Asterión sin estrellas

001: Estrellado

001: Estrellado

Un solo dedo es el símbolo de la vida, la existencia y la propagación, una bendición primero otorgada a los diminutos seres que poblaron los océanos antes de la historia. Dos dedos simbolizan el mutualismo, el intercambio y el crecimiento, bendición para los primeros que entendieron que la cooperación los vuelve más fuertes ante la adversidad. Tres dedos simbolizan el instinto, las emociones y la capacidad de determinar la existencia de uno mismo, otorgado a las bestias más fuertes y resilientes que decidieron abandonar el mar en busca de nuevos horizontes. Cuatro dedos representan la inteligencia, el entendimiento de la realidad, el poder de crear lenguaje, arte y civilizaciones, otorgado a las razas que anhelaban más que el simple sabor de la carne y capaces de controlar su propio destino.

Cinco dedos; solo pueden existir cinco especies con esta bendición, representan el poder, la fuerza y la divinidad para cambiar la existencia misma, la capacidad de manejar la fracción del poder de un dios, la bendición que nos separa a nosotros los Helenos de las bestias, lo que nos otorgó el derecho a reclamar este mundo y el que nos obliga a competir contra la naturaleza misma, el favor de los dioses, cinco dedos para cinco grandes razas.

Autor sin nombre – Quinientos Veinticuatro Años después de Helena

Asterión despertó de su profundo sueño con su pelo largo y barba desaliñada cubriendo la totalidad de su cara, no estaba durmiendo en su cama, se había caído en una pila de notas, cartas y mapas de un laberinto, sin embargo siguió durmiendo como si nada hasta que el sol chocó contra su pálido rostro y sus grises ojos.

-Maldición, hoy va a ser un día muy largo.

El joven de casi cuatro codos(1) de alto se levantó cansado y aletargado, se puso su túnica blanca, unas sandalias y se llevó una hoja casi al fondo de la pila de papiros de donde dormía, esta tenía un sello brillante de un carnero que parecía emitir una tenue luz propia. Asterión salió de su casa, el sol apenas se levantaba por el este y no había mucha gente alrededor, caminó unas cuadras hasta entrar a una taberna que ocupaba por lo menos un tercio de una calle cercana al mar. En la taberna solo había un empleado con algunos kántharos(2) y algunos borrachos que aún estaban repartidos en las esquinas, el más grande de todos aún bebía y parecía molestar con su presencia al empleado, que evitaba la mirada.

-Buenos días Asterión, cada vez llegas más temprano.

Asterión solo levanto su mano y caminó hasta la barra; no solo separaba a clientes de los tragos, sí no que también de un enorme mapa que cubría casi toda la pared con un laberinto gigante, lleno de notas detalladas en varias partes, pero incompleto en otras. Al recostar sus delgados brazos sobre el mesón, el empleado que estaba limpiando tomó una pluma y un papiro.

-Veo que hoy estas tú solo ¿Qué exploración planea para su equipo hoy, Polemarca?

Asterión saco de su manga el pergamino con el sello brillante del carnero, el rostro del empleado que parecía tranquilo se puso considerablemente más serio.

-Informaré para que preparen sus suministros inmediatamente.

El empleado se marchó a paso rápido, salió de la taberna y desapareció de la vista de todos, Asterión se sentó a esperar en el mesón colocando el pergamino sobre la mesa y relajándose mientras trataba de no caerse dormido de nuevo, mientras tanto el gigante borracho recostado en la otra esquina no podía dejar de mirar el brillante papiro con el carnero, se acercó de a poco hasta observar el sello y no pudo creer lo que sus ojos estaban viendo.

-¿E-es el sello del Arconte de la luz?

Asterión solo lo observaba al gigante mientras tomaba el papiro y lo ocultaba bajo su manga para tratar en vano de no tentar tanto su suerte con el mastodonte.

-¿Como puede una pequeña mierda como tu tener algo así, sabes siquiera cuánto vale eso?

El borracho puso sus grandes puños sobre la mesa y miro al muchacho firmemente a los ojos, este último no estaba interesado en un interrogatorio ni una discusión por lo que simplemente agarro los kántharos que estaba limpiando el empleado y sirvió vino para ambos.

-Ten, cuando vuelva de esta exploración tendré para regalar a todos en el bar.

Asterión buscaba evitar un conflicto tratando de ser amable, pero en el fondo sabía que ya había cometido un error, este pergamino contenía un sello de altísimo grado y cualquiera podría tomarlo de sus manos y llevarlo a otro lugar, ya sea para completar la tarea ellos mismos y robarse la recompensa o simplemente robarse los suministros que se entregan para realizarla, de todas formas misiones fallidas ocurren todos los días y tampoco es que a los líderes les importe mucho quien completó el encargo mientras se haga, aunque, solo maniacos o estúpidos robarían algo tan importante que fue firmado por un Arconte y se arriesgaría a una pelea contra otro heleno, uno como el que tiene frente a sus ojos; el borracho acepto el trago de todas formas.

-Haha, gracias por el trago, pequeñito.

El gigante se sentó al lado de Asterión; traía un enorme garrote de casi su mismo tamaño; como de unos cuatro codos de altura, dejó su arma del lado contrario y empezó a beber del cántaro.

-Está exquisito fíjate, no niego que sabes de vino, pero no puedo dejar de preguntarme ¿Cómo un debilucho como tú pudo obtener una misión del mismísimo arconte?



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En el texto hay: tragedia, magia, guerra

Editado: 06.12.2024

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