Atada a Ti

Capitulo Tres

"Alguien me dijo una vez que siempre debemos estar preparados. No recuerdo quién era, pero fue un buen consejo."
 


 

-Sahara Kyriakus
 


 

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Nunca crees que pueda pasarte a ti.

En algún momento pasa por tu mente, lo imaginas y piensas en la reacción que tendrías. Recuerdas esas veces en las que viste o escuchaste que le pasaba a otra persona, y piensas que nunca te pasaría a ti. Por supuesto que no, eres feliz ¿Por qué el destino decidiría que tendrías esa felicidad, pero solo por un momento?.

No estás preparado. Piensas que es una broma, que es imposible o que solo estas soñando y despertaras. Pero pronto te das cuenta de que no, no estas soñando, no es una broma y sí, te está pasado a ti.

Sé, sin importar cuanto me quiera mentir a mi misma, que algo muy malo ha sucedido. Nunca creí que pudiera pasarme a mí.

Y jamás estuve preparada.

Treinta minutos antes.

Algo raro le pasa a Mike.

Llevamos veinte minutos en la limusina camino a la iglesia y ya casi estamos allí. Todos hemos estado hablando y riendo, mientras escuchamos viejas anécdotas de mi madre y del tío Eric. Yo simplemente no quepo en mí de felicidad, he esperado por este momento, aquí está. Realmente era feliz.

Pero Mike se ha pasado todo el trayecto revisando su móvil y teniendo conversaciones susurrantes con Ria. Mi amiga no muestra expresión en su rostro, lo cual me dice que algo no va bien.

-¿Hay algo que quieran compartir con la clase, chicos? - pregunto sonriendo, confundida ante su secretismo. Se supone que hoy era un día feliz, yo estoy feliz y quería que todos lo estuvieran también. pero sus expresiones eran todo lo contrario.

Riannon me mira y la preocupación se desliza por su rostro.

-Sophia, no quiero que te alteres...

Pero ya lo estoy haciendo. Su expresión no me gusta. Si lo que sea que esté pasando no tuviera importancia, ella no se vería tan preocupada.

-¿Que sucede?. -pregunta Debby, mirándola. Ahora todos están centrando su atención en ellos. Mike sigue con su vista en el móvil mientras escribe frenéticamente.

-Dean no ha llegado aún a la iglesia. - responde, evaluando mi reacción.

-Bueno, seguro solo se han retrasado un poco... ¿Has hablado con los chicos?. -No dudo al responder. Se suponía que todos los padrinos estarían juntos con Dean en casa de Mike, luego Mike nos buscaría, mientras el novio y los padrinos iban a la iglesia.

-Ese es el problema... - Mike me mira. - Los chicos ya están en la iglesia, pero Dean no está con ellos. He hablado con Grant justo en frente de tu casa hace media hora, me ha dicho que cuando todos estaban listos para salir a la iglesia, Dean ha dicho de imprevisto que iría a buscar una cosa, una sorpresa o algo así, que no tardaría y estaría allí antes de que llegaras. Pero no lo está.

Mientras proceso todo lo que acaba de decir, los nervios acumulados por todos los días de emociones y tensión, amenazan con explotar. ¿Que diablos estaba pasando? ¿Él iba a llegar tarde el día de nuestra boda? Dean no haría algo así.

Antes de poder responder, la limusina se detiene y segundos después es abierta por Gus.

Mirando a mi madre, Gus extiende su mano. -¿Me permite? - pregunta, ignorante de lo que sucede. Mi madre me observa, preguntándome con su mirada que hacer. Asiento y ella lo entiende porque toma la mano de Gus y sale de la limusina.

Miro a Ria y Mike nuevamente. -Salgamos para ver que pasa. - digo, no esperando su respuesta y saliendo detrás de Maddie y Rubi.

Una vez todos estamos frente a la iglesia, puedo ver como la mitad de los invitados entran al verme caminar a las puertas, seguro pensando que ya era la hora de la boda.

Y ya era la hora. Pienso. Se supone que éste seria es el gran momento.

Solo los padrinos y algunos familiares se quedan en la entrada. Puedo notar sus expresiones confundidas al verme llegar antes que el novio y eso hace que mi estómago se revuelva. Grant es el primero en acercarse a mi cuando estamos en las puertas, viéndose bastante alterado.

-Dean no contesta su teléfono. -dice, no perdiendo el tiempo y mirándome. -Lo hemos intentado varias veces y nada. ¿Tu has hablado con él? - Me pregunta. Él, Mike, Zack y Dean eran grandes amigos y muy unidos. Podía notar lo preocupado que estaba. Esto no era normal en Dean. Él nunca haría algo así.

-No. Bueno, lo hice varias veces esta mañana y justo antes de que comenzáramos a arreglarnos. -respondo, mirando a las chicas. -Pero sus mensajes dejaron de llegar hace dos horas. ¿No ha dicho a donde iría? - pregunto, confundida. Realmente no podía creer que se hubiera ido sin avisarle a nadie a donde. No era normal en él. Y mucho menos que no respondiera a las llamadas.

Intranquila y preocupada, volteo hacia mi madre y le pido mi móvil. Una ves que me lo da, me alejo unos pasos de todos, sin tener cuidado con el vestido. Cuando reviso el móvil, mi corazón casi amenaza con escaparse de mi pecho cuando veo que hay un mensaje de Dean.

"Solo falta una hora, estoy muy emocionado". Dice el pie de la foto que me ha mandado.

Llevo una mano a mi boca mientras sonrío, emocionada al verlo con su traje de novio y una rosa blanca en su mano.

Está tan guapo en esa foto.

Cuando reviso la hora en la que llegó el mensaje, un suspiro frustrado se me escapa al ver que es de hace casi una hora y media, y después de ese, no hay más.

Rápido, pulso el botón de llamar y llevo el teléfono a mi oreja. No hay respuesta, pero no me rindo y sigo intentando una y otra ves. Cuando creo que voy por la cuarta o quinta vez, en la que solo obtengo respuesta de su contestadora, siento una mano posarse sobre mi hombro. Cuando volteo, con lágrimas empañando mis ojos, miro el rostro preocupado de mi madre.




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