Astartea el ángel del infierno

capítulo 45

Narra Acatriel

Recolectaba algo de fruta para mi amada, ya que se le prohibió salir de casa, en cuanto a mí Agramon solo me dijo que fuera cuidadoso si tenía que salir al parecer Astartea no es muy cautelosa y por ello es preferible que no salga pero a causa de ello se la mantiene caminando de un lado a otro sin saber que hacer por eso recojo algo de fruta para poder pasar un momento juntos y mantenerla distraída para que no se preocupe pensando en el peor escenario cuando tenga que partir junto con su hermano. Cuando termine de recolectar lo necesario escuche como un grupo de demonios se encontraba reunido hablando sobre mi amada específicamente, entre los presentes que considero de algo de confianza estaban Drugia y Cali.

—  Ahora que Astartea está aquí todo mejorara — dijo Drugia orgullosa de su maestra

— Hablando de ella escuche una historia de ella, decía que antes de estar con el temible y horrible Acatriel fue pareja del maravilloso y apuesto Dumah — dijo una de las mujeres que hablaba, ahora al parecer se me pegaron algunos de los hábitos de Astartea de escuchar escondido cuando hablan sobre algo que te interesa

— Cali, Drugia ¿saben de esto? — pregunto inmediatamente y con curiosidad otra mujer

— Claro la maestra nos contó que su primer amor fue Dumah — dijo Drugia

— ¿enserio?, el gran maestro Dumah — gritaron de emoción algunas mujeres cuando escucharon el nombre de este insignificante

— Recuerdo que dijo que Dumah es un demonio muy serio pero que cuando lo conoces es amable, cariñoso, protector, un caballero, romántico y muy atrevido respecto al amor — continuo Cali, escuchar esto me estaba ocasionando un gran dolor de cabeza

— No comprendo cómo Astartea termino con el temible y horrible Acatriel, teniendo a alguien como Dumah que es el demonio perfecto en cuerpo y rostro — dijo furiosa una mujer — si fuera mi caso nunca habría dejado ir a Dumah

— La maestra no hablo mucho de ese tema, pero Astartea es alguien que ve dentro de los corazones de los demonios, cuando escogió a Acatriel no fue por su aspecto sino por su corazón — contesto Cali calmadamente, determinada y con tono fierme

— Aun así, Acatriel puede ser fuerte, pero ni, aunque fuera el ultimo demonio en este mundo me interesaría en él, simplemente su aspecto es horrible, él es el último lugar en belleza

— Como dije anteriormente la maestra ve el corazón de los demonios y Acatriel es un excelente demonio para ella, eso lo confirmamos un día — contesto Drugia algo enfadada — estoy perdiendo la paciencia con ustedes, dejen de hablar como si supieran que es mejor para mi maestra

Mire la situación, si esto continua ocasionaría una pelea innecesaria, por lo tanto, Salí de mi escondite usando mi poder para ordenarles a las presentes mujeres a excepción de las alumnas de mi amada irse rápidamente de mi vista. Cuando lo hice descubrí que no era necesario ya que sus rostros mostraban el pánico que les transmitía a cada una de ellas, en fin, se fueron dejándome con las dos chicas que me miraban algo avergonzadas y con algo de pánico.

— ¿Por qué ese rostro?, no pienso dañarlas — ellas se relajaron inmediatamente

— ¿Cuánto escuchaste? — pregunto Cali

— Todo — conteste indiferente, pero algo me preocupaba de la conversación y no era Dumah

— Est…… este no te enojes con la maestra, no debimos de hablar de ti a tus espaldas — dijo algo alterada Drugia

— ¿Por qué me enfadaría con Astartea?, además les agradezco que no me comparan con ese insignificante demonio de Dumah — esto último lo dije mostrando mi gran desagrado y asco hacia el — pero hay algo que quiero preguntarles — ellas asintieron — ¿de verdad mi aspecto es horrible? — ellas rieron inmediatamente

— Acatriel, honestamente lo que dijeron las demás es verdad eres un demonio con quien nadie quiere estar, pero eso es porque no ven lo mismo que nuestra maestra, ella verdaderamente te quiere tal como eres — contesto Cali

— Pero aun así no sería mala idea arreglarte un poco en algunas ocasiones, ya que, si te arreglaras un poco, de perdida un buen peinado cambiarias bastante — agrego Drugia mirando a Cali con una mirada sospechosa

Cuando me di cuenta ambas mujeres me tenían acorralado, arreglando mi apariencia, y forzándome a sonreír, aunque con mi sonrisa se rindieron después de que realice veinte intentos y esta simplemente no era agradable. Cuando finalmente terminaron pude irme de sus manos, no sé porque tardaron tanto tiempo solo para arreglar mi cabello ¿Cuál es la diferencia?, pero pensándolo bien es agradable cuando Astartea se arregla para nuestras citas, tal vez debería escuchar a sus alumnas y arreglarme más seguido para ella. Al llegar con mi amada lo primero que hiso fue recibirme con una gran sonrisa y asombro.

— Pensé que irías por fruta, pero te desviaste un poco ¿Quién fue el responsable de este cambio de peinado?

— Tus alumnas me secuestraron ¿no te gusta?

— Ahora eres mucho más guapo ante mis ojos — contesto y sentí una gran felicidad en mi pecho con esas palabras

La noche llego y no Salí de la habitación de Astartea, simplemente hablábamos sin parar, de alguna forma los temas de conversación no terminaban, y en ocasiones ella hacia que mi corazón se acelerara con gran facilidad, solo ella puede causar estas reacciones en mí, la única dueña de mi corazón por la eternidad es esta maravillosa e ingenua mujer, que no deja de sorprenderme con el pasar del tiempo. Era tarde, Astartea se sentó en su cama, para ella descansar era algo común, aunque ya no lo necesitara tan recurrentemente como al comienzo de su vida demoniaca, antes de irme me senté con ella por alguna razón aún tengo más palabras que decirle, tengo que dejarle claro cada vez que tenga la oportunidad que la amo.

— ¿sucede algo Acatriel? — pregunto preocupada

— No es nada, solo quería decirte que te amo, eres la única mujer en mi corazón y así será toda la eternidad




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