Elisa.
Elisa: solo fue un beso ella es una buena chica, nunca haría nada malo.
Francesco: lose por eso la atesoro de esta forma, en fin que... gracias por el hospedaje de hoy pero que nos iremos a mi departamento.
Elisa: no... pero...
Leonardo: cariño es su hija y si quiere llevarsela tu tienes que dejarlo.
Elisa: estará mejor aquí, no podrás estar pendiente de ella el tiempo necesario, yo si.
Francesco: seguiré cuidando de ella como siempre lo he hecho.
Elisa: ¿como siempre?, en todo lo que lleva Elisabetta de vida no has durado siquiera 2 días seguidos con ella, eres un pésimo padre y lo sabes.
Francesco: ¿por que lo dice tu hija?, encima de que nunca les había permitido ver a la niña y apenas te llama.
Elisa: ¡cállate!
Francesco: es todo me llevo a mi hija.
Leonardo: calmense los dos, vamos a hablar como la familia que somos, Elisabetta no es un juguete que tiene que ser compartido y... -mira a Massimo y dice- ¿nos disculpas un momento?, gracias -cierra la puerta del despacho-
Massimo: ~desde fuera se escuchaba la discusión entre aquellos tres, me aleje de aquel lugar y subí a la segunda planta, abrí unas 4 puertas hasta que encontré la de mi principessa, estaba recostada boca abajo durmiendo, me acerque y subí a la cama, me acosté a su lado y al verla moverse me empecé a preparar para el drama y las lágrimas pero solo se acomodo quedando frente la acerque a mi pecho y al ver la posición en la que estaba tomé con delicadeza su cuerpo y lo coloque sobre el mío como si fuera una bebe, ella se movió bastante buscado otra posicion mas comoda y la encontró era tan tierna; tiró sus brazos a los lados de mi torso, sus piernas se encontraba en la misma posición pero sobre mi abdomen y su cabeza se acomodo en mi cuello, todo estaba bien por no decir perfecto pero una persona se hizo presente, mierda había olvidado el pestillo~
X: ¿qué hace con la niña Elisabetta?
Massimo: no es lo que piensas ~la conozco está enamorada perdida de mi, ella es joven nunca me preocupé por saber su edad más allá de coger pero se que son unos 20~
X: ¿y que se supone que estoy pensando?, dejame adivinar ummm.. ¿Tal vez que eres un asqueroso pedofilo tocando a una niña dormida?
Massimo: ¿Verónica quieres calmarte y bajar las voz?
Veronica: ese es el problema yo no puedo calmarme después de haber visto algo así -dice esto y se da la vuelta para salir pero luego de dar dos pasos Massimo la detiene diciéndole-