⚠️ADVERTENCIA⚠️
Este capítulo contiene escenas que podrían ser consideradas perturbadoras, insesto, abuso físico y mental, referencias a drogas y escenas sexuales explícitas.
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Alessandro
Ella seguía forcejeando con sus inútiles intentos que no la llevaron a nada más que dejarla agotada, a esto se le sumaba el que las drogas empezaban a hacer su efecto.
Me encontraba presionando mi enorme erección contra su desnuda intimidad húmeda, ella seguía con sus débiles intentos de separarse de mí, di dos embestidas, que juró pudieron haberme hecho correrme en ese mismo instante, pensé que al ser las MDMA una droga sexual ella cedería, pero no, su cuerpo como era de esperarse lo hacía pero ella con la poca conciencia que le quedaba no.
Cuando se quedó sin fuerzas para luchar y lo único que podía hacer era mantener los ojos abiertos y mover débilmente sus manos sin poder mantenerlas firmes durante mucho tiempo, quite la mía de su cuello, colocándola en su cintura, sus piernas fallaron cuando intentó moverse por lo que la recosté en el escritorio, al mirar su intimidad al descubierto vi lo húmeda que estaba pero aún así ella movió sus piernas para cerrarlas sin embargo mis caderas no se lo permitían, también vi la mía y noté aquella mancha sobre mi pantalón, era mi presemen y parte de sus fluidos.
Me encontraba semidesnudo frente a ella, admirando su belleza, su rostro angelical de expresión inocente y su precioso cuerpo pequeño, delgado y de pocas curvas, coloqué mi ya erecto pene sobre su vagina sin introducirlo y ese sólo tacto desató una descarga eléctrica en todo mi cuerpo que me hizo temblar, deslice mi pene varias veces sobre su intimidad provocándome una corrida precoz.
Entraba y sacaba mi glande de su vagina, se sentía tan bien, después de unos cuantos minutos haciendo esto empecé a introducirme por completo en ella metí mi dedo pulgar en su boca, quería grabar esta imagen lo mejor posible, ella desnuda con ojos lagrimosos, el rostro rojo, la respiración agitada, el pelo desordenado y con los labios inflamados y abiertos, terminé de introducir mi miembro en ella y empecé a arremeter con lentas embestidas que fueron subiendo cada vez más de ritmo.
Alessandro: ¡dios si!, amo como me absorbe por completo, quisiera tener más y más de ti, ¡mierda! -los ojos de este empezaban a humedecerse- te amo, no tienes una idea de cuanto, quisiera unirte a mi por siempre -susurraba en su oído- quisiera que nuestras pieles se fusionaran y nos volvamos uno, sólo tu y yo principessa.
Elisabetta: -decía cosas que Alessandro no podía escuchar bien, este bajo el rito de las embestidas recostando su cuerpo sobre el de Elisabetta sin dejar caer todo su peso sobre ella, acercó su oído a sus labios y fue ahí donde comprendió lo que ella decía- me iré lejos de ti, correré hasta que mis piernas se vuelvan polvo, lo haré día y noche hasta que no tenga huir más y ya no pueda verte.
Alessandro: si lo intentas haré que te arrepientas.
Elisabetta: no lo haré, no me arrepentire de nada, porque no tengo nada que perder.
Alessandro: te mataré si lo intentas.
Elisabetta: pues mátame ahora porque no dejaré de intentarlo.
Alessandro: créeme no lograrás nada, te cortaré las piernas si intentas correr lejos de mi, te cortaré los brazos si intentas arrastrarte lejos de mi, y si te crecieran alas también las cortaría si intentaras utilizarlas para huir de mí, ¿no te das cuenta?, mi amor hacia ti es egoísta, eres una hermosa ave que sólo yo puedo tener, estoy dispuesto a quemar el mundo por ti, lo destruiré si tu así me lo pides y lo volveré a construir solo para ti, sólo necesitas abrir los labios y yo deduciré que es lo que quieres y haré hasta lo imposible para dártelo, tú solo ámame a mí, sólo preocúpate por amarme yo me encargo de todo lo demás, pídeme lo que quieras amore -acaricia su rostro y besa su frente-
Elisabetta: déjame ir.
Alessandro: ¡NO!, ¡¿por qué arruinas los momentos como este?!, ¡joder! -esté saca su miembro de Elisabetta, sube sus pantalones y se dirige a la puerta, saldré hay ropa y algunas otras cosas en las bolsas que están en la sala que son para ti, dúchate y ponte algo -termina saliendo y cerrando la puerta de un portazo-
Narradora
Elisabetta se intentó poner de pie pero no pudo al momento, después de unos cuantos intentos logró por fin hacerlo, salió a la sala y justo como había dicho Alessandro habían unas bolsas, ella se acercó a estas y sacó algunas prendas las cuales tomó y subió a la habitación a ducharse, al terminar de ducharse y cambiarse de ropa Elisabetta se acercó al armario el cual abrió, se sentó frente a este recordando cada cosa mala que le había pasado, empezaba a pensar que tal vez y la felicidad no era algo que ella merecía, no habían lágrimas en su rostro, era como si estuviera vacía.
Algo que Elisabetta no sabía era que todas las historias dan giros inesperados y la suya no sería una excepción, aquellos que sólo eran parte de sus recuerdos volverían, las fichas se moverían a su favor de manera justa.
Elisabetta: -susurraba para sí misma- no me rendiré aunque quiera hacerlo, no hay nada que perder pero si por lo que luchar...mi libertad.