Asterión sin estrellas

017: Conveniencia

017: Conveniencia

Asterión se rascaba compulsivamente las finas cicatrices en sus brazos, casi cualquier herida que no sea inmediatamente mortal puede ser sanada por la bendición de Laconia, pero los cortes profundos siempre dejan cicatrices, los cortes causados Niko quedaran como recuerdos de su breve enfrentamiento.

-Nunca había visto a alguien bendecido por Hefesto sanar a alguien.

Lita conversaba con Asterión mientras iban camino a Helena.

-Solo he visto a Laconia y a uno de los arcontes realizar algo así, normalmente las falanges siempre buscan a alguien bendecido por Anfítrite para curar heridas.

-Y bien ¿Vamos a entrar por la puerta principal como si nada?

-Así es, simplemente diremos que eres nuestra esclava.

El polemarca apuntó a los nuevos guantes donde la cinocéfala escondía su quinto dedo.

-Solo preocúpate de que no se rompan otra vez.

-Aun así, no tengo mi oreja perforada.

-¿No puedes perforarla con una bendición y luego recuperarla?

-… Eres un tipo muy molesto.

Creando una garra en su mano la cinocéfala perforó su oreja izquierda, una marca puesta para reconocer esclavos comprados.

-Tengo una duda Lita, veo que con tu bendición puedes generar huesos, pelo y carne, pero lo que usaste para destruir al autómata no fue nada de esto.

-¿Es relevante que sepas mis secretos para la misión?

-Por supuesto.

-Mmh.

De la mano de Lita surgió lo que parecía ser un diminuto árbol, repleto de hojas.

-¿También puedes generar plantas?

-Es un engaño, solo puedo generar madera de ciprés, junto a sus hojas.

-¿Eh, pero los huesos y garras que generas?

-Solo tengo que jugar un poco con la textura y el color, incluso si los rompes la madera vieja y seca no es tan distinta de los huesos abandonados.

-¿Y el pelo?

-Miles de pequeñas raíces con un fuerte color café, incluso si lo tocas es difícil de notar la diferencia.

-Entonces tu oreja…

-No puedo sanar heridas, Artemisa sin duda me regaló un favor bastante inútil ¿No crees?

Lita, una cinocéfala libre decidió como si no fuera la gran cosa colocarse una marca permanente de esclavitud con tal de asegurar el éxito de la misión.

El bosque había quedado atrás, los ojos de los cuatro viajeros estaban llenos de verdes campos que recibían con total plenitud el sabor del sol y las caricias del viento, frente a esa imagen se encontraba Helena, una enorme ciudad frente al mar, rodeada de gigantescos muros casi el doble de grandes que un cíclope, estas murallas eran completamente de mármol y además múltiples torres y atalayas se dirigían afuera y por sobre el muro, sobre estas había balistas cargadas con puntas de bronce que permitían absorber algún favor volviéndolas aún más destructivas, desde afuera solo se podía ver el muro y la acrópolis, donde se encontraba el Partenón. Asterión adelantó a la cinocéfala para abrazar a sus compañeros.

-Pasaron por mucho en solo una semana, hoy le dejo el día libre, mañana reunámonos en el gremio al amanecer.

Niko vio las cicatrices dejabas por su ataque.

-¿Qué harás tu capitán?

-Voy a reunirme con Jasón, mañana pondremos el plan en marcha.

Laconia se quitó el brazo de Asterión de su hombro.

-… Ten cuidado.

Estaban a punto de llegar a la entrada, pero Lita detuvo sus pasos, hace apenas unos días que ella y sus compañeros habían escapado de la polis, una mezcla de miedo y asco le impidió seguir, el polemarca se devolvió para ayudarla.

-¿Estás bien?

-Si… Solo son malos recuerdos, vamos.

En la entrada solo había unos pocos hoplitas, todos recibieron a Laconia y abrieron las puertas para que la falange entrará a la ciudad, Lita estaba preocupada por su apariencia, pero los guardias solamente miraron su oreja para confirmar que era esclava de alguno del grupo.

Asterión entró al bar donde se reunieron por primera vez hace una semana mientras el resto de la falange esperaba afuera, el lugar estaba repleto con varios otros grupos, las misiones dentro y fuera del laberinto volvían a llenarse al empezar otro mes y era el momento perfecto para ganarse el favor de algún arconte, el encargado reconoció al polemarca.

-¡Asterión! Estás vivo, no puedo creerlo, el laberinto está bloqueado ¿Cómo volvieron?

-Volvimos por otra ruta ¿A qué te refieres con bloqueado? Entiendo que los micénicos bloquearon un camino a Scíathos, pero ya debería estar libre otra vez.

-Minotauros atacaron la ciudad por los laberintos, encontraron nuestras rutas del mes pasado, los repelimos fácilmente pero…

-¿Pero?

-Es mejor que te lo explique el arconte, ya sabes dónde encontrarlo.



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En el texto hay: tragedia, magia, guerra

Editado: 06.11.2024

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