Astartea destinos inciertos

Capítulo 23

Termine de ver los recuerdos de Damen, recordé la historia de Leila ella se sacrificó muriendo para no lastimar a los suyos, creo que Jace al final decidió hacer lo mismo en el último minuto en que el doctor lo empujara, prefirió morir que lastimar a otros algo que podría tomarse como un acto de valentía y heroísmo pero realmente si tuviera que vivir lo mismo no terminaría con mi vida, sé que desde ahora tendré que vivir matando a todo aquel que quiera hacerme daño pero también existe la posibilidad de matar a los demás solo por placer como lo hicieron los antiguos portadores, en ese caso me llenaría de enemigos que quieran mi cabeza, por ello lo mejor es vivir completamente sola. Mientras más rápido aprenda a usar este poder nuevo más rápido podre estar a salvo de cualquier cosa.

— Ahora que conoces la historia de Jace, gracias a mis recuerdos es momento de conocer los tuyos — me dijo Dame con curiosidad, pero también con piscas de comprensión, me imagino que sabe que será doloroso para mi recordar todo nuevamente

— ¿será cómo vivir todo nuevamente? — pregunte dudosa de aceptar, aunque ya hayamos hecho un trato tenía la esperanza de que se olvidara de el

— Exactamente, serán como si estuvieras ahí pero solo serán tus recuerdos, necesito que me dejes ver cada detalle de tus recuerdos tanto en tu primer mundo como en el mudo demoniaco — ya que habíamos hecho un trato, finalmente acepte

Tal como paso con los recuerdos de Damen, era lo mismo, básicamente se sentía como si estuviera en el pasado, solo se vieron recuerdos importantes y específicos como cuando Abaddon me pidió convertirme en su hija, momentos que pase con Agramon como hermanos mientras me mantenían encerrada por 100 años, los amigos que hice, mis días en la academia, al principio eran recuerdos lindos pero despues le mostré a Amazarac, como utilizaba su poder especial, despues la guerra, como hui junto a mi amado Acatriel para finalmente revivir la traición de mi hermano y la muerte de Acatriel. Se terminó el recuerdo sin poder evitarlo, aunque intentara ser fuerte mis lágrimas comenzaron a brotar ya que en aquel momento no pude hacer nada para salvarlo simplemente deje que muriera aun a pesar de lo mucho que entrene, Damen intento consolarme en silencio solamente viéndome y tocando mi cabeza diciendo que podía soltar todo lo que tuviera guardado en mi pecho. Cuando finalmente me calme Damen no me pregunto nada hasta despues de un buen rato.

— Tuviste una vida difícil, es difícil enfrentarse a ese ser de nombre Amazarac ya que tiene sangre pura de demonio, pero es extraño que no pueda usar completamente toda su fuerza despues de un tiempo como si algo lo hubiera afectado — dijo Damen para comenzar la conversación

— Acatriel también poseía esos ojos, pero aun así fue derrotado — conteste

— Te diré un secreto, pero recuerda no contárselo a nadie ya que podría causarte problemas — asentí — conozco a un ángel que decidió alejarse de los suyos

— ¿Por qué esto me importaría? — realmente no me importa saber sobre ángeles o demonios, lo único que quiero es volver a sentirme segura

— Bueno creo que los tuyos los han catalogado como algo divino, puro, sincero, amables, buenos — asentí — pero realmente son como todas las especies en cuestión de sentimientos, realmente no hay buenos ni malos si así fuera los demonios también serían catalogados como series buenos, lo que quiero decir es que incluso los ángeles tienen una forma muy dura de preparar a los más jóvenes

— No comprendo

— Solo que los demonios no son tan crueles como los ángeles o incluso son iguales, los ángeles desde pequeños son entrenados, y sus métodos no son nada bonitos cuando un ángel nace lo mandan a vivir con algún ser de otro mundo porque realmente no les interesa su cuidado y para que este pueda volver von los suyos su prueba final es matar a la familia que los cuido desde que eran unos bebes — me quede impactada con lo que había dicho

El mundo demoniaco no era un paraíso pero las historias que conocía sobre los ángeles no son nada con lo que acabo de escuchar, Damen me dijo que esto lo hacen porque tienen que ser capaz de enfrentarse a todo con tal de vivir y concentrarse en batalla porque los sentimientos solo hacen débil al ser que piensa en ellos, en este caso los ángeles, si no pasan esta última prueba son catalogados como débiles los cuales jamás podrán volver a su hogar y si alguna vez se encuentran con otro ángel este tiene todo el derecho de matarlo o no, en cuanto al ángel que Damen conoce él se alejó por el simple hecho de que no pudo matar a la familia que lo crio desde niño y ahora vive pacíficamente en otro mundo donde es el responsable de que la paz exista.

— Lo que quiero decir con todo esto es que los sentimientos te hacen débil — dijo Damen para despues agregar una pausa, mirarme y sonreírme — pero lo que realmente es débil no son los sentimientos si no la mente, cuando mire tus recuerdos podías evadir el poder de ese demonio de nombre Acatriel incluso si tuviera sangre pura de demonio, eso es porque solamente te concentrabas en algo y era el no morir

— Fue la razón por la que me convertí en demonio — contesté

— Creo que más bien eres medio demonio, o medio único, creo que mejor deberíamos buscarte otro nombre para identificar a los seres como tu si es que hay mas

— En fin, ve al grano, incluso si pensaba en no morir al final fui controlada incluso por alguien de poder inferior

— Es sencillo y es algo que ese demonio Amazarac sabe muy bien, es una debilidad que todos tienen por ello los ángeles son de esta forma, es simple cuando viviste la traición de aquel en que confiaban tu mente se volvió débil, eras vulnerable y por ello fuiste controlada, cuando solo te concentrabas en ti porque no había nadie a tu alrededor era cuando nadie podía controlarte — las palabras que me decía Damen tenían sentido, pero también eran un fuerte golpe interno




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