Astartea el ángel del infierno

capítulo 20

Regresamos a la academia, durante el recorrido tuve un pequeño accidente con Acatriel terminando totalmente sucia por lo cual comenzamos a discutir, mientras discutíamos mire a Nina, inmediatamente me olvide de mi protector y fui a darle un abrazo y saludar a su serpiente acariciándola un poco, mire que ella me veía muy molesta lo cual no entendía. Finalmente me dijo que era a causa de mi aspecto y obligatoriamente me llevo a casa arrastrándome para darme un nuevo cambio de look el cual me encanto, aunque el vestido no era para la ocasión. Bajamos y la siguiente escena nos sorprendió ya que Morail intentaba en varias ocasiones golpear a mi protector, inmediatamente Nina lo detuvo con su serpiente y comenzaron a discutir, pero ninguno de los dos les tomo importancia.

— Me preguntaba si nuestras peleas ¿se verán de la misma forma? — le pregunte a Acatriel

— Más bien creo que esta pelea es más bien una comedia — contesto indiferente

— no es mi tipo, no me compares como las demás que lo buscan solo por su poder, yo necesito alguien que este a mi altura, no a este demonio desarreglado, que no sabe cómo combinar sus conjuntos y que descuida su peinado — dijo Nina mientras señalaba a Acatriel y siguió discutiendo con Morail quitando toda su atención de nosotros

— un demonio no necesita lucir bien — dijo Acatriel mientras me miraba — si sigues con esos atuendos dudo que puedas tener un buen desempeño en las peleas, por lo tanto, todo lo que has avanzado se perderá

— no lo creo, además no me visto así cuando estoy entrenando

Al siguiente día todo fue normal, le conté a Nina sobre que entraría a una nueva clase ella dijo que preferiría entrar a otra por lo cual me dejaría sola por esta ocasión, la comprendí al igual que a Morail y Acatriel ya que no tomarían la clase conmigo. Le pregunte a mi protector porque no usaba un arma solo me dijo que es muy molesto cargarlas a todos los lugares a los cuales tiene que ir y que además son un estorbo, "es mejor usar tus propias manos" fue lo que me dijo, siendo la opinión de él, aun así, me acompaño a la clase era verdad que no era muy visitada pero no era como la clase de Dagon en la cual básicamente seguíamos siendo los únicos alumnos.

— Bien, elige tu arma — me dijo el profesor señalando una habitación

Al entrar a la habitación, esta estaba repleta de espadas, hachas, guadañas y algunos cuchillos de muchos tipos, haciendo difícil mi decisión ya que no sabía que elegir.

— Es demasiado — le dije a Acatriel — no sé qué elegir es muy difícil

— Lo más común que elijan es un hacha, pero tienes que elegir un arma adecuada para ti, las espadas son muy pesadas al igual que las hachas por lo tanto solo quedan dos opciones usar cuchillos o una guadaña.

— Eres muy inteligente — le dije con una sonrisa — entonces elegiré una guadaña

Comencé a observar cada una de las guadañas, había muchas muy geniales para un demonio, por mi parte me atrajo una guadaña doble con tonos azules, pero cuando la tome perdí el equilibrio ya que estaba muy pesada, ocasionando que me fuera de lado, pero antes de caer al piso Acatriel me sostuvo.

— Eres toda una ingenua o no escuchas, te dije que tiene que ser adecuada a ti

— Lo siento — conteste avergonzada ya que era verdad esta guadaña era demasiado para mí por lo cual Acatriel la coloco en su lugar

— Creo que lo clásico sería perfecto para ti — dijo mientras tomaba la guadaña más sencilla del lugar — no te dejes engañar es sencilla pero muy resistente y adecuada para ti

Sin oponerme tome la guadaña y salimos de la habitación, Acatriel me dijo sola y luego de eso comenzaron a murmurar mis compañeros sobre mí y mi elección tan sencilla e insignificante al igual que yo, o eso era lo que decían. Comenzamos la clase en ella había varios maestros que se especializaban en las diferentes armas, en mi caso compartía maestro con otros 3 estudiantes, pero con guadañas mas pesadas y con mejores diseños, pero eso no importo con los días ya que simplemente tenia talento para manejar mi guadaña y era más fácil manipularla debido a su ligereza. Con el tiempo comencé a ganar los combates individuales ganándome poco a poco el asombro de muchos demonios, pero aun así seguía siendo insignificante.

Sin darme cuenta se volvió una costumbre ser arreglada por Nina todas las mañanas, lo cual no me desagradaba, pero había ocasiones en que exageraba en mi atuendo. Un día la hicimos la misma rutina de la mañana ya que prefirió quedarse en casa por lo cual me fui a entrenar junto con Acatriel normalmente. El entrenamiento de Dagon de este día fue algo más duro de lo usual terminando completamente exhausta y en el suelo.

— Bien, me siento orgulloso de lo mucho que has mejorado y de lo bien que controlas tu guadaña — me dijo Dagon sentándose a mi lado — pero aun tienes otra debilidad en la que tenemos que trabajar

— cada día me encuentran una debilidad nueva — dije quejándome un poco

— mejor encontrarlas ahora y no cuando falte poco para tu examen niñita — dijo algo molesto

— tienes razón Dagón, lamento como conteste

— no te preocupes, bien descansa, mañana trabajaremos en tu sueño

— ¿sueño?, ¿esa es una debilidad?

— Bien comúnmente podemos estar mínimo tres días sin dormir, pero este no es tu caso, imagínate que duermas el día de tu examen final y un demonio aproveche esta ventaja

— Ya comprendí, mañana trabajaremos en ello

Dagon se fue, mientras que seguía en el suelo recuperando el aliento, tenía que apresurarme ya que Acatriel también tenía planeado entrenar mi poder especial. Acatriel se sentó a mi lado, mirándome detenidamente.

— Te has esforzado mucho — me dijo, siendo su forma de darme ánimos para seguir

— Gracias, en un minuto estaré lista para el siguiente entrenamiento

— Por hoy lo olvidaremos

— ¿Qué? — dije sorprendida — ¿no entrenaremos?, ¿Por qué?, ¿planeas algo alocado nuevamente?




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