Ya en labores de parto Alessandro se encontraba tomando la mano de Elisabetta mientras esta pujaba con todas sus fuerzas.
Alessandro: vamos amor tú puedes, respira profundo y puja.
Horas después
Unas dos horas duró el proceso, naciendo un bebé sano que fue recostado en el pecho de su madre la cual ni siquiera lo vio.
Alessandro: es precioso míralo -le dice mientras le acariciaba el pelo-
Elisabetta: estoy cansada lo veré después.
El bebé fue retirado del pecho de Elisabetta y puesto en los brazos de Alessandro al cual se le iluminaron los ojos al ver a su primogénito.
Al pasar el tiempo se llevaron al bebé a una incubadora especial ya que había nacido prematuro, Alessandro no despegaba sus ojos de aquel cristal, el no quería contemplar nada que no fuera su hijo se sentía plenamente feliz al pensar en que fue con la mujer que amaba.
Alessandro se encaminó a la habitación donde se encontró con una lámpara rota y Angelo inconsciente. Este corrió rápidamente a fuera y el coche ya no estaba le preguntaba con rabia a los enfermeros, a los doctores y a los de seguridad pero nadie se había percatado de nada. Esperó a que Angelo despertara y sin darle tiempo le preguntó.
Alessandro: ¿cómo pasó esto?
Angelo: me dijo que me acercara y lo hice, ella me abrazó como siempre, después sentí un fuerte dolor de cabeza y no recuerdo más.
Alessandro: diles que la busquen.
Angelo: está bien eso haré -se dispuso a salir e hizo una llamada-
Flashback
Angelo: te ves cansada -dice una vez dentro de la habitación-
Elisabetta: será por que si lo estoy.
Angelo: lo sé, dame tu mano.
Elisabetta: -lo mira extrañada pero se la da, su hermano depositó las llaves del coche en la palma de su mano-
Angelo: Es tu oportunidad, no hay guardias, solo somos nosotros tres.
Elisabetta: pero no sé conducir.
Angelo: lo sé, por eso hay alguien junto al coche esperándote, dale las llaves.
Elisabetta lo abrazó con todo el amor que le era posible. Angelo tomó una lámpara y la extendio hacia ella
Angelo: pégame en la cabeza con ella, hazlo con fuerza para que parezca real.
Elisabetta: no puedo hacerte eso.
Angelo: estaré bien, por favor no perdamos más tiempo, hazlo -dijo con desesperación-
Elisabetta se llenó de valor y sin pensarlo mucho más estrelló aquel objeto contra la cabeza de su hermano cabeza viendo como éste caía al suelo con cierta cantidad de sangre alrededor de su cabeza.
Salió corriendo, pensaba que se encontraría con seguridad o doctores en el pasillo pero Angelo se había encargado de que no fuera así, y como había dicho había alguien fuera esperándola, era Shofía, su madre.
Fin de Flashback
En la llamada:
Angelo: ¿todo bien?
Shofía: sí todo bien pero no sé si esto vaya a funcionar.
Angelo: lo hará yo me encargaré de que lo haga -dice esto y cuelga-
¡Buenos vibes!