capítulo 15

Capitulo 15

Fidel termino de contar la historia, creo tener más compresión sobre lo que piensa, aun así, no puedo ser descuidada en su historia siempre coloco su deber como caballero dragón y las ordenes de Gwyddyon en primer lugar antes que, a su amada, eso quiere decir que de igual forma puede matarme en cualquier momento si recibe las ordenes.

 — ya escuché tu historia, ¿ahora puedes decirme que es lo que realmente quieres? — conteste firme, sin sonar molesta para el

— simplemente me gustaría ayudarte, me he dado cuenta que realmente quieres a pequeño y buscas la manera de ayudarlo

— no puedo creerte, si me ayudas me traicionaras cuando te lo ordene Gwyddyon, — le conteste — realmente no sé a dónde llegaremos con esta discusión — suspire — dejemos esto de una vez y sigamos como siempre

Me di la vuelta para irme, pero Fidel tomo mi mano impidiéndomelo, al final no pude irme hasta llegar a lo que creo fue una tregua entre los dos, en la cual nos ayudaríamos mutuamente. Siempre y cuando no afectara al reino, en cuanto al motivo de salir del reino con pequeño puede que en algún futuro lo haga solo espero que no sea porque la guerra se vuelve más peligrosa pata su supervivencia.

Los siguientes días fueron normales, nada fuera de ello común solamente que ahora no soy vigilada por un caballero como lo hacían antes, aun si estoy siendo vigilada voluntariamente por Tina quien aún se opone a esa idea y siempre que puede estar detrás de mí, si no me hubiera quejado con Fidel sobre esto ella hubiera estado siempre a mi lado diciéndome que soy un peligro para pequeño y para el reino, aunque no todo se debe a la orden de Fidel de no acercarse a mí a no ser que sea una emergencia o la solicite, pequeño tuvo mucho que ver ya que le dijo que si no nos dejaba solos comenzaría a molestarle su presencia e incluso podría a odiarla, desde ese día entrenamos con normalidad.

Pequeño se ha vuelto más ágil, creo que si se encuentra con un enemigo podría huir del fácilmente solo espero no llegue a ocurrir o ese sería mi pensamiento antes, ahora mis pensamientos poco a poco han cambiado y sé que hay que garantizar nuestra supervivencia, tal como yo aprendí a sobrevivir en mi mundo siendo una mujer débil, pequeño debe aprender a defenderse hasta el día en que tenga que convertirse en un gran dragón.

— ¿Cómo esta pequeño? — me pregunta Fidel quien llego a ver nuestro entrenamiento

— está aprendiendo rápidamente, podría escapar fácilmente de una persona ahora mismo — contesto mientras observo su rostro de disgusto — sé que esa cara no es precisamente por el entrenamiento que pequeño realiza

— tienes razón, la costumbre es proteger a pequeño, pero la guerra es cada vez más complica, al principio me oponía pero ahora creo que es necesario — me ofreció una bolsa con bocadillos, lo mire con un poco de desconfianza — han pasado varios días, ya deberías confiar en mí

— tengo que ser cuidadosa — abro la bolsa veo las mismas galletas que siempre me trae, le ofrezco una y no como ninguna hasta asegurarme que el la traje primero — ¿Gwyddyon no ha dicho nada? — tose un poco

— sabe que pequeño entrena — contesta sin mas

— quiere decir que aún no le has dicho que le estoy enseñado nuevas habilidades, así como la lucha cuerpo a cuerpo — su silencio lo dice todo

El tiempo que he estado aquí, he comprendido la forma de actuar de Fidel, puede que su rostro no siempre sea muy expresivo, pero siempre que se queda sin palabras quiere decir que estoy en lo correcto. Es difícil imaginar que pueda mantener esto en secreto de Gwyddyon solo sé que habla lo necesario sin entrar en detalles específicos sobre el tema y que todo estará bien siempre y cuando no le pida más explicaciones o le ordene decir la verdad lo cual es muy extraño que suceda. Veíamos a pequeño como manejaba la espada felizmente, mire de reojo a Fidel no tenía expresión alguna pero que lo mire tanto solo significa que esta preocupado.

— ¿problemas con la guerra? — me miro diciéndome con la mirada que no debía de hablar de ello frente a pequeño — no te preocupes estamos bastante lejos y además el ruido de la espada y sus gritos de emisión no lo dejara escucharnos

— si todo empeora, tendrás que llevarte a pequeño del reino — suspiro mientras lo decía

— por mí no hay problema pero dudo que Gwyddyon nos deje hacerlo — conteste

— cuando suceda será tarde, el no podrá salir del reino para buscarlo y tampoco me lo pedirá

— ¿Qué hay de Tina? — pregunte analizando todas las posibilidades

— no será problema alguno, no creo que le ordene ir a buscarte y de hacerlo estarán muy bien escondidos o eso quiero pensar

No pudimos seguir nuestra conversación porque pequeño, vino a nosotros con una gran sonrisa en su rostro ya que se había vuelto más hábil con la espada. Mi rutina cambio un poco recientemente desde que comencé a memorizar los mapas de este mundo, cada noche salgo de mi habitación sin que nadie se dé cuenta e investigo todo lo que pueda las afueras del reino, teniendo una mejor perspectiva de mi futura ruta de escape, tanto si es para viajar con pequeño como para huir por mí misma en caso de ser necesario. Esta vez me fui más profundo en el bosque, tan profundo que hubo un momento en el cual no se podía escuchar nada más que el diminuto sonido de algunos animales de este mundo.

Este mundo no tiene ninguna criatura peligrosa a parte de los dragones, los demás animales son seres de pequeño o mediano tamaño y los demás solo son insectos, camine tranquilamente, al parecer puedo estirarme tranquilamente pero no relajarme tranquilamente, porque siempre tengo que estar alerta de cualquier acontecimiento que pueda suceder en el futuro. El ruido era casi nulo hasta que mis sentidos agudos detectaron unas cuantas voces, las cuales llamaron mi atención, me acerque a esa dirección con mucha cautela encontrándome escondida observando a cinco hombres sentados en el suelo descansando alrededor de unos restos de una fogata.