Astartea el ángel del infierno

capítulo 15

Se escuchaban los golpes que recibía por parte de Dagon algunos de ellos lo suficientemente débiles para que mi daño no fuera grave, pero por otra parte había algunos que si me tocaban terminaría desmayada, aun así, seguía de pie después de que el enfrentamiento tuviera una duración de quince minutos, donde por fin pude derribar a mi oponente usando mis propias habilidades.

— Has mejorado mucho — me dijo Dagon con una sonrisa en el suelo

— Es por mi gran maestro — le devolví la sonría y le ayude a levantarse

Quien diría que solamente me tomaría un tiempo exacto de 10 años en la academia para mejorar notablemente, gracias a las lecciones de mi maestro Dagon, al igual que mis relaciones con algunos compañeros a excepción de Acatriel, por mas que intente acercarme a él, me es imposible ya que el mismo se cierra en su mundo impidiendo que los demás se relacionen con a excepción de mi hermano y padre, por lo cual no he podido cumplir aquella promesa que le hice cuando perdió la memoria hace tantos años, es triste y en ocasiones quiero rendirme pero algo en mi corazón me lo impide siendo la causa el recordar a mi protector en su verdadera forma de ser. Últimamente él se encuentra más ocupado dejándome con poco tiempo para mis entrenamientos con él, donde intenta aun que rechace su poder especial, eso es lo que más me molesta no puedo hacerlo, pero el sigue insistiendo convirtiéndose en un demonio más irritante de lo que estoy acostumbrada.

Me despedí de Dagon y fui a tomar mis clases, sin señales de Acatriel ya que últimamente solo le interesa entrenar en la zona insegura de este territorio es decir los lugares donde es el examen final, donde se supone no debemos de ir mas allá de la zona segura, pero él es Acatriel de seguro puede ocuparse por sí mismo, aunque me preocupa por el acontecimiento del gato oscuro espectral que sucedió hace años, "y si vuelve a suceder algo similar" o "si se encuentra con la serpiente hombre del infierno" según he aprendido aquella criatura nunca debe de enfrentarse sola ya que es muy peligrosa, se recomienda mínimo cuatro demonios para enfrentarla y si se tiene suerte matarla, pero sus lagrimas son muy preciadas ya que estas poseen un fuerte poder curativo o dañino, si sus lágrimas son de color rojo estas serán un potente veneno para un demonio pero solo duran cinco horas después se vuelven transparentes y no tiene ningún valor, pero en cambio si sus lágrimas son azules tienen un poder curativo y no tiene ningún límite de duración aunque estas últimas solo son una leyenda ya que supuestamente solo fueron vista una sola vez. Nos enseñaron a como enfrentarla y obtener sus lágrimas, por lo cual estoy segura que Acatriel no se atrevería a enfrentarlo solo, pero mis temores aún siguen ahí. Terminaron las clases y regrese a mi habitación, mire a Nina y Morail hablando en la sala.

— No veo a mi protector — dije sin que se notara mi preocupación

— El aún no ha llegado — contesto Nina — desde esta mañana no lo hemos visto

— Pero de seguro volverá tarde como estos últimos días, ya se volvió una costumbre verlo llegar agotado por su duro enfrentamiento — contesto Morail — ¿me pregunto porque entrena tanto?

— No tengo idea — conteste mintiendo

En realidad sabia porque Acatriel tan de repente comenzó a entrenar solo y con más exigencias que lo usual, y era simplemente por su venganza hacia Amazarac, ya que según lo que escuche el otro día de Cupai sin ser mi intención realizara cuando cumplamos exactamente los 50 años en esta academia un desafío y los equipos que lo cumplieran podrían presentar el examen final sin tener que esperar tanto tiempo, Así que Acatriel piensa conseguir superar el desafío, pasar el examen e irse de la academia. Aún falta bastante tiempo para ello, pero si actualmente los profesores le ponen mayor importancia a enseñarnos todo lo relacionado con la serpiente hombre del infierno es porque ese será nuestro desafío y necesitamos del trabajo en equipo para poder enfrentarla. La mañana siguiente al salir de mi habitación, decidí visitar a mi protector, toque su puerta por varios minutos al no tener respuesta, abrí la puerta y mire, para mi sorpresa él no se encontraba de hecho su habitación estaba totalmente intacta.

— ¿Qué sucede?, me gusta observarte, pero con ese rostro de preocupación le quita tu belleza — dijo Morail quien me miraba

— Creo que Acatriel no ha vuelto — conteste

— No comprendo porque te preocupas por el, siempre se la pasan peleando, siempre he pensado que se odian mutuamente — cuando Morail dijo esas palabras, me sentí dañada al pensar que no he hecho nada para cumplir aquella promesa de hace años

— Cállate — grito Nina, dándole un buen golpe a Morail en la cabeza — o le prestes atención a este demonio sin cerebro, Astartea si en verdad te preocupa búscalo y dile lo que sientes

— ¿sientes?, espera Astartea está enamorada de Acatriel — dijo Morail en forma de afirmación

Sé que Morail no piensa mucho en lo que dice, pero por su culpa mis heridas nuevamente se abren. ¿Por qué tiene que ser tan insensible? Ya han pasado 10 años, pero mi corazón sigue roto, porque aun amo a Dumah, lo último que supe de él fue que seguía siendo amigo de Perisa, Guta y mi hermano, sobre su comportamiento no quiero saber nada.




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