Astartea el ángel del infierno

capítulo 14

Cuando regrese a la academia Nina se disculpó durante todo el día diciendo que no tuvo opción ya que Acatriel utilizo su poder en ella para obligarla a confesar, le dije que no estaba enojada con ella, después puso más atención a mi persona dándose cuenta que no me encontraba del todo bien, le conté lo sucedido y nuevamente se disculpo por hacerme hablar, y darme el consejo de ir, pero sobre todo por no saber qué hacer en esta situación.

— No te preocupes Nina, con solo escucharme es suficiente para hacerme sentir mejor — le dije con una sonrisa mas sin embargo mis ojos aún estaban llenos de tristeza

Terminamos de hablar y me fui a mi habitación, aún tenía tiempo para asistir algunas clases, me decidí por ir a mi clase de criaturas demoniacas, "tal vez esto me ayudé a olvidarme un poco de Dumah" pensé mientras me dirigía junto a con Acatriel. En la clase hablaron sobre el "gato oscuro espectral" , este ser se encuentra en los pantanos del norte del territorio de Cupai, tiene su aspecto como el de un gato del mundo humano a diferencia que su cuerpo es tan ligero como si se tratara de una cobija ligera o un fantasma, su cabeza está compuesta solo por la parte superior de su boca dejando ver sus afilados dientes en la parte de arriba, los cuales se incrustan en la cabeza del demonio y comienza a succionar sus recuerdos alimentándose de ellos, si este ser es asesinado durante los primeros 10 minutos el demonio afectado solo perderá sus recuerdos por un breve periodo de tiempo que pueden durar máximo cinco días, por el contrario y no es asesinado en los primeros 10 minutos, el demonio afectado sigue con vida pero no podrá recordar sus recuerdos jamás. Termino la clase, la verdad es que sin darme cuenta comencé a interesarme en el conocimiento de este mundo, cada día quedo fascinada por algo nuevo que aprendo, "me gustaría poder estar ocupada adquiriendo conocimiento para no pensar en Dumah" pensé mientras caminábamos a nuestra casa.

— Veo que de verdad amabas a Dumah — dijo Acatriel inesperadamente

— No quiero hablar ahora, prefiero tener tu silencio si no te importa — conteste desanimada y mirando el suelo

— Eres una demonio única — dio un suspiro — por ello cualquier demonio que este a tu lado cometerá un error por dejarte ir

— ¿intentas darme ánimos? — le pregunte

— Es aburrido no escuchar cómo te quejas por cada comentario o entrenamiento

— Al parecer, si tienes un lado sensible — mi sonrisa regreso con aquellas palabras, aunque fueran por unos cuantos minutos

Nunca imagine que Acatriel intentara animarme, más bien me lo imaginaba feliz por mi sufrimiento y el de Dumah, cada día aprendes algo nuevo no solo sobre criaturas, plantas, tácticas de pelea etc, sino que también se aprende sobre cada demonio ya que cada uno tiene una personalidad diferente, es como si fueran humanos, pero con poderes y fuerzas diferentes, pero algo que no cambia ni nos diferencia son nuestros sentimientos, sin importar cuales sean. Llegamos a casa y nos fuimos a nuestras habitaciones para descansar.

Al día siguiente como era costumbre nos dirigimos con Dagon para mi entrenamiento y clases, aunque más que clases era reunirme con él para averiguar nuevas especies o buscar nuevas propiedades de estas, en cuanto Acatriel como siempre esta a mi lado observando el entrenamiento al igual que Nina y Morail pero ellos mas bien me dan ánimos. El entrenamiento empezó me encontraba luchando con Dagon pero mis pensamientos me distraían constantemente, dando un resultado fatal.

— Si no te concentras no avanzaremos — dijo Dagon algo molesto

— Lo siento — lo observe y este se fue algo molesto, entrando a la casa por unos minutos para después pararse frente a mí

— Necesito que los cuatro me consigan estos ingredientes — me extendió una hoja

— Pero Dagon, no podemos salir del territorio de Cupai

— No te preocupes no pasara nada si van a los lugares especificados en la hoja, además me quedo sin ingredientes gracias a una chiquilla que le gusta realizar venenos para su serpiente — miro a Nina, la cual se avergonzó un poco

Mire la lista, habían anotadas algunas frutas, flores y hongos que no se encontraban a mas de 10 metros, es decir no nos encontraríamos con algún peligro si estábamos juntos y teníamos cuidado. Los cuatro nos preparamos para salir, ya que no es el examen no tendremos otros demonios que quieran matarnos mas sin embargo puede haber alguna que otra criatura en el camino, aunque estas se encuentren a más de 10 metros. En fin, decimos separarnos en dos grupos para encontrar rápidamente la larga lista y como siempre, aunque ya este acostumbrada tengo que estar con Acatriel. Caminamos algunos metros para comenzar a recoger el encargo, todo estaba bien hasta que escuche algunos ruidos provenientes de los arbustos y los arboles.

— Ingenua quédate aquí — dijo Acatriel mientras avanzaba hacia aquel movimiento

Miraba a Acatriel, hasta que desapareció de mi vista cuando entro a los arbustos, minutos después, salió disparado hacia un árbol y una criatura espantosa con cola de serpiente, torso de hombre o demonio al igual que sus extremidades superiores, cráneo humano, pero con apariencia de lagarto, grandes dientes afilados y ojos negros como la noche, salía de los arbustos con un rugido espeluznante, la cual rápidamente se dirigía a Acatriel, "¿Qué era eso?", Acatriel rápidamente reacciono y esquivo a la criatura para después, tomar mi mano y comenzar a correr. Aquella criatura nos seguía, tenía miedo ya que no sabía nada de ella y si Acatriel huye de ella significa que es demasiado peligrosa. No supe cómo ni porque pero logramos huir de ella, llegando a un pantano el cual se encontraba fuera de los 10 metros que según esto eran seguros.




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