Astartea el ángel del infierno

capítulo 34

Me encontraba en la habitación de Acatriel, deje el te y sin darme cuenta nuestra conversación no tenía nada que ver con lo que quería decir, en lugar de decirle mis sentimientos le dije que iría con él, que lo acompañaría en su venganza. Lo que salió de mis labios sonaba una buena opción si es que aceptaba, pero claro esta no lo ara.

— Astartea, nunca te dejaría ir conmigo, te pondría en peligro y no podría perdonarme, le prometí a tu padre que te protegería, pero esa promesa ya quedo en el olvido, no porque ya la haya cumplido sino porque — dijo mi protector, sabía que lo que dije sin pensar era una locura, el no necesita de un estorbo en su venganza

— ¿Acatriel? — dije su nombre ya que ahora no sabía que decirle, lo mire con tristeza ya que no podría decirle lo que sentía en ese momento

— No puedo ser serio si me miras de esa forma — se acercó más a mí y coloco su mano en mi mejilla ¿Qué estaba haciendo?, sus acciones solo me daban una mínima de esperanza que desaparecía cuando recordaba con hablaba — Tengo que confesarte algo Astartea, la verdad es que cuando te conocí eras la demonio que me desagradaba porque pensaba que eras débil pero no es así eres la mujer más fuerte que conozco sin darme cuenta nos volvimos amigos pero ahora todo es diferente

— ¿Qué quieres decir? — le pregunte

— Te convertiste en la mujer a la que más quiero proteger no solo por una simple promesa, te quiero proteger porque tengo miedo a perderte y te alejes de mi lado, porque yo estoy enamorado de ti — ¿escuche mal? ¿Acatrie sentía lo mismo que yo?, esto tenía que ser un sueño— por esta razón no realizare mi venganza y me quedare a tu lado — lo dijo en mi oído mientras me abrazaba fuertemente

Me quede completamente inmóvil por la impresión preguntándome si esto era la realidad o es otro sueño del que no quiero despertar. ¿si es un sueño porque es tan real?, puedo sentir el calor del cuerpo de Acatriel que me abraza como si fuera a desaparecer, no es un sueño, mis manos comenzaron a corresponder su abrazo fuertemente era la hora de dar mi respuesta de decirle lo que también siento por el, por este demonio que fue mi sufrimiento desde que lo conocí, por este demonio que es tan sincero que me dice mis verdades sin pensarlo dos veces, aunque esta me duela. Mis manos viajaron a su pecho, para después separar nuestro abrazo, por primera vez podía ver la confusión absoluta en su rostro mezclado con algo de miedo.

— También te amo — le dije finalmente

Ambos mostramos una sonrisa que nos decía todo, no había necesidad de palabras. No sabía como pasaba, tal vez era el instinto del amor que ambos teníamos que sabíamos que hacer en esta situación, o simplemente ambos queríamos lo mismo desde hace tiempo. Ambos nos acercamos nuevamente, su mano viajo a mi mejilla nuevamente nos miramos a los ojos y nos acercamos hasta que nuestros labios se juntaron para demostrar lo que sentíamos el uno por el otro. Un beso lleno de sentimiento, lento y de un sabor dulce era lo que sentía en estos momentos. Ambos nos separamos, creo que ambos teníamos la misma duda ¿ahora que hacíamos?

— Después de largos días, finalmente se dicen lo que sienten — dijo la voz de mi hermano, quien se encontraba en la puerta viendo en primera fila todo lo que ocurrió entre nosotros

Sentía una gran vergüenza no tenía que espiarnos en este momento, pero también me siento molesta por ello, la furia comenzó a invadirme mi hermano pagaría estos días sin comida alguna y sin mi presencia como en otras ocaciones.

— Antes de que intentes asesinarme hermanita, ten en cuenta que si no le hubiera dicho a este ingenuo en el amor lo que le sucedía no se hubiera declarado o tal vez lo huera hecho después de unos 100 años mas — intentaba calmarme

— ¿eso es verdad? — le pregunte a Acatriel

— Si no fuera por Agramon me hubiera dado cuenta de lo que me sucedía, ya que no soy nada bueno es estos temas — dejare pasar  esto a mi hermano solo porque pude mirar como Acatriel se sonrojaba, lo cual me causo ternura

— Bien, ahora que ustedes dos son pareja tengo que decirlo como buen hermano mayor, Acatriel si no cuidas a mi hermana ten por seguro que sufrirás las consecuencias inmediatamente — mi hermano se acercó a mí, me coloco su mano en mi cabeza — bien dejo de molestarlos, cuídense

Tal como dijo se fue dejándonos con nuestra privacidad. Mire a mi protector ¿Qué debería decir ahora?, usualmente en mis relaciones siempre era mi pareja quien me invitaba a salir, me decía cosas lindas, es decir tomaba la iniciativa, pero Acatriel es nuevo es esto, él no tiene ni la más mínima idea de que hacer, tengo que comenzar a tomar la iniciativa para varias cosas y más si quiero seguir sintiendo sus brazos y sus labios.

— Astartea — me dijo antes de que le hablara

— ¿si?

— Como sabes eres la primera en mi vida, por lo cual no sé muy bien que hacer en estas circunstancias — se veía totalmente sonrojado, le dedique una linda sonrisa

— No te preocupes, solamente se tú mismo y dime lo que piensas, o lo que quieras hacer — deje de mirarlo por unos segundos — ¿podríamos, mañana tener una cita?

— Claro

Cuanto me contesto,me encontraba mas contenta que antes, le di un beso en la mejilla y me despedíde él regresando a mi habitación con una gran emoción que no podía soportar, meacosté en mi cama no podía dejar de sonreír era correspondida y mañanatendríamos una cita. Siento que simplemente no podre dormir esta noche, perosoy una demonia no por una noche no sucederá nada

 




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