Asquerosa Obsesión (re-subida)

Capítulo 25


 


 

Maratón 3/3


 



 

Alessandro

Había salido de la casa hace unas dos horas y por fin me encontraba de regreso, compré algunas cosas para subir el ánimo a mi mujer.

Entre a la casa y rápidamente empecé a buscarla pero no la encontraba, la idea de que se haya podido ir me o e furioso y a la vez nervioso, no entiendo todo está cerrado, seguí buscándola hasta que la encontré dentro del despacho de la casa.



 

Alessandro: te estaba buscando -le dice de manera suave-

 

Elisabetta: lo sé, te escuche llamándome.
 

Alessandro: Debiste contestar entonces me asustaste, pensé que te había pasado algo.

 

Elisabetta: no mientas, tú tenías miedo de que me hubiera ido.
 

Alessandro: no quiero discutir -dice mientras la toma por la cintura- te tengo una sorpresa -le sonríe de manera "inocente"-
 

Elisabetta: no quiero nada.
 

Alessandro: ven te va a gustar.
 

Elisabetta: me quiero quedar aquí.
 

Alessandro: -suelta su cintura y sale del despacho sin decirle nada, no parecía molesto sino más bien feliz-
 

Elisabetta: ~por alguna extraña razón sus palabras por más sencillas que fueron me han dejado una mala sensación~

 

Alessandro: mira esto -le dice para que volteara ya que está estaba de espalda a la estantería de libros-
 

Elisabetta: -se gira para ver qué es aquello por lo que Alessandro insistía tanto- ¿y eso? -dice al ver la pequeña bolsa de regalo-

 

Alessandro: ábrelo -sus ojos brillaban destilando felicidad y otras emociones que parecían sinceras pero con Alessandro nunca se sabe-
 

Elisabetta: -toma la bolsa de regalo que le extendía Alessandro, este luego de que Elisabetta la tomará la abrazó por la cintura dándole una sonrisa y pidiéndole que lo habrá-
 

Alessandro: ábrelo te gustará lo prometo.
 

Elisabetta: hace tiempo deje de creer en tus promesas -dice esto y empieza a abrir el regalo- ¿qué quieres que haga con esto?

 

Alessandro: ¿no es precioso?

 

Elisabetta: ¿quién es Alina?

 

Alessandro: ¿te gusta o no?

 

Elisabetta: si, es un collar precioso, ¿pero quién es Alina?, no me contestaste, ¿has robado esto?
 

Alessandro: soy un hombre de bien -dice con gracia-

 

Elisabetta: si, claro -dice y gira los ojos-

 

Alessandro: y para responder tu pregunta, no lo robe, Alina es un nombre precioso y pensé en que sería aún más precioso en nuestra hija.
 

Elisabetta: -todo empezó a verse borroso, lo poco que había comido le revolvía el estómago, aquellas palabras le causaron un inmenso asco, aquella prenda ya no le parecía tan llamativa, Elisabetta intentó fingir que aquello no le había afectado- no digas estupideces -cierra la cajita y la vuelve a meter en la bolsa de regalo dejándole sobre el escritorio-
 

Alessandro: deberíamos practicar, los bebés no se crean por sí solos -empiezan a acariciar sus pechos por encima de la prenda- ¿no tienes sostén?

 

Elisabetta: ¡Alessandro déjame!

 

Alessandro: ¿te estabas preparando para mi?
 

Elisabetta: ¡yo no estaba preparándote nada déjame maldito enfermo! -ella se lamentaría de aquellas palabras-
 

Alessandro: ~intentó hacer lo mejor para ella y me lo paga de esta manera, no voy a golpearla, no puedo golpear la madre de mi futura hija, no está embarazada aún pero yo haré que así sea~ trataba de ser amable pero si prefieres que sea rudo, seré rudo -la gira bruscamente tirándola de frente al escritorio haciendo que su estómago chocará con este y que ella quedara sin aire en los pulmones por unos momentos por el dolor-



 

Narradora

Elisabetta tenía un sacó blazers oversize que había encontrado únicamente ya que no quería utilizar la misma ropa nuevamente ya que está tenia días sin ser lavada, aquello le facilitó la situación a Alessandro el cuál no se preocupó en quitar la prenda, simplemente levantó Esteve hizo presión sobre la nuca impidiendo que pueda levantarse.



 

Alessandro: haré que disfrutes esto -saca una jeringa con un líquido transparente, era MDMA, le inyectó esto en el brazo- shu, shu, shu tranquila vas a hacer que te lastime -saca la jeringa vacía y la mantiene en la misma posición esperando que la droga haga su efecto- si te relajaras desde un principio no tendría que hacer estas cosas, en fin tú sólo déjate llevar -empieza a besar sus mejillas, lamiendo y mordiendo esta- es hora de crear una familia -le sonríe sin despegar sus labios de sus mejillas-


 


 


 


 


 


 


 


 


 


 


 


 


 


 


 


 

¡Hola!, No soy buena para los maratones, tardo mucho y siento que no son suficientes pero poco a poco se mejorará, espero que hayan disfrutado del maratón.


 


 


 


 

 


 


 


 


 

¡Buenos vibes!




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