Asquerosa Obsesión (re-subida)

Capítulo 17



 

Elisabetta

Dos semanas,si, dos semanas desde que estoy aquí, "te despedirás después de tu nonna y de cada flor del jardín si quieres", eso dijo pero no he vuelto a

ver a mi nonna ni a mi madre, él es un mentiroso y un manipulador, hasta ahora no me ha obligado a nada más que dormir con él en la misma cama eso es lo único bueno, después de un rato perdida en mis pensamientos entre a ducharme, restregué la esponja sobre mi piel, apliqué champú y luego acondicionador sobre mi cabello termine abriendo la regadera dejando que el agua quite todo rastro de los productos.

 

 

Massimo

Entre a la habitación con un poco plato de pasta para mi mujer, ella no sale de esta habitación, cuando estuve dentro esperando encontrarla mirando por la ventana como siempre pero no, es ahí cuando escuche la regadera abierta me acerque a la puerta a pasos lentos y sigilosos, al llegar a esta abrí un poco la puerta pero el vapor no me permite ver prácticamente nada por lo que abrí la puerta completamente, es mi casa y mi mujer no tengo porque esconderme, me acerca más a la bañera y aprecié mejor todo lo que ella ofrecía , estaba de pie con los ojos cerrados dejando que el agua cayera sobre sí misma, se ve como una obra de arte, debería ser ilegal tener una pieza como ella en otro lugar que no sea un museo, para mi suerte no lo es y por eso está aquí perteneciéndome como debe ser.

Tiene dos semanas aquí y la he complacido en todo lo que ha exigido, he sido realmente complaciente y comprensivo con ella es su turno de que lo sea conmigo.

 

 

Elisabetta: ~sentí una mano acariciar mi rostro y por obvia razón abrí los ojos rápidamente por el susto cosa que empeoró cuando vi quien estaba enfrente de mí, mirándome con sus empedernidos ojos y tocándome con sus asquerosas manos~ ¡¿qué haces?!, ¡vete a fuera! ~le grité que se fuera, que era mi turno de usar la ducha, que no podía estar aquí pero nada servía el seguía mirándome como un león a su presa mientras continuaba quitándose la ropa.

Tomé la toalla rápidamente sin envolverme bien con ella por la desesperación y rapidez con la que intente salir del lugar resbalé haciendo que mi frente, nariz y boca se llevaran el mayor impacto, aún me levante e intente salir pero él sostuvo mi brazo, mi miedo a que me hiciera algo era más que el dolor.

Yo seguía forcejeando contra su agarre el cual era bastante fuerte, por la desesperación de qué me soltara  le di un puñetazo en el rostro el cual para fue bastante fuerte ya que me dolieron los dedos y la muñeca sin embargo a él no parecía dolerle sino molestarle~

 

Massimo: ¡para de una vez!
 

Elisabetta: ¡déjame!

 

Massimo: ¡harás que me enfade, para de una buena vez!

 

Elisabetta: ¡Te dije que me sueltes!

 

Massimo: ¡ELISABETTA TE DIJE QUÉ PARES, QUÉDATE QUIETA, CUANDO TE HABLE ESCÚCHAME JODER!

 

Elisabetta: ~su rostro estaba tan cerca y las venas de su cuello y sus manos parecían que iban a explotar en cualquier momento, su agarre se había vuelto más fuerte por lo que dolía mucho más~ duele -susurra-

 

Massimo: ¡ES TU CULPA!, ¡TU TE PROVOCAS ESTO!, ¡demonios! -dice y la suelta repentinamente haciendo que casi caiga-  ven aquí -le dice luego de haber respirado profundamente varias veces- no me hagas alterar otra vez, te dije que cuando hablé escuches.

 

Elisabetta: si te escuche.

 

Massimo: ¡¿entonces porque no me haces caso?!

 

Elisabetta:.... -el miedo no le permite formular palabra alguna-

 

Massimo: ¡¿contesta?!

 

Elisabetta:....

 

Massimo: ¡¿QUÉ CONTESTES?! -dijo mientras se acercaba peligrosamente a ella cosa que la aterrorizó aún más-

 

Elisabetta: ¡porque te tengo miento! -respondió con lágrimas-

 

Massimo: ~al escuchar su respuesta subí mi mano para acomodar mi pelo hacía atrás haciendo que ella cubriera su rostro con sus brazos, ¿enserio me cree capaz de golpearla?, soy capaz de muchas cosas pero jamás la golpearía a ella~ amor ven aquí, te lo prometo no pasara nada acércate.

 

Elisabetta: ~no quería gritos así que con todo mi miedo y desconfianza me acerqué a él, me tomó por las mejillas y me miró directamente a los ojos para luego darme una sonrisa y sentarme en el retrete, me asusté y quise llorar aún más al pensar que pasaría lo mismo que en el avión pero no, sólo buscó un botiquín de primeros auxilios y de este sacó un trozo de algodón y un líquido algo naranja y marrón.

Luego de pasar en algodón sobre mi labio, poner un poco de algodón dentro de mi nariz y aplicar antiinflamatorio sobre mi frente me dió un beso en la mejilla no sin antes decir que estaría fuera que saliera pronto a cenar sólo asentí, él estiró su mano y yo sólo la tomé, no tengo nada que ganar pero sí que perder.

Salimos, el se recostó en la cama y yo me dediqué a buscar un pijama, al quitar la toalla de mi cuerpo mire discretamente a su dirección pensando que estaría mirándome como él pervertido que es pero no, el estaba recostado con su antebrazo sobre sus ojos, me vestí lo más rápido que pude y me acosté a su lado dándole la espalda~

 

Massimo: ¿no piensas cenar?

 

Elisabetta: no tengo hambre.


Massimo: vamos preciosa come un poco.

 

Elisabetta: de verdad no tengo hambre.
 

Massimo: ¿me harás repetirlo?

 

Elisabetta: ~me senté en la cama y él me pasó un plato con pasta y un vaso de agua~ gracias -dice-




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